Naruto: las dos perspectivas

Capítulo 38: La otra cara de la moneda

En un bosque, debajo de un árbol, una persona pequeña estaba dormida, eran aproximadamente las 7 de la mañana, el día estaba muy soleado, y el bosque estaba totalmente vacío sacando a la persona pequeña; persona que abrió los ojos. Esta pequeña persona era un niño rubio, de ojos azules, marcas de bigotes en sus mejillas, y una ropa negra muy gastada y sucia.

-(¿Dónde estoy?)- pensó el niño, aunque su voz no era la de un niño, si no la de Katsumi. El niño miró sus manos, viendo que eran bastante pequeñas y sucias.

-(Estás no son mis manos, ¿Qué está pasando?)- pensó el niño, quien luego se tocó el pecho.

-Completamente plano...¡Este no es mi cuerpo, esta no es Katsumi Uzumaki!- pensó el niño, quien en realidad era Katsumi, quien estaba en el cuerpo de un niño pequeño. Katsumi en el cuerpo del niño se levantó y continuó mirando alrededor, sin entender la situación.

-¿Qué es lo qué está pasando?- se preguntó la Uzumaki atrapada en el cuerpo del niño, quien luego empezó a caminar.

-¡Mierda, ya debe ser el Examen Chūnin!- pensó Katsumi, quien en el cuerpo del niño empezó a correr en cualquier dirección, intentando buscar un lugar familiar para ella. En un momento, Katsumi en el cuerpo del niño llegó a una especie de granja, donde un hombre cosechaba unos cultivos.

-¡Señor!- exclamó la rubia, llamando la atención del hombre.

-¿Podría decirme dónde estoy?- preguntó Katsumi en el cuerpo del niño.

-¡¿Cómo qué dónde estás? Estás en el País del Fuego, mocoso!- dijo el granjero.

-¿Podría decirme dónde está Konohagakure, por favor?- pidió Katsumi en el cuerpo del niño.

-Me en aquella dirección- dijo el hombre, quien señaló al sur.

-¡Muchas gracias señor!- agradeció Katsumi en el cuerpo del niño, quien empezó a correr hacia el sur. Luego de varios minutos corriendo, Katsumi en el cuerpo del niño vio a lo lejos la puerta de Konoha, largando un suspiro de alivio.

-(Al parecer no estaba muy lejos de Konoha)- pensó Katsumi, quien en el cuerpo del niño continuó avanzando, hasta llegar a la puerta de la aldea y ingresar en la misma.

-(Bien, ahora al dichoso bosque de la muerte)- pensó Katsumi, quien en el cuerpo del niño siguió corriendo por la aldea. El viaje fue muy extraño para ella; la mayoría de aldeanos solían saludarla y sonreirle de manera amable, pero esta vez fue muy diferente: miradas de desprecio, odio, asco, desagrado, repulsión, susurros mientras ella pasaba, gente que incluso parecía que iba a golpearla, Katsumi notó todo esto muy extrañada, pero continuó su camino hasta llegar a la entrada del Bosque de la Muerte. Al llegar, notó que el lugar estaba completamente vacío, extrañándole.

-¿Qué está pasando, acaso me dormí y el examen ya empezó?- preguntó Katsumi al aire.

-¡¿Qué haces aquí?!- pronunció una voz. Luego de escuchar eso, Katsumi vio un Shunshin frente a ella. Un Chūnin de Konoha apareció en el lugar.

-¡Este lugar es muy peligroso para que un niño como tu esté tan tranquilamente por aquí!- exclamó el Chūnin, con bastante molestia.

-No no, se equivoca, yo vengo por el Examen Chūnin- dijo Katsumi en el cuerpo del niño.

-¡¿Qué, qué tontería es esa, Examen Chūnin? El Examen Chūnin será en 3 meses, además, tu ni siquiera debes tener edad para ingresar a la academia, ¿De qué Examen Chūnin hablas?- dijo molesto el Chūnin, dejando pálida a Katsumi en el cuerpo del niño.

-¿3...meses...?- preguntó Katsumi.

-¡Déjate de tonterías niño, lárgate!- dijo el Chūnin molesto.