Poco probable (Maya y Carina)

Capítulo 23

No sé cuanto tiempo llevamos en esta posición, pero ya me siento más tranquila, Carina logro ponerme de pie y recostarme en la cama individual de la habitación, me colocó de medio lado mirando hacia la pared, luego se recostó conmigo y me ha abrasado presionando su pecho a mi espalda por completo, su agarre es fuerte en mi cintura, escucho que me susurra cosas pero no logro entender, que es lo que dice realmente, mi atención está centrada en la oscura mancha que tiene la pared, tiene forma de tiranosaurio rex, escucho la sirena de cambio de turno y salgo de mi estado de shock de una vez, me sobresalto y quedo sentada en la cama, cojo una bocanada de aire, siento nuevamente todo mi ser en sincronía, Carina coloca su mano izquierda en mi hombro derecho, me giro y veo su rostro sonriente como siempre.

-¿Estas bien, te he hecho daño?- mis manos van instintivamente a su rostro en busca de alguna señal física.

-Estoy bien-

-Se que te he hecho daño- tomo su mentón y lo levanto para mirar su cuello- lo siento de verdad, yo no debí ceder, no sé cómo pude dejarme llevar, sabiendo que no lo podría controlar-

-Maya, todo está bien- sus manos van a mi rostro, lo sujetan con fuerza y me obligan a centrar mi atención en ella- estoy bien, hace falta más que eso para dañarme, tranquila- sus labios me dan un corto beso y luego me abraza.

Se escuchan golpes en la puerta y al Capitán Vontesse llamándome, la oficina la compartimos, así que ya debe querer iniciar su trabajo, me pongo de pie acomodo mi uniforme, Carina hace lo mismos con su ropa, termina de arreglar su falda y su cabello, recojo las cosas de mi oficina y abro la puerta, Carina a tomado una posición seria y profesional, en una de las esquinas de la oficina.

-¿Está todo bien Bishop?-

-Si, Vladimir, me sentí un poco mal y ha venido mi doctora de cabecera del Grey Sloan a chequearme- le hago señal para que note a Carina en la oficina - Gracias por la ayuda Dra: DeLuca, pero debemos de seguir todo el análisis en su consulta, ya a terminado mi turno-

-Claro, espero a fuera y llamaré al hospital para que tengan todo listo, para los análisis que necesito ver- la morena sale de la oficina y le extiende la mano a mi compañero - un placer conocerlo- luego camina hacia el parqueo.

-Maya, ¿estás segura que todo está bien? Tienes muy mala cara- Vladimir me analiza con sus grandes ojos azules - espero que sea buena doctora porque solo pensar que estas mal ya me enfermo, tu eres indestructible no me decepciones - comenta en forma de broma.

-Es una excelente doctora, así que tranquilo- le devuelvo la broma.

Me despido de él  y me dirijo a mi auto casi corriendo, solo quiero llegar a mi apartamento, Carina esta de pie, junto a mi auto, está hablando por teléfono, le hago señal de que puede subir, termina su llamada dentro del auto, vamos de camino a mi apartamento, mis pensamientos siguen un poco nublados, pero estoy tratando de ordenarlos, ella no hace ningún comentario en todo el trayecto.

Legamos al apartamento, inmediatamente me pongo mi ropa de correr, debo de ordenarme y esta es la única forma, solo deseo escapar de todo esto, no sé si Carina se va a quedar en casa o se ira a la suya, solo se que va a querer hablar sobre lo que sucedió y ahorita no deseo tener esa conversación.

-Saldré a correr- gritó ya fuera del apartamento, para no darle tiempo a que me detenga.

Maya se ha ido, ni siquiera me escucho cuando le pregunté por cuanto tiempo correría, algo malo debe de haberle pasado, he notado que cuando está muy estresada ó enojada tiene pequeños ataques de ansiedad, creo que logra canalizarlos ó controlarlos corriendo y por eso es tan importante en su vida la actividad, pero desde que sus padres la llamaron, para su cumpleaños he notado que anda muy tensa, puede que tenga algo que ver con el ataque de ira y pánico en la estación.