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M A T E O

Me paso las manos por la cara en un intento de despertarme pero es en vano, en cualquier momento se me cierran los ojos y caigo rendido sobre el duro metal de la silla del hospital.

Saco el móvil y observo la hora: las nueve y cuarto.

Tengo un mensaje de Tatool hace menos de veinte minutos preguntándome dónde carajos estoy y no veo mejor manera de explicárselo que por llamada.

Dejo que los tonos suenen y en el quinto escucho su voz al otro lado de la línea.

Hijo de re mil, ¿dónde estás? Una cosa es que te demores unos minutos inútil de mierda y otra que me tengas más de media hora esperando mugroso maleducado...

— Puedo explicarlole interrumpo.

Más vale que estés llamando agonizando y postrado en una camilla porque una motocicleta te pasó por encima y estás a punto de fallecer.

Bueno, estoy en el hospital...

— ¿Qué decís? Estaba en joda boludo, no bromees con eso.

Y bueno gil de mierda si me dejas hablar en vez de soltar pelotudeces te explico.

La pocas personas que permanecen en la sala me miran, capaz me haya alterado un toque.

Decido salir a fuera y así aprovecho para tomar un poco de aire.

A ver, decime.

Le explico todo: desde que salí del boliche hasta como he estado presente en un parto de una chica la cual no conozco.

sincronicidad; truenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora