Parte 3: Preludio 3. Planes secretos

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Había un aura pesada en el laboratorio. Los muros de ladrillo rojos eran deslumbrados de forma dispareja por la luz que salía de un gigantesco cilindró de vidrio.

¡Pan...pan! Se escuchó el constante golpeteo de las manos de un joven tigre macho, el mismo estaba dentro del tubo de cristales trasparentes: dejando a relucir su pelaje naranja y las rallas negras que estaban en sus brazos, colocó una expresión desesperada porque había despertado en un lugar desconocido; pero eso no era lo que le aterraba, lo más perturbador de la situación era que estaba desnudo. Alguien la habían quitado la ropa y puesto una marca en su mano derecha, al verse la palma miró que tenía gravados unos números blancos sobre el pelaje, los cuales decidió leer: "P-234" luego en la oscuridad escuchó unos pasos que se acercaban a él, tragando un poco de saliva; el joven macho levantó sus orejas puntiagudas de pelo blanco por dentro, viendo como desde las sombras del lugar aparecía un hombre con bata del laboratorio: color blancuzco y cuello doblado. Este miró al joven macho con una expresión pensativa, dejando a relucir el parche negro que le tapaba el ojo izquierdo, abrió más el derecho el cual poseía un iris azulado.

—Espero que hayas dormido bien, mi salvaje amigo. Soy el profesor Dangerus, mírate eres una animal, pero pareces un cachorro —dijo con una expresión helada, acomodándose la liga negra que sujetaba la coleta de pelo; la cual estaba en su cabello color blancuzco, la misma se movió de forma leve, bajando la mano con lentitud, le señaló con una sonrisa—. Pero debo decirlo, eres un macho robusto y según tus datos tienes aproximadamente 17 años de edad, es perfecto para el experimento 234.

¡Pun! Se escuchó, cuando el tigre usando sus puños, le dio algunos golpes a la pared de cristal trasparente: esta conformaba el recipiente donde estaba capturado, había sacado las garras afiladas de color blanco, mientras que hablaba enseñaba los colmillos en su fauces. No se escuchaba lo que decía, porque la prisión estaba sellada de forma hermética.

El científico de bata blanca al ver esto, dando unos pasos toco el recipiente con el dedo índice; haciendo aparecer una pantalla holográfica en el cristal, la misma tenía datos relacionados al joven macho de orejas peludas, pelaje anaranjado por fuera y blanco por dentro, el cual poseía el mismo tono blancuzco de pelaje en el pecho, este empezaba desde la parte de debajo de su cabeza y bajaba hasta su entre pierna.

El tigre de ojos azules observó la información como su tipo de sangre, el número que tenía gravado en la palma derecha; además de su nivel de inteligencia y fuerza, esto provocó que bajara la cola y gemirá aterrado. El hombre de pelo blanco decidido, quitó el mute del audio para que puede escuchar lo que el tigre decía, el mismo con miedo comentó—: No me hagas daño... no sé lo que está pasando, ¡pero me enoja que me hayan capturado y encerrado!

—No te aloques, tienes el honor de participar en mi experimentó P-234, todo es por nuestra causa. —Dangerus con duda abrió una pantalla, mientras que buscaba información de otra criatura, el tigre acercándose al vidrio hizo un rugido bestial.

—¡No me llamo P-234! ¡Mi nombre es...! —La bestia con bigotes negros detuvo la oración, cuando unos relámpagos le recorrieron el cuerpo; sintiendo un dolor de muerte, pudo notar las venas en sus manos y patas: estas empezaron a brillar de un tono azul intensó, retorciéndose del sufrimiento cayó al suelo metálico del tanque—. ¡Haaa...! ¡¿Q-que me hiciste?! ¡hahg..!

—Te pusimos un inmovilizador en el recto, un lugar asqueroso, pero útil para callar a un animal. —El científico noto desinteresado como de las fauces del tigre, empezaban a salir gotas de un líquido espeso carmesí; estas corrieron por el suelo metálico de la prisión, tocando un botón rojo que estaba en el panel de control, el cual había abierto en la pantalla holográfica—. Tomare ARN de tauro y lo mesclare con el ADN que nos diste, mediante tu esperma joven tigre, ¡de esa forma creare a una nueva especie! ¡JAJAJAJA....!

Skylanders: Una promesa para conocernos. Acto 1Where stories live. Discover now