[LJN] Otras 60 Cosas Sobre Mi

🌩️VII🌩️

CAPÍTULO 7

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La lluvia no cesó.

Él y Joshua habían estado atrapados dentro del refugio durante tres días y eso estaba volviendo loco a Jeonghan.

El espacio cerrado habría funcionado bien, habían aprendido a coexistir en los últimos meses, y Jeonghan tuvo que admitir que incluso la compañía de Joshua era mejor que estar solo, pero desde esa primera noche...

Dicho sin rodeos, él estaba caliente como el infierno.

Parecía que ahora que su cuerpo recordaba que tenía necesidades, decidió seguir recordándolo todo el tiempo. Era más que un inconveniente. Y un poco vergonzoso.

Aunque tal vez debería haber sido más vergonzoso de lo que era. Tal vez debería existir un ambiente más extraño por el hecho de que todas las noches se masturbaba junto a un hombre gay cachondo y prácticamente desnudo.

Pero a decir verdad, Jeonghan se había acostumbrado a que Joshua estuviera siempre cerca. Ni siquiera le gustaba el chico, pero... tenerlo cerca era algo reconfortante. No, "reconfortante" era la palabra incorrecta. No había nada reconfortante en Joshua: el tipo era un idiota malhumorado que claramente apenas lo toleraba. Pero últimamente, no tenerlo cerca ponía nervioso a Jeonghan. Fuera de balance. La soledad, la falta de propósito y significado en esta vida... lo devoraba, todos los días. A veces pensaba que odiaba a Joshua, pero odiaba estar solo con sus pensamientos, estar solo, punto, o incluso más. Cuando Joshua estaba presente, el mundo se enfocó un poco más. Jeonghan sabía que no era normal, sabía que era una especie de dependencia extraña nacida de la soledad y la desesperación, pero no podía hacer nada al respecto.

No quería estar solo.

Hacían todo juntos estos días: cocinaron, hurgaron, discutieron y simplemente se sentaron en silencio. El silencio junto a Joshua no se sentía tan desalentador y aterrador como el silencio cuando Jeonghan estaba solo.

Quizás era por eso que masturbarse con Joshua no se sentía tan extraño como debería haber sido, lo habría sido en el mundo real. En este mundo extraño y surrealista donde solo existían ellos dos, era solo otra cosa que hacían juntos.

Pero si bien podría no haber estado tan desconcertado por todo el asunto, no significaba que no fuera consciente de que Joshua podría no ser tan indiferente al respecto como él.

Joshua no era heterosexual. A diferencia de Jeonghan, amaba los penes. Le encantaba meter su miembro en otros hombres. Así que, realmente, estar al lado de Joshua era... probablemente no lo ideal. Un poco imprudente. Tan provocativo como hubiera sido una mujer sexy y desnuda que se acostara junto a Jeonghan todas las noches.

Jeonghan no estaba ciego. Podía sentir la tensión en Joshua, la creciente frustración, podía ver la forma en que el pene del otro hombre se ponía duro varias veces al día. Um, no estaba mirando la entrepierna del chico todo el tiempo ni nada; estaba justo ahí. Cualquiera miraría. Cualquiera lo notaría, considerando lo jodidamente grande que era esa cosa.

Junto con el hecho de que el tipo no podía soportarlo, parecía que era solo cuestión de tiempo antes de que Joshua finalmente estallara. Jeonghan probablemente debería dejar de hacer esto junto a él.

Pero mierda, no pudo. Le gustaba, necesitaba, sentirse bien. Y esta era prácticamente la única forma en que podía sentirse bien en esta isla abandonada donde nunca sucedía nada. El embotamiento embrutecedor de esta existencia lo estaba volviendo loco, sentía que estaba perdiendo la cabeza lentamente, y no estaba dispuesto a privarse de este pequeño consuelo. Incluso su propio toque era mejor que nada.