Chicos Perfectos [Zodiaco Boys Love]

16.- "Chicos Perfectos"

El amor por la comida era algo que todos compartían, quizá unos más que otros, pero a todos les gustaba la comida en realidad.

En esta única oportunidad, los chicos estaban comiendo en un local de comida rápida, después de dejar sus cosas en el departamento del platinado, afortunadamente tenían certificado de algunos estudios que tuvieron que dárseles por obligación, ahora, si lo deseaban, podían ejercer cualquier carrera que les gustase.

De ninguna forma iban a volver a la casa de sus padres, había algunos de ellos que habían sido dejados en el colegio por su familia, y supuestamente, después de eso podían volver a casa.
Ninguno de ellos tenía la más mínima motivación de verlos, todos y cada uno de los chicos detestaban hasta el alma a las personas que los dejaron ahí.

Si bien, eso ayudó al resultado de que ahora conocieran lo que era el amor y la amistad, de cualquier manera pudieron haberse ahorrado tanto sufrimiento.

—Entonces... ¿por qué tardaste tanto? —preguntó un curioso Géminis.

Acuario suspiró. —No era fácil hacer todo, tenía qué planear cómo iba a salir, y cómo iba a conseguir pruebas para meterlo a la cárcel.

—Uy, cuenta —sugirió Aries, devorando una hamburguesa.

—Siempre que salía del colegio, era para trabajar, lo único que necesitaba para esto era una cámara, el día que escapamos a la feria, sabía que Adler iba a acceder a dejarnos ir, y también sabía que si una noche antes iba a dejar la cámara a la sala de castigo, lo único que haría falta era que Raphael regresara y tener qué llevarme a sus estúpidos castigos —contó—, antes de eso, grabé muchas situaciones en las que Raphael les gritaba a los chicos de otros grados, incluso a los niños, fue difícil que no me viera.

—Prácticamente quisiste que te golpeara para salir —indicó Cáncer.

—En pocas palabras, sí —rió—, después de ese último castigo, mi plan ya no podía echarse para atrás, sino escapaba no podríamos salir hasta dentro del siguiente año. Cuando me fui, tenía a una persona que iba a ayudarme, era alguien que conocí en el refugio para animales, él me ayudó a darme techo casi una semana, en ese tiempo no quise dejar nada para después, comencé a trabajar en otro lado hasta que encontré una empresa de marca de celulares, fue difícil entrar pero, saluden al nuevo gerente en el área informática.

—¿Sabes cosas de informática? —preguntó Tauro.

—Hago muchas cosas solo —confesó—, tuve que hacer que me ascendieran rápido, cuando tuve un buen lugar para que todos llegaran y del dinero suficiente para convencer a la policía de que actuaran rápido, entonces llegó el día que iba a sacarlos, suerte que llegué a tiempo.

—Esto es increíble, ¿esto está pasando o estoy soñando? Alguien que me golpee —pidió Piscis, dejando su cabeza en el respaldo del sofá.

Aries miró a su derecha, golpeando el estómago del rubio.

—¡No era en serio! —se quejó.

—Bien hecho —felicitó un pelinegro a Aries, acercándolo más a él.

—Y... ¿Ahora qué vamos a hacer? Nunca hemos trabajado —incitó Escorpio.

—Hay que conseguir un buen trabajo temporal y, no sé, encontrar la manera de encontrar trabajos estables para sobrevivir, no vamos a invadir un departamento toda la vida —aconsejó Sagitario.

—¿Y si no lo logramos? —añadió Géminis—, y, ¿y si ahora sin techo ni comida terminamos en la calle?

—Han estado casi veintidós años preocupándose de lo que va a pasar —culminó Leo, harto de todos estos años en los que sus amigos no podían controlar sus pensamientos—, ¡Ya cállense, vivan la vida, ya somos libres, tenemos mucho tiempo para empezar otra vez, simplemente dejen que todo fluya, carajo!