EPÍLOGO

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4 Años después...

ETHAN

Todo el lugar estaba adornado con flores de color lila y blanco, desde el pasillo hasta el kiosko del altar de madera blanco. Dónde flores de diferentes tipos colgaban de él, todo estaba hecho al gustó de Emma ella misma se había encargado de ver cada detalle a la perfección, yo obedecía a todo lo que ella quería. A mí solo quedaba complacer a mi chica, al fin y al cabo yo sólo quería que tuviera la boda que ella siempre había soñado.

Los invitados comenzaron a llegar poco a poco, todos los vestidos elegantes para la ocasión. En estos momentos en los que veo a todos y a todo, no podía creer qué estaba a punto de comenzar una nueva etapa con la chica que amo. La chica que me había llenado de completamente felicidad estos cuatro años.

Recorrí el lugar antes de que la ceremonia comenzará, estaba muy nervioso mi mente  me traicionaba de muchas maneras. No quería pensar en nada malo, así que para distraerme comencé a saludar a los invitados hasta que Kendall llegó a mi lado.

Enseguida me aflojé la corbata y suspiré.

—¿Nervioso?–pregunto.

Lo miró fijamente,—Como no tienes una idea, tengo miedo de echar todo a perder en los votos.

Kendall rueda los ojos,—Por favor Ethan, llevas practicando desde hace cuatro meses atrás no creó que te equivoques en nada, y si lo haces es porque eres un estúpido.

—Bueno, gracias por el apoyo amigo.–lo digo con sarcasmo,—¿Y si no viene?

—Oye, cálmate.–me dió una palmada en la espalda.—Tu crees que Emma no va a venir a la boda con la que soño durante tanto tiempo, ella no sería capaz de dejarte plantado.

Suelto un suspiro,—Tienes razón, quizás ya estoy exagerando, pero es que los nervios me están traicionando como no tienes idea.

—Deja de ser tan dramático por una vez en la vida Ethan.–me toma de los hombros,—Disfruta tú día y de la felicidad por favor deja de pensar en tonterías, por fin te vas a casar con la mujer que amas y que te ama, no dudes  nunca de lo que ella siente por ti.

—Quien eres y que hiciste con Kendall.–me cruzó,—El Kendall real no me diría nada relacionado con el amor al contrario me diría que soy un cursi.

Rueda los ojos nuevamente.—Eres un idiota Ethan.

Suelto una carcajada,—Estoy bromeando amigo, no te imaginas lo feliz que estoy en estos momentos. Casarme con Emma es un sueño hecho realidad porque me caso con la mujer de mi vida.

—Para que me vas a hacer llorar.–fingió limpiarse las lágrimas.

Me cruzó de brazos.—Ya te quiero ver en mi lugar.

Suelta una carcajada,—Casado yo, puff por favor, pobre de la que se quiera casar conmigo aunque no creo llegar a tanto.

—Pobre de la qué se enamoré de ti.–le doy una palmada en el hombro,—Y quisiera casarse contigo, pero estaré encantado de ver eso sí llega el momento claro está.

—Pues te quedarás esperando.–me mira molestó.

Enseguida el padre entró y llamó la atención de todos, había llegado la hora. El resto de los invitados ocupó sus lugares. Enseguida Kendall y yo fuimos a nuestras posiciones el a lado de mi y mi hermana al otro lado donde irá Emma. En ese momento la marcha nupcial comenzó y enseguida las puertas se abrieron, dejándome ver a la mujer más hermosa del mundo. Enseguida el pasillo comenzó a llenarse de pétalos de rosa color blanco que venían tirando los pequeños primos de Emma.

Aún no podía dejar de mirar a Emma me tenía hipnotizado. Ella se veía tan hermosa, tan bella, una verdadera princesa. Su cabello estaba recogido, y sólo algunos mechones salían de su peinado, traía una pequeña corona que hacía conjunto perfecto con su vestido. Su vestido tenía adornos bordados en la parte de enfrente y dejando con el detalle de sus hombros descubiertos.

Era la mujer más perfecta que yo haya visto en mi vida y sería mi esposa, la madre de mis hijos y la mujer con la que pasaría el resto de mis días. ¿Estaba completamente seguro? Por supuesto qué si, no había duda alguna. Sería el motivo de mis sonrisas y el porqué vivir y viviría para complacerla y hacerla feliz esa sería mi única misión.

(...)

La ceremonia religiosa había concluido sin ningún contratiempo. Kendall y mi hermana fueron los que nos unieron con el lazo, James y mi cuñada fueron los que nos entregaron los anillos. Mentiría si dijera que puse atención a toda la ceremonia, pero la verdad no. Pasé el mayor tiempo mirando el hermoso rostro de Emma y limpiando sus lágrimas de vez en cuando. El tiempo había pasado bastante rápido y ya había obscurecido. Ahora todo el jardín estaba iluminado por pequeñas luces que adornaban los árboles que nos rodeaban.Mientras bailabamos nuestro primer baile como esposos, mi mente no podía dejar de hacerse preguntas.

—¿Te puedo hacer una pregunta?.–asintio con la cabeza,—¿Tú quieres tener hijos?

—¿Qué?.–dice sonriente,—Enserio me estás preguntando esto ahora señor Anderson.

Suspiro,—Lo siento, tienes razón. Hablo de tener hijos y apenas nos casamos.

Vuelve a sonreír,—Claro que quiero tener hijos contigo mi amor, pero no ahora.–se encogió de hombros,— Antes de llegar a esa etapa tan especial quiero conocer y viajar contigo porque ya teniendo hijos es mucho más difícil hacerlo.

—Oh mi amor, tienes razón.–le sonrió,—Yo también quiero disfrutar esta nueva etapa contigo antes de embarcarnos a otra.–la apreté mucho más a mí y le di un beso,—No sabes lo feliz que me haces.

Acerqué mis labios a los suyos y nos fundimos en un dulce beso que nos hacía olvidarnos de todo, no supe en que momento me enamore de ella, en que momento me comenzó a gustar. No sé si fue en el primer segundo en que la vi en el aeropuerto o la primera vez que nos dimos un beso. No sé en qué momento ella se había convertido en alguien tan importante en mi vida. No sé cómo no pude darme cuenta mucho antes que ella era la chica correcta.

Cuándo nuestro beso termina y la música se detiene enseguida me acercó al escenario para tomar un micrófono, y llamar la atención de todos los presentes.Enseguida Emma pidió a los meseros que nos dieran dos copas de champagne.

—Solo quiero agradecerles a cada uno de ustedes por estar aquí, por acompañarnos a mi esposa y a mí en el día más especial de nuestras vidas.–Enseguida Emma se acercó y me quitó el micrófono con una sonrisa malvada.

—Gracias a los amigos y la familia por estar este día con nosotros. Gracias por siempre estar ahí para apoyarnos a mi y a mí esposo, gracias por todo.–levanta la copa,—¡Por la familia!.–dijimos todos al mismo tiempo.

Enseguida me acercó a Emma y le doy un beso en la frente.

—Te amo como no tienes una idea esposa mía.–le sonrió,—Gracias por darme estos cuatro años y los que faltan de auténtica felicidad, gracias por siempre ser tan valiente y nunca rendirte eres la mejor.

Enseguida le limpio las lágrimas,—Vas a causar que se me corra el maquillaje.–dice sonriente,—Me arrepentiré de muchas cosas en la vida mi amor, pero jamás de haber ido a Rent a Boyfriend, te amo esposo y debo admitir que me encanta decirte así.

—¿Estás preparada para todo lo que viene?.–le preguntó.

—Sin duda alguna.–me besa.

—Nunca pensé que diría esto.–la miró fijamente sin apartar la mirada ni un segundo,—Pero gracias por contratarme.

Y si, yo era el chico mimado que dependía al cien por ciento de sus padres, aunque al principio estaba molesto con la decisión de quitarme su apoyo económico ahora se los agradezco fue la mejor decisión que pudieron haber tomado, porque me cambiaron completamente la vida.

❤️❤️❤️❤️

Dedicado a rv2412

RENT A BOYFRIEND (EDITANDO)Where stories live. Discover now