Parte 7: preludio 7. Reflejo revelador

61 9 8
                                    



—¿Por qué no debo preocuparme? —Cynder poniéndose frente a la puerta y a la izquierda de Sprocket, alzó el entre cejo y emitió un leve rugido pensativo, mirando los enormes ventanales con marco empedrado a los lados de la puerta y el cartel: estos dejaba ver parte de la tienda, la cual era iluminada por enormes barras luminosas que colgaban del techo, mediante un par de alambres resistentes al peso— ¿Si ellas consiguieron el rubí antes que nosotros?

—Eso es porque hicieron trampa —aclaró la joven de cabello corto color rojizo, esta escucho un par de campanadas, al girar el pomo dorado de la puerta para poder pasar, al abrirla vieron que el tintineó salía de una viaja campanilla: la misma estaba forjada con metal y pintada a mano de amarillo, esta residía a la izquierda de la entrada y sobre un interruptor—. Compraron la gema en la joyería, porque el rubí que tomaron no es el correcto.

—¿Eso es verdad? —cuestionó la dragona, abriendo más sus ojos de iris azul cielo, parpadeando un par de veces, acorde entraba a la sala principal de la tienda. Esta estaba llena de estantes verticales de abedul, en estos estaban colgados diferentes espejos de pared, frente a la entrada había un mesón, donde se exhibían tres gigantescos espejos: estos eran de mesa. El primero era cuadrado y tenía un marco de madera color café oscuro, el segundo poseía forma ovalada con bordes de metal negro; sobre este estaban talladas unas decoraciones y el ultimo que se encontraba a la derecha de ambos, era más pequeño en comparación al primero y al segundo, estaba conformado por un pedestal de acero donde estaba en roscado una figura de dragón, la misma tenía la boca abierta mostrando todos sus dientes afilados, esta daba la impresión de estar escalando por el pilar de acero.

—Si. La gema que estamos buscando forma parte de un anillo dorado, es la otra pista por parte de la maestra Kaossandra. —La goldina dio unos pasos para ver la instancia, buscando entre los estantes con espejos en ellos; algún indicio de la gema u otra pista, escuchando al parloteo de alguno que otra mabu que hablan, al igual que algún guepardo, lobo, león y demás especies. Estos estaban revisando el lugar en busca del espejo perfecto—. Parece que hay muchos clientes buscando espejos, esto no será nada fácil.


La dragona violeta extendiendo las alas y poniendo una mirada asombrada, dio algunos pasos para ponerse frente al tercer espejo que estaba en el mostrador a la derecha del segundo, apreciando los detalles de la esfinge de dragón; la cual tenía sus alas extendidas y unas gemas moradas conformaban sus ojos, poniendo las patas delanteras sobre el mostrador de cristal, miró su hocico reflejado en el vidrio reflectante, haciendo un gruñido y mostrando algunos colmillos de forma juguetona—. ¡Mira Sprocket! ¡Este me encanta! ¡Es perfecto para un dragón!

—a ver... —La misma dio algunos pasos para ponerse a la derecha de la dragona violeta, denotando como movía la cola con un aura de juego; dejando semi-iluminar la especie de daga que estaba en su punta, al ver como hacia morisquetas en el espejo y se lamia los labios: mostrando su aspira lengua, dejó escapar algunas carcajadas por lo graciosa que se veía—. Jajaja... tienes razón, te vez muy tierna con él.

—No te rías de mí, eso me enfurece. —Cynder girando la cabeza hasta donde estaba Sprocket, hizo un gruñido disgustado, dejando escapar humo color verdoso de sus fosas nasales.

—No me estaba riendo de ti, solo me estaba riendo de las morisquetas que hiciste. —La chica con gafas de construcción dando unos pasos, se acercó más al espejo para ver su reflejo; junto al de la dragona violeta, la cual dejó de echar humillo al escuchar esas palabras, esta hizo un chirrido de interés y levantó la ceja, al escucharla decir—: Tal vez. Me lo compre para tener un recuerdo.

Skylanders: Una promesa para conocernos. Acto 1Where stories live. Discover now