Heliophilia ➸ camren [TRADUCCIÓN ESPAÑOL]

Capitulo 27

He sentido dolor antes. Aunque no lo admita, cuando mi papá me dejó a la edad de 9 años, picó. Y yo tenía más peleas de las que debería, física y verbalmente. Dolió cada vez que golpeé mi cadera con el lado de la mesa y había quemado mi piel con un sartén caliente. Mac me ha herido en más de una manera, dejándome sola la mayor parte del tiempo haciendo daño en el interior, y cuando vio que no podía obtener su ira desde el interior de él, hizo lo más fácil y lo llevó a cabo en mí. Ser dejada en la calle, y ser considerada como menos que un pedazo de tierra ya que no tenía casa, mi estómago llorando de dolor porque no había comido en 9 días; eso me dolió. Ser jodida en la mayoría de mi vida duele, no se siente lo suficientemente bueno, pero no es nada comparado con el dolor que destrozó mi cuerpo cuando por fin me he dado cuenta de que la chica con la cual iba a envejecer estaba muerta. Las enfermeras y los médicos se apresuraron a entrar a la habitación, alarmado por los gemidos de dolor provenientes de mi boca que ni siquiera sabía que se podían producir. Las lágrimas, no se han detenido por días, ni siquiera podía respirar por mí, por lo que me colocan una máquina de oxígeno para respirar por mí, pero ya estaba dispuesto a renunciar. Nada paraba mi corazón para que sólo dejara de latir y mis pulmones para desinflarse y mi pecho para derrumbarse. Esto no era lo que se suponía que pasaría, ella era la mía y yo era de ella, ¿por qué no podía por una vez, un gran amor tener su felices para siempre?

Después de dos semanas más en el hospital, fui dada de alta regresando al apartamento de Sam, él se tomó el trabajo de cuidar de mí, pero yo no necesito un cuidador, la necesitaba a ella. Yo no estaba enferma, estaba rota y nada iba a cambiar eso.

Me dijeron que estaría mejor, que lo sienten por mi pérdida. Pero cuando pierdes algo, probablemente lo encontrarás. Pierdes las llaves al lado del sofá y un calcetín en el lavado; No sólo 'pierdes' el amor de tu vida. No podré recuperarla, nunca le encontraré la parte de atrás del sofá o en el piso de mi auto.

Hubo un período de tiempo después de que regresé del hospital que no hablé, no salí de la cama, no comí hasta que Sam me diera de comer, no dormí hasta que me sentía tan cansada físicamente que me desmayaba. No me muevo, me quedé en la cama y a pensar 'Qué hubiese pasado si' y 'que podría haber sido'. Parece que todo gira entorno a ella, ir a lugares y ver cosas que nunca he soñado con ella, ampliando mi mundo, pero manteniéndola como la única persona en él. También reproducir cada momento que compartimos, cada palabra que puedo recordar, todos los detalles de su cara comenzaron a desdibujarse, se me olvidaba el sonido de su voz y el sentir de su toque, estando más y más profundamente en un pozo de enojo depresivo.

Sam con su harto trabajo de cocinar y limpiar, comprarme libros nuevos y abrazarme cuando lloré, pero no fue suficiente. María vino una vez a la semana, primero era obligatorio y tenía que ver con su trabajo, pero resulta que ella era realmente encantadora y encajaba perfectamente con Sam y yo. Ellos eran las dos personas en las que confiaba en este momento, y aunque había pasado casi 6 semanas, no estaba listo para seguir adelante.

"Mila" Sam dice suavemente desde el marco de la puerta, pero no muevo los ojos de la pared delante de mí. Oigo pasos y el colchón de la cama inclinada cuando él se desliza en mi lado. "No puedes seguir haciéndote esto a ti misma" dice, moviendo su frente en la espalda y envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.

"Han sido dos meses" él continua pero no reacciono.

"No es justo en mi Camila, echo de menos mí mejor amiga... es como que estás aquí, pero que también podrías estar con ella", dice en mi hombro y siento las lágrimas en los ojos ante la idea de estar con ella.

"Esto es tan doloroso Sam" sollozó para girar y enterrar mi cara en su pecho.

"Nunca vuelve, y me estoy olvidando de ella" expreso todas mis preocupaciones que desgastan mi cerebro tarde por la noche a él que frota mi espalda dulcemente.