Poco probable (Maya y Carina)

Capítulo 27

Recojo las llaves de mi departamento, subo a mi auto y me dirijo a la estación, llego bastante tiempo a mi favor, en 15 minutos estoy estacionando el auto en mi espacio personal en la estación, el día iniciará con entrenamiento para el batallón, luego debemos hacer el inventario y esperar que no se dé ninguna catástrofe.

Entro a mi oficina, coloco las cosas en mi casillero, mi celular suena en modo de alerta, me pongo el uniforme y comienzo el día, Carina tuvo que viajar de emergencia a New York, antes de lo que se esperaba, al parecer la esposa del inversionista, empezó a tener problemas con la gestación, así que creo que por esta semana, me olvido de volver a verla, el timbre del teléfono de la estación me saca de mis pensamientos.

-Estación 19, capitana Maya Bishop- respondo de forma automática.

-Hola, soy la jefa de cuidados infantiles, Esther Esposito, hablamos hace unas semanas por el caso de los niños Humber-

-Si claro, ¿cómo va el caso?- la segunda alerta aparece en mi celular.

-Justo para eso la llamaba entre hoy mañana le va a llegar la citación para el juicio, se le están adjudicando varios delitos al padre de los niños, usted es una de nuestras principales testigos-

-Claro, cuente conmigo para lo que sea necesario-

-Sí, le informo que el señor Humber, está muy molesto y insinuó que va abrir una demandada en su contra, por injuria, para que esté preparada-

-Entiendo- No le tengo miedo a la amenaza pero si voy a estar preparada.

-Apenas nos den la confirmación de su citación, estaré llamándola para ponernos al tanto con el caso-

-Perfecto, muchas gracias- corto la llamada.

Tendré que llamar a mi abogado, no he tenido la necesidad de disponer de sus servicios, nada más que para el juicio que tuve con Sullivant pero me gustó mucho su forma de trabajar, se que me va a ayudar perfectamente, en caso de que cumpla su amenaza el padre de los pequeños, nuevamente suena el teléfono de la oficina.

-Estacion 19, capitana Maya Bishop-

-Jovencita- automáticamente mi cuerpo toma la postura erguida.

-Hola papá-

-¿Donde está tu madre?- su voz desprende enojo.

-No lo se- mi celular emite la tercera alerta.

-Si lo sabes y la estás cubriendo, eso no fue lo que te he enseñado- su voz va subiendo de tono.

-¿Pasa algo?-

-Llego a casa y ella no está- su voz vuelve a bajar a un estado podría decirse que tranquilo.

- Estará donde alguna amiga-

-Ella no tiene amigas y lo sabes, además se llevo toda su ropa, así que si sabes algo de ella, inmediatamente me avisas- cuelga el teléfono de forma violenta.

Pero que fue lo que pasó, esto no está nada bien, se que mi padre jamás pudo haber herido físicamente a mi madre, pero sería la única explicación para que ella lo dejara y se fuera así de casa, solo se es que si no vuelve a casa pronto, las cosas se pondrán muy feas, gracias a Dios no vivo con ellos, porque posiblemente mi padre nos dejaría sin cenar a todos en casa, por las tonterías de mi madre, suena nuevamente el teléfono y esta vez no quiero contestar, al parecer las llamadas van de mal en peor.

-Estación 19, capitana Maya Bishop-

-Hola Mimi- escucho la grave pero dulce voz de mi hermano.

-¿Ese milagro que llamaras? ¿Te cánsate de ser un gran artista?- le pregunto en forma de broma.