Gun Obsessed

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Decir que estaba molesto era poco, ¡él estaba furioso! Esos bastardos se atrevieron a atacar una de sus casas y herir a lo más sagrado que tiene.

Su familia y su conejito.

Tenía en mis manos a esos hijos de puta, ellos lo sabían, sabían que iban a morir en mis manos, pero no se atrevieron a hablar. No dijeron el nombre de la mafia o de su jefe, no dijeron quiénes los mandaron, no valía la pena.

- Hablen, si no hablan de nada les servirá tener esas lenguas— cortando la lengua del hombre que tenía más cerca con su daga, la daga favorita de Xiao Zhan, cortó de un simple golpe

- Ustedes en verdad no saben que estaban haciendo, mi omega en cinta estaba en esa casa, si algo le pasa a mi cachorro su vida en el infierno será un tormento— Jackson estaba aún más furioso que yo, si es que era posible y como no si su omega estaba cargando a su cachorro, si no fuera por mi Zhan no sabríamos si estarían aún con nosotros.

- Si ninguno se digna a hablar entonces no lo hagan, lo voy a saber luego de todas formas y los enviaré a hacerles compañía en el infierno— y el final ya lo sabemos, sus cabezas no tardaron en rodar y sus cabezas exhibidas en televisión para dar a conocer que quien sea que los mandó no pudo lograr su cometido.

Ya había pasado una semana de que Yibo y los demás fueron a Rusia por negocios, nos quedamos en una casa diferente con más seguridad con la nana de los Wang.
Estábamos en una de las salas de arriba tomando el té cuando un estruendo nos hizo ponernos alertas, disparos muchos disparos, nana corrió a ver que pasaba y Mark empezaba a entrar en pánico tocando su vientre, se podía sentir su olor a miedo y pánico por no saber que hacer para proteger a su cachorro, una suerte que Yibo me enseñó los escondites de armas de toda la casa y rutas de escape por si surgiera una emergencia.

Evidentemente esta era una.

La ruta de escape más cerca era una debajo de la alfombra, eran túneles de un metro, nadie sospechaba de un túnel debajo de un segundo piso, se pusieron en marcha llegando primero al cuarto de Ji Yang para saber si aún estaba ahí, por suerte estaba escondido debajo de la cama, si fuera otra ocasión se hubiera reído y hecho una mala broma.
Con Ji Yang con ellos en el túnel solo eran tres, se sentían culpables por no traer consigo a la nana de los Wang, rezarían por que estuviera bien, ahora lo más importante es llegar a la salida trasera para correr al bosque a la bodega de seguridad.

Según sus cálculos estaban por llegar a la última oficina de ese piso y tendrían que bajar por la pared para ir al túnel del primer piso subterráneo. La adrenalina que sentía en este momento era demasiada, Mark traía un arma igual que él, pero dudaba que pudiera usarla tiene mucho miedo por su cachorro, y bueno Ji no sabe disparar un arma aunque la tenga consigo no serviría de nada.

Habíamos llegado al primer piso aún sin llamar la atención, se podía seguir escuchando los disparos cada vez más distantes. Podía ver el pequeño agujero que daba a la salida del patio de atrás, oculto en un tronco, la luz estaba tan cerca.
Lo logramos, salimos.