Thomas llegó al hospital de Wolverhampton a primera hora de la mañana. Daisy aún dormía profundamente cuando él entró a su habitación, pero el sonido de la puerta cerrándose la despertó de inmediato.
—Oh, eres tú —le dijo, con una sonrisa soñolienta y el cabello revuelto—. No sabía que vendrías. Buen día.
—Buen día. ¿Dormiste bien?
—No, no realmente.
Daisy observó a su esposo fruncir ligeramente el ceño mientras tomaba asiento sobre la silla junto a la cama. Él no preguntó nada, pero tampoco hizo falta que lo hiciera, pues ella pensaba decirle por qué de todas formas.
—Daniel vino a verme anoche. —Intentó sonar lo más casual posible, como si no fuese la gran cosa, pero no estuvo segura de haberlo logrado en lo absoluto.
Thomas guardó silencio por un momento que, para Daisy, se sintió eterno. No pudo evitar preguntarse si había cometido un gran error al contarle la verdad, pero se rehusó a creer tal cosa. Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libre, decía la Biblia, ¿y quién era ella para contradecir la palabra del Señor?
Al final del día, Daisy solo quería ser honesta, verdaderamente honesta, con su esposo, y eso jamás podría ser algo malo. Además, una parte de ella temía que Hazel, la enfermera en el turno nocturno, hubiera visto a Daniel entrar a su habitación, y Thomas acabara enterándose al respecto por la persona equivocada.
—¿Qué quería? —fue lo único que le preguntó.
—No lo sé. Supongo que verme. Mamá debe haber llamado a su familia para decirles que estoy bien, y... —Dejó de hablar, sin saber qué decir. Un suspiro escapó de sus labios, y se limitó a aclarar: —Le dije que se vaya.
Daisy miró a Thomas a los ojos, pero le resultó imposible descifrar lo que estaba pensando. No supo si se sentía enojado, sorprendido, o simplemente indiferente. Ella, por el contrario, siempre había sido tan difícil de leer como un libro abierto.
—¿Por qué hiciste eso?
—¿Qué?
—¿Por qué le dijiste que se vaya?
A Daisy le tomó un par de minutos responder porque, en realidad, ni siquiera ella misma estaba segura de conocer la respuesta.
—Porque ya no quiero tener nada más que ver con él —confesó finalmente, con tanta honestidad como sentía—. Porque tú eres mi esposo, y yo solo quiero estar contigo.
Usualmente, el silencio por parte de Thomas no era algo que a Daisy le molestara demasiado, pero en ese momento se sintió tan pesado que temió que le aplastara el pecho y le estrujara el corazón.
—Confío en ti, Thomas —continuó, porque aún había una última cosa que quería decir—. Y no porque no tengo otra opción, sino porque quiero hacerlo. Estar siempre asustada, siempre alerta, siempre en guardia día y noche durante interminables semanas es agotador. Te deja sintiéndote débil, y absolutamente miserable, y no te lleva a ningún lado. Eres mi esposo, y salvaste mi vida. A partir de ahora, solo quiero dejarme llevar, y... Por favor, di algo.
ESTÁS LEYENDO
UNHOLY ✞ Thomas Shelby [Peaky Blinders]
Fanfiction❝Nunca hubo un cuento de hadas en el que un hombre peleara por su amada con más fuerza o desesperación de lo que Thomas Shelby pelearía por su Daisy.❞