25- Las chicas y los chicos

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Me hallaba recostada con las piernas estiradas hacia arriba, pegadas al tronco de un árbol del pequeño bosquecito a un lado de mi casa, cuando me pasaron el filtro. Tomé el cigarro entre mis dedos y le di una larga calada, comenzando a toser casi al instante con una mueca mientras estiraba la mano para pasárselo a Alex.

-Me odia -murmuré, juntando las manos sobre el vientre y fijando la mirada en la copa de los árboles, que se balanceaban lentamente con el rumor del viento. A unos metros se oía a la perfección el mar-. En serio me odia.

-No te odia -respondió Sathia a un costado, tomando el cigarro que le pasaba Alex y haciendo una mueca al aspirar el humo-. Es miserable.

-Bueno, no me habla hace como dos días, así que debe odiarme aunque sea un poquito.

-Jungkook es orgulloso.

-Sé como es Jungkook -respondí, tal vez con demasiada rudeza porque Alex estiró un pie desnudo para darme un toquecito en la cabeza.

La cosa entre Sathia y yo no estaba mal, aunque sí un poco tensa. Habíamos pasado ambas fiestas juntas, todos juntos, y lo único que podía decir es que entre nosotras había una clara línea de preocupación por la otra. Ella, porque yo estuviera molesta con ella, y yo porque me preocupaba su relación, pese a que no me incumbía en absoluto.

-¿Y cómo hago? -preguntó Jessica cuando Sathia le pasó el cigarro.

-Sólo aspira -respondió ésta.

-Mmh -la rubita le dio una larga pitada y al instante se ahogó, tosiendo desesperada en busca de oxígeno-. Ay... me quemé todos los pulmones.

Me acomodé mejor en el lugar, sintiendo que la tierra y la ramita de los árboles se me clavaban en la espalda donde la malla no cubría mi piel. Mi cabello, al igual que el de mis amigas aún húmedo por haber estado en el mar, de seguro que ya tendría al menos dos kilos de tierra y arena pegada.

-Los chicos son un caso -volvió a hablar Sathia, acomodándose la bikini roja sobre los pechos-. Dorian está rarísimo. Un día quiere hablar, al otro no me quiere ni ver. No le entiendo.

-Dorian tiene el pelo azul -respondió al instante Alex. Todas giramos la cabeza para verla sin comprender. Ella se encogió de hombros-. Digo, no se puede confiar en alguien de pelo azul. 

-Los pitufos eran bastante confiables -dije.

Jessica soltó una carcajada por mi comentario, haciéndonos cruzar a Alex y a mí una sonrisa tonta.

-No lo sé, incluso el sexo... ha dejado de ser tan bueno.

-Ugh, voy a vomitar -murmuré, sosteniéndome la barriga.

-Eso es porque estás de cabeza -Alex volvió a darme con el pie y yo me levanté, pegando ahora la pared al árbol-. Pero sí, yo creo que los chicos son imbéciles. Sería más fácil ser lesbianas y listo. ¿Qué dicen? Podríamos salir entre nosotras. ¿Qué dices Jessica?

-¿Cómo sé cuando ésto hace efecto? -preguntó la muchacha. Y luego otra risita-. Lo siento, ¿me preguntaste algo?

-El truco está -siguió hablando Sathia-. En serio menos miserables que los miserables de nuestros novios.

-Novios -repetí, con ojos como platos y la vista fija en ningún lado.

-En serio, que no hay que llamarles. Que llamen ellos, ¿sabes? ¡No! ¡Mejor! ¡Que vengan hasta casa con chocolates! -se encogió de hombros con un mohín-. No me hagan caso, es que estoy con el período y quiero chocolates.

-Yo puedo comprarte chocolates -respondí, estirando una mano y apoyándola en su hombro.

-Ese es el espíritu del que estoy hablando -me correspondió, estirando el mismo brazo y sosteniendo mi hombro.

Let's Not Fall in Love [Jeon Jungkook]©Where stories live. Discover now