05.- "Lluvia"

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Sagitario

Los truenos y relámpagos se presentaban en el cielo de manera fuerte y directa.
De igual manera, las gotas de la lluvia torrencial caían y se impregnaban en todos los lugares que pudieran.

Ahora en especial, las únicas gotas que caían más cerca de mi, eran en mi ventana, dejándome ver apenas la luna.

Me sumergía en una inquietud infinita, desde hace tiempo que, ya no soportaba estar en este lugar.
Cada día, las peleas con Raphael aumentaban, los golpes también, poco a poco empezábamos a darnos cuenta de todo el daño que nos estaban haciendo.

Me sentía abatido, en serio quería darle una mejor vida a todos y cada uno de mis amigos, claramente, mi prioridad era Escorpio.

Ese chico inocente, el cual desde niño mostró tener un corazón enorme, todos los días me odiaba, de solo pensar en la manera en la que Raphael podía corromper su mente, dañar su inocencia.

Yo he amado y amaré a ese peliblanco de ojos azules. Y haría lo que en mis manos estuviera para sacarlo de este basurero.

Como si él supiera que yo necesitaba relajación, escuché su tierna voz del otro lado de la puerta, pidiendo permiso para entrar.

Me levanté rápidamente, para abrir dicha puerta entre la oscuridad.
Enfrente de mí, estaba mi pequeño, con una vela en mano, iluminando un poco el pasillo, su cabello blanco cayendo a los lados, empapado, al igual que su ropa.

—¡Tienes qué venir! —susurró emocionado—. Estamos todos en el jardín, la lluvia es hermosa.

—Deberías estar durmiendo, pequeño. —dije en respuesta, al mismo tono de voz.

—Por favor... —pidió en una expresión triste.

—Escorpio. —dije casi en regaño—. Sabes que si no duermes pronto, no podrás despertar mañana a tiempo, y no quiero que ese horrible hombre te alce la voz o te toque.

Y pude haberlo regresado a su dormitorio, pero sin siquera tenerlo en cuenta, sus pies se pusieron en puntillas, dejando un beso robado en mis labios.

Estas pequeñas acciones, sus gestos y su simple presencia, me hacían caer a sus pies.

Negué rendido. —Vamos a la lluvia.

Sonrió alegre. —¡Tiempo de amigos!

Casi sin nada abrigandome, cerré la puerta detrás de mi, y con la única vela que nos ayudaba a ver algo, mi chico jaló mi muñeca para guiarme hasta el jardín que quedaba demasiado lejos, este edificio era un laberinto si no lo conocías bien, y a la fecha, algunos seguíamos perdiendonos de vez en cuando.

Por ello, era Piscis el encargado de buscarnos en esas ocasiones que "desaparecíamos".

Al pasar por un edificio repleto de personas dormidas, de una forma sigilosa, llegamos al jardín, pudiendo evitar a algunos hombres que se supone se encargaban de cuidar el colegio. Poco a poco fue que desciframos maneras de pasar desapercibido.

Suponía que era una habilidad de todos al no querer seguir las reglas impuestas por la autoridad aquí.

...

Así como mi peliblanco lo había mencionado, la lluvia era fuerte y al mismo tiempo bastante divertida. No sabíamos por qué, pero el hecho de dejar nuestros cuerpos bajo el agua y pasar el rato en risas y demás, era algo que a los doce nos gustaba.

Como otros chicos de nuestra edad, el soccer nos mantenía unidos, y eso era lo que más nos gustaba hacer en la lluvia, más cuando era de noche.

Claramente, nos habíamos dividido en dos equipos, el primero se conformaba por Capricornio, Acuario, Libra, Escorpio, Virgo y Cáncer.

Chicos Perfectos [Zodiaco Boys Love]Where stories live. Discover now