11.- "La Feria Parte 1"

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Virgo estaba solo, jugando a derribar latas para ganar un insípido peluche de búho.

Antes le gustaba la soledad, ahora parecía que no tenía opción.

Todos sus amigos se habían ido en parejas o en grupos a divertirse, y claro que fue invitado a unirse, pero él temía de algo, que era el rechazo, el ser cambiado, que vieran que quizá estaban mejor sin su compañía.

Muchas veces se preguntaba, ¿cómo era que se podría ser agradable como Libra, Escorpio, Aries o Géminis? Se preguntaba cómo es que ellos tenían ese don de simpatizar con los demás y ser socialmente gustosos.

Había derribado casi todas las latas de la parte más cercana, y él chico se sentía realmente aburrido, le hubiera gustado que alguien estuviera aquí ayudándole a ganar el premio mayor, el lindo búho del tamaño de un cuerpo de niño de seis años.

Suspiró, prefirió conformarse con un búho mucho más pequeño, uno que pudiera tomar con una mano.
Siguió andando por aquella feria, todo estaba siendo tan aburrido para él.

Vió a lo lejos como algunos de sus amigos comenzaban a esparcirse cada vez más, y él, quizá ya se iría de aquel lugar, directo al colegio a leer o escribir una de sus cartas a lo que sea que le quiera escribir una carta, al búho quizá.

Mantuvo su rumbo, hasta notar a cierto castaño caminar con coraje a lo lejos, y venía a la dirección del mayor.
Ladeó su cabeza, ¿Leo asustado?

Algo había sucedido, eso es seguro.

Él pelirrojo pensaba en pasar por un lado con temor, se notaba en su mirada, hasta que la mano del ojiverde detuvo su brazo y su caminata, ya que un extraño sentimiento de duda surgió.

—¿Todo bien?

—¡Una horrible cosa salió en la casa embrujada! ¡Casi me da un infarto! —gritó—, ¡¿Y sabes qué hicieron Escorpio y Libra?! ¡No sé porque no los encuentro, corrimos por nuestras vidas!

Virgo vió al chico mejor, su cara estaba pálida, en verdad los habían asustado.
Y por un segundo, Virgo sonrió.

No pudo explicar la risa que le había dado de verlo así, pero sonreír y reír de verdad era algo que hace mucho no experimentaba.

Y es que, le parecía graciosa y tierna la cara de asustado del contrario, además de que, Leo nunca parecía tan alterado en realidad, de hecho, nunca se alteraba, le sorprendía verlo así, gritando.

Él mayor no sabía qué hacer exactamente, lo veía temblar, él sabía que una persona podría incluso llegar al grado de desmayarse por un susto, así que entendía perfectamente que Leo ahora estuviera buscando tranquilización, ya que para él ojiazul, ahora era complicado meditar y hallar la paz.

Virgo miró al búho en su mano, y pasó a estirarla al chico.

—Ten —ofreció.

Leo jugaba con sus manos, hasta que divisó el objeto que le estaban otorgando, y como si se tratara de un niño, agarró el peluche para estrujarlo en sus manos.

—Gracias —soltó.

Se abrazó al objeto, lo estaba tratando como un salvaje cuidando su posesión.

Él chico teñido de rubio y negro, no sabía cómo actuar, él no era bueno consolando a los otros, no era bueno conectando con la gente y hacerlos sentir bien.

Creyó que alejarse e irse sería la mejor solución, y que Leo encontraría la solución para reivindicarse, ya que su capacidad de relajación y tranquilidad eran mayores que su miedo momentáneo.

Chicos Perfectos [Zodiaco Boys Love]Where stories live. Discover now