10.- "Solitarios"

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Él tenía rasguños por casi todos su cuerpo, era el mismo que siempre cambiaba de ropa antes de escapar, no le gustaba esos uniformes aburridos, él prefería ropa normal, la que usaría cualquier persona.

Acuario salió esa mañana del colegio, en esta ocasión, se llevó a Pax con él, porque no confiaba en que pudieran cuidarlo bien aquí dentro. O más bien, era Pax quién lo seguía a todos lados. A Acuario no le gustaba retener ninguna mascota hasta que tuviera espacios extensos de campo, eran los animales quiénes lo seguían

Solo él podía entender lo libre que se sentía de salir de ese lugar, de que, a pesar de saber que estaba solo en esta lucha por sus ideas liberales, aún así le gustaba saber que él no seguía el rumbo de sus amigos, él estaba feliz de ser quién no se perdía de lo que un jóven común podía vivir en la ciudad.

Acuario sabía que estaba solo, sabía que al final del día solo se tenía a él mismo, y aunque siempre intentaba verle el lado bueno diciendo que eso lo hacía independiente y suficiente, claro que le gustaría ser comprendido.

El platinado salió de su trabajo, el atardecer ya estaba llegando, y él, era el único que trabajaba, porque las cosas que él conseguía, nunca las robaba, nunca comía fuera del colegio sin pagar.

Acuario trabajaba en un refugio de animales. Porque él sentía que los únicos que podían entender ese deseo de libertad y escapar de las cadenas que quisieran encerrarlo, eran ellos, sus amigos animales.

Después de salir de aquel lugar dónde cuidaba y dejaba que Pax se divirtiera, fue directamente a todas las tiendas de electrónica que encontró.

Así fue como en pocos minutos de buscar y buscar, el ojicaramelo ya tenía el dinero suficiente para comprar una cámara, era pequeña, pero la necesitaba.

Entró un gran sentimiento de superación en él, porque la siguiente parte de su plan estaba completa, y estaba a pocos días de hacer justicia.

Así era cómo él funcionaba, le gustaba actuar en silencio, sin que nadie lo interrumpiera o alterara sus planes.

Lo que no contaba, era que al regresar al colegio y escalar esos grandes muros, se encontraría en el único dormitorio que vió con la luz encendida, a un pecoso triste.

Y aún así, sorprendido de que Tauro lo estuviese abrazando ahora mismo mientras no dejaba de llorar, Acuario lo estaba protegiendo.

—Estoy aquí, pequitas —lo tranquilizó.

Hace mucho que Acuario y Tauro no recibían o daban un abrazo.

Ellos no se llevaban bien, entonces, ¿por qué sentían que ese abrazo era lo que les hacía falta?

Sí, porque ese odio que Tauro tenía a Acuario, había cambiado a cariño con los días anteriores.
Y porque Acuario siempre había querido a Tauro.

Pero, ninguno de los dos lo sabía.

Él chico con esa cicatriz en la mejilla, no decía nada, escuchaba los sollozos del más bajo, pero se sentía con esa gratitud de saber que tuvo la confianza de correr a él a refugiarse.

Y para Acua, Tauro se veía tan tierno así.

Después de algunos minutos, el llanto del castaño empezó a bajar, él chico había liberado tantos, tantas emociones retenidas desde hace tiempo.

El miedo, la tristeza, todo lo que ocultaba día a día, lo había liberado con un abrazo del chico que según él, hace horas detestaba.

—Eres un idiota —lanzó el de pecas contra el pecho del más alto.

Chicos Perfectos [Zodiaco Boys Love]Where stories live. Discover now