CAPÍTULO 16

25.6K 1.6K 250
                                    

Irina se encontraba profundamente sonrojada por las palabras de su amiga, su rostro se hallaba incendiado en color rojo y la vergüenza aumentaba aún más al ver la sonrisa pervertida que Pia les dedicaba a ambos, pues Vladimir se había quedado parado en la puerta de la cocina y la estaba mirando con el ceño fruncido.

—En fin, vengó a ayudarte a instalarte— dije la muchacha terminando de adentrarse al departamento.

—Gra-Gracias...— susurró Irina, dedicándole una mirada de disculpas a Vladimir, mientras que su mano derecha viajaba hacia su cuello—Lo siento.

—No importa— la tranquilizó Vladimir, se acercó a ella y dejó un casto beso en su frente— yo estaré en el despacho.

—Está bien— le dijo resignada, y cuando lo vio perderse en otro de los pasillos del departamento, se encaminó hacia la habitación, donde y se encontraba Pia sacando ropas de las maletas.

—Cama desarreglada, ¿eh?— susurró Pia, dándole una rápida mirada a Irina.

—Debes dejar de hacer ese tipo de comentarios delante de Vladimir— la reprendió.

—No sabía que estaba aquí...— calló por unos segundos— aunque debí suponerlo.

—Pia...

—Bien, bien, me callo.

Irina se quedó en silencio por unos minutos, mirando como esa mujer loca que llamaba amiga, se dedicaba a colocar toda su ropa en el closet de Vladimir, organizándola junto a los trajes del hombre.

Pia no tardó mucho tiempo en volver a hablar.

—Y bien... ¿Me conseguiste el número de Boris?— preguntó la muchacha tomando unos ganchos para ropa del closet para luego salir de éste y comenzar a colgar la ropa.

Irina suspiró, y rodando los ojos, adornando su rostro con una sonrisa, se dirigió hacia su bolso de color negro, que había dejado en un pequeño sofá que había en la habitación, y tras buscar dentro de éste por unos segundos, encontró su celular.

—Lo tengo aquí — señaló comenzando a teclear en el celular— Vladimir me dijo que lo tuviera agendado por si algún día necesitaba algo.

—Envíamelo a mi WhatsApp— le pidió Pia con una sonrisa traviesa en los labios.

—No vayas a incomodarlo, Pia — le advirtió, terminando de enviarle el número.

—Descuida, incomodarlo es lo último que haré... te lo aseguro.

Irina no le creyó, pero igual se quedó callada y comenzó a ayudarla a acomodar la ropa.

Después de unas horas Pia se fue del departamento, dejando a la pareja nuevamente a solas, Irina caminó por la sala, hasta llegar a la puerta de la cocina, ese día tenía ganas de cocinar. Se dirigió directo hacia la nevera mientras que pensaba que hacer, quería hacer pasta, pero también tenía apetito de carne.

Sin dudarlo mucho comenzó a sacar carne de res molida de la nevera, y puso a hervir la pasta, para después ponerse a condimentar la carne.

...

Se encontraba inspirada, su sazón era bastante bueno y sabía que a Vladimir le gustaría. Una sonrisa se dibujó en su rostro al probar la carne, y de inmediato comenzó a servir la comida en los platos, poniendo primero la pasta ya cocinada y sobre ésta la carne, agregando queso parmesano por arriba.

Cuando los platos estuvieron perfectamente acomodados en la mesa del comedor, salió de la estancia directo hacia el despacho que Vladimir poseía en el departamento.

Bajo Los Encantos Del RusoWhere stories live. Discover now