La vida de Izuku Midoriya, algo normal y nada alarmante, pero todo cambiara durante el campamento de entrenamiento. Aquel chico alegre y capaz se topara con la verdadera realidad y lo que pueda ocurrir cuando el mundo se dispone a acabar con todo aq...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
╔══════════════════════════════════════╗
[Salón 2-A | Izuku Midoriya]
[Soundtrack; Dante – El monstruo en el armario]
Deku no había logrado descansar lo suficiente, sin embargo, no le importaba, se le podía notar el cansancio al escuchar como bostezaba un poco en su pupitre. El albino había estado hasta tarde en el campo de entrenamiento Ganma mientras que trataba de buscar alguna manera de no tener a Mei tan cerca y que no contara todo lo ocurrido en aquel campo de entrenamiento, mencionándole que podía decir si deseaba que había visto su rostro, pero que no le dijera a nadie quien y como era realmente Deku, debido a que esa era su forma en la cual seleccionaba a las personas como amistades, ahora era mucho más precavido con ello, sin duda alguna, no confiaba en las personas...
En comparación a antes que había hecho ''amigos'' con una naturalidad demasiado notable, pero que en realidad solo daba a entender lo inocente que era antes, si hubiera sido mucho más capaz, menos inocente de lo que había sido antes, habría evitado ser herido por sus ''compañeros'' con el tonto pensar de que luego se sentirían mal por lo que estaban haciendo y se disculparían, pero no solo eso, Midoriya recordaba como incluso sus ''mejores amigos'' Uraraka Ochako y Tenya Iida le habían dado la espalda al punto en el cual incluso tuvieron un momento demasiado intimo luego de unos minutos de que él se hubiera declarado a Uraraka quien le rechazo de la forma peor posible, besando a Iida mientras este claramente se propasaba con ella.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Midoriya había sido testigo de aquello y no podía negarlo, era una de las traiciones que más le había dolido, pero ahora no le interesaba ese dolor, ya no lo sentía, pero si el odio, ese que tanto necesitaba para ser más y más fuerte, para ser capaz en su debido momento de hacerles pagar por ello, un odio que no desaparecería sin importar que. Deku aún no estaba preparado para confiar en las demás personas, eso estaba ciertamente claro, pero lo que no era totalmente cierto era el hecho de que lo hacía porque no estaba listo mentalmente, tenía miedo de que le volvieran a traicionar, de que le dieran la espalda una vez más...
No estaba preparado para pasar por lo mismo otra vez, por ello se había decidido a no ser amistoso, no lo necesitaba, solo necesitaba personas fuertes que desearan realmente volverse buenos héroes, personas que podrían ayudarle y que necesitará en un futuro cuando el mundo necesite que Deku Senju actúe como lo que verdaderamente significa ser un héroe. Una vez las clases finalizaron Deku se levantó de su pupitre para dirigirse hacia la entrada del salón, pero antes de poder cruzar aquella puerta, sintió la mirada de sus compañeros puesta en su espalda.
