✞ Capítulo 18.

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A la mañana siguiente, Daisy tardó más en arreglarse de lo que le hubiera parecido adecuado en cualquier otro momento, pero era su primer día como contadora de la Compañía Shelby, y quería lucir impecable

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A la mañana siguiente, Daisy tardó más en arreglarse de lo que le hubiera parecido adecuado en cualquier otro momento, pero era su primer día como contadora de la Compañía Shelby, y quería lucir impecable.

Después de probarse un millón de atuendos distintos, se decidió por una camisa y una falda de seda en color rosa, unos tacones blancos y un collar de perlas.

Beatrice le hacía compañía en el vestidor conforme guardaba en su lugar el montón de prendas que se apilaban en el suelo.

—Luce muy bonita el día de hoy, señora Shelby.

Daisy, maquillándose frente al tocador, le observó a través del espejo, y le sonrió—. Muchas gracias. ¿Qué opinas de mi atuendo? Es profesional, ¿verdad?

—Eso creo —dijo Beatrice, quien no pudo evitar notar cuán alegre lucía la joven ahora en comparación a la última vez que la había visto, antes de Año Nuevo—. Se la ve muy feliz, señora.

—¡Lo estoy, Beatrice, lo estoy! —asintió Daisy, sin dudarlo—. ¿Por qué no lo estaría? Absolutamente todo en mi vida es perfecto en este momento. Mi hogar, mi trabajo, ¡mi esposo! Oh, mi esposo... ¿Puedes creer que me haya contratado para ser la contadora de su compañía?

—Felicitaciones.

—Cuando recién nos casamos, estaba segura de que Thomas me consideraba una estúpida —rio, pues aquello ya no era más que un sinsentido del pasado—. ¡Qué tontería más grande! Claramente, Tommy cree que soy muy inteligente; tiene que hacerlo, ¿no? No me hubiera contratado si no creyera que lo soy. Incluso me defendió frente a su hermano, John, quien ni siquiera es capaz de realizar una simple suma, pero aun así se cree en todo su derecho de poner en duda mi intelecto.

Ruth, una de las mucamas, interrumpió la conversación antes de que Beatrice alcanzara a responder—. ¿Bajará al comedor a desayunar, señora, o prefiere que le traiga el desayuno a su habitación?

—Prefiero desayunar aquí, si no es molestia.

—¿La estará acompañando el señor Shelby?

—No, no, Thomas no está en casa; se fue antes de que despertara. —Se encogió de hombros sin darle importancia porque, a decir verdad, ya estaba acostumbrada a que su esposo pasara más tiempo fuera de la casa que en ella.

Daisy se topó con varios rostros conocidos al llegar a la tienda de las apuestas, pero pocos de ellos le devolvieron el saludo, o se molestaron en levantar la vista de sus tareas al oírla llegar. No era difícil darse cuenta de que no les agradaba, a pesar de que la mayoría de los presentes no la conocía en lo absoluto.

Abrió la puerta del lugar que Isaiah le había indicado como su oficina, y no se dio cuenta de que debería haber golpeado antes de entrar hasta que vio a Michael recostado en uno de los dos escritorios.

—Buenos días —lo saludó, cerrando la puerta detrás de ella.

—Buenos días.

—Lamento no haber golpeado, pero no sabía que estabas aquí.

UNHOLY ✞ Thomas Shelby [Peaky Blinders] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora