Parte 8: preludio 8. Los sentimientos secretos de Spyro.

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Las enormes barras luminosas en el techo, deslumbraban los estantes de la tienda: las mismas colgaban mediante unos alambres que sobresalían del techo. Los suelos de madera color café claro; eran semi-iluminados por la luz que proyectaban, se escuchaba el constante parloteo de los mabus y demás especies en los pasillos.

En el último pasaje, el cual se ubicaba pegado al muro de la izquierda se encontraban los dos equipos: las paredes eran de ladrillo empedrado, pegadas a estas estaban las vitrinas de cristal; cuyos rebordes eran de acero color negro, sobre sus estantes reposaban diferentes espejos de mano.


Jet-Vac tras a ver leído la nota, que sujetaba con sus zarpas amarillas, la bajo con una expresión curiosa; su pico fue iluminado por las luces, al igual que el plumaje blanco que tenía en la cabeza, levantó la mirada para ver a Sprocket—. Interesante. Debemos ir al gimnasio, ¿de verdad lo que estamos buscando está dentro de una máquina de ejercicio?"

—Ni idea. Maestro, hay que descubrirlo al llegar —respondió la cadete con armadura de hielo, denotando de forma distraída los estantes: donde estaban los espejos colgados, estos adornaban el muro del expositor, después movió la cabeza hasta donde se encontraba la chica de pelo cortó color rojizo y piel dorada—. Parece que aquí nos separamos.

—Es verdad. Porque después de todo, solo dos equipos pueden pasar a la segunda ronda, parece que está decidido. Solo nosotros dos pasaremos —resaltó el águila con una voz segura, girándose a la izquierda; dándole la espalda a la goldina con gafas de construcción, a la vez que emprendía la marcha por el pasillo, le decía—: Sin más que decir, nos vemos en el salón de clases.

—Ten seguro eso, nos veremos —respondido Sprocket con seguridad.

Jet-Vac y Chill emprendieron la marcha, atravesando el pasaje para llegar a la parte delantera de la tienda; una vez ahi, pasaron a un lado del mesón: donde se encontraban los tres espejos de mesa expuestos, se escuchó la campana que estaba a la izquierda de la puerta y sobre el interruptor, al abrirse y cerrarse la salida. Cynder con una expresión intrigada, ladeo la cola dejando semi-iluminar la daga en su punta, entre gruñidos le dijo a Sprocket—: Algo me dice que esta aventura, se pondrá interesante.

—No lo dudes —mencionó la chica de piel dorada y gafas de construcción, dando unos pasos para emprender la marcha por el pasillo, llegando al fondo del lugar, donde estaba la puerta con contorno de vidrio, mirando por ultimas vez el mesón de cristal y el pequeño espejo con el pedestal y la estatua del dragón con la boca abierta y un par de cuernos: hechos con el mismo metal, sus alas se encontraban extendidas por completo, acercándose la goldina observo las gemas moradas que estaban en los ojos de la criatura—. Cuando tenga tiempo la comprare, es una buna pieza de decoración.

—Está bien Sprocket ¿Creo? —respondió la dragona de escamas violetas detrás de ella, extendiendo unas alas seguras y levantando la cola, se puso sobre sus dos patas traseras para poder caminar, dándose la media vuelta y sujetando el pomo de la puerta, se escucharon las campanas al girarlo para abrirla—. Bueno... Vamos de una vez, quiero ver. Si por casualidad, nos encontramos con el equipo de Spyro.

—Está bien. Tienes que darle un presente, vamos a la tienda de Laser-Tag —dijo la chica con armadura azulada y partes de prendas café, estas fueron iluminadas al pasar la puerta, saliendo de la tienda de espejos llegaron al camino por donde habían llegado antes, emprendieron el pasos por el senderó de rocas.


Las diferentes estructuras a los lados del senderó eran deslumbradas por el sol en el cielo, las nubes pasaban lentamente al compás del viento.

Skylanders: Una promesa para conocernos. Acto 1Where stories live. Discover now