Chicos Perfectos [Zodiaco Boys Love]

Especial: Las Cartas de Virgo 1/2

Especial; Parte Uno.

Tres Años Después

Cómo a todo el mundo le pasa, hay días buenos y días malos.
Días en los que todo salió bien, las cosas fluyeron de manera buena o normal, días en los que al llegar a casa, se llegaba con una satisfacción de que fue un buen día de verdad.

Pero, había otros días, que nada salía bien, que los planes fallaban o se retrasaban, días en los que al llegar a casa, lo único que se desea era llegar a la cama y dormir, olvidarse de lo malo que pasó, pero en ese instante que se disponía a descansar, la mente no dejaba de darle vueltas, de molestar con esa incómoda sensación de que algo parece inquietante.

Hoy parecía uno de esos días que nada estaba bien para la clase doce, y era tan irónico e irreal que los doce, aún estando por separado, habían tenido un mal día.

Pero alguna vez, Virgo les dió una carta a cada uno, dónde les pedía que siempre que estuvieran en esos días de angustia y desespero, se encerraran en su mundo, y leyeran las cartas cuando fuera necesario.

Eso era lo que los doce chicos querían hacer cuando sus días acabaron, la mayoría había terminado su carrera, ya todos trabajaban, pero eso significaba que sus trabajos a veces los sacaban de sus casillas.

Algunas veces se preguntaban si esa era la vida por la que tanto habían esperado, una vida adulta dónde solo llegaban los gastos y los descansos diminutos.

Así que hoy en la noche, los doce chicos tenían que tomarse un tiempo para leer sus cartas y recordarse que aún en medio del caos, hay un pequeño rayo de luz.

[...]

Él ahora pelirosa, estaba estresado, a punto de llorar de lo mal que ha sido su día, tuvo un accidente en su estudio, y dos de sus esculturas habían sufrido los daños en el suelo, rompiéndose.

Escorpio odiaba con toda su alma cuando algunas de las esculturas que hacía con tanta pasión y esfuerzo, se rompían, era un golpe al alma, un disparo a su sueño.

Sagitario estaba en el estudio grabando su parte de una nueva canción, así que ahora mismo, Escorpio estaba solo y no podía ser abrazado por su esposo.

De verdad no le gustaba esto, esculturas rotas, escasez de material para sus creaciones, la ausencia de Sag por casi dos días, pues no ha podido ni descansar ahora que su carrera estaba tomando vuelo.

Escorpio suspiró, eran las doce de la noche, él solo quería ir a dormir.
Se levantó de su silla, dispuesto a salir del estudio.

Con cansancio, se tuvo que preparar para dormir, alistando todo para mañana, recibió una llamada de Sagitario, dónde le pedía perdón porque llegaría tarde a casa nuevamente, Escorpio entendió, después de todo se trataba del sueño de su chico.

Dió un suspiro al ya estar recostado en la cama, podría ver una serie para distraerse, pero simplemente quería silencio.

Se mantuvo en la cama un tiempo, hasta que en uno de los muebles, recordó que ahí había dejado algo importante.

Sus piernitas corrieron de regreso a la cama, ahora con un sobre en sus manos.

La abrió cuidadosamente, porque quería hacerle caso a las palabras de Virgo, quería saber que alguien le recordaría que solo fue un mal día.

Así, empezó a leer lo que esta contenía, listo para que, aún después tantas veces que la ha leído, siempre le hacía llorar.

"Sería raro pensar que una persona de aquí tiene la misma bondad que la de un niño después de tantos años encerrado en este lugar.