Capítulo 16

10.3K 716 61
                                    

Esa misma tarde, tras una sesión de capítulos de The Walking Dead, la cual debo admitir era increíblemente adictiva... pedimos a Dinah que viniera. Eran las seis, en apenas una hora debía volver al trabajo.

-Qué passsha. -entró felizmente en la habitación. Dejando un sonoro beso en la mejilla de cada una.

-Quería pedirte un gran favor, Dinah. -agité mis dedos nerviosamente.

-¿Puedes sustituirla en el trabajo este fin de semana? -Lauren habló por mí. La miré sorprendida.

-¿Por qué? -masticaba chicle laboriosamente.

-Una persona muy importante para mí ha muerto hoy... y bueno, Lauren me ha invitado a pasar unos días en el campo.

-Oh, cuanto lo siento, Cam. -me abrazó.

-Gracias por tu apoyo. -le di un beso al separarnos.

-Bueno, no puedo negarme cuando una amiga me necesita.

-SÍ. -aplaudió Lauren.

-Pero espero no tener que cuidar plantas ni nada, no es lo mío la verdad ni siquiera sé cómo hacerlo con las de plástico. -la ojiverde levantó la ceja interrogante.

-Se... se refiere a las plantas de la heladería, hay algunas en la entrada. -forcé una sonrisa mirando amenazantemente a Dinah.

-¿Qué? no, no, yo me refiero a las de la flo...

-VÁMONOS, NENA, TE ENSEÑARÉ HOY MISMO CÓMO VAN LAS COSAS EN EL NEGOCIO. -la empujé fuera de la habitación. Volví corriendo cuando recordé que se me olvidaba algo fundamental. -Adiós, Laur, te quiero. -dije rápidamente dándole un beso. Ella se sonrojó.

-Te... te llamo mañana por la mañana. Suerte con Dinah.

Bajamos la escalera y toda la familia estaba en el salón, cada uno en sus propios asuntos.

-¿Ya os váis? -preguntó Clara. Asentimos. Todos se giraron hacia nosotras y me analizaron como si de una ecuación se tratase. -Ven que te presente, Camila.

-No sabía cómo pedírtelo jaja. -NERVIOS, NERVIOS, CÓDIGO ROJO, RED CODE. Me acerqué.

-Os presento a Camila. Es una chica estupenda. Ya les he informado de que quizás vengas con nosotros, ¿así será?

-Estaré encantada de acompañaros.

-YO SOY TAYLOR, HERMANA DE LAUREN. -me abrazó efusivamente, dejando mi mano la cual le tendí en un segundo plano. -Y ese cabezón es nuestro hermano Chris.

-Encantado. -sonrió amistosamente.

-Y yo soy Michael, Mike para los amigos. Y como eres amiga de mi hija, supongo que también mía. -me dio un pequeño abrazo.

-Un placer conoceros a todos, pero debo irme ya, tengo trabajo.

-Así me gusta, una chica con recursos. -me elogió Mike.

-Hasta mañana. -me despedí.

-¿Me explicas por qué casi me tiras por la ventana y qué es eso de la heladería? -preguntó Dinah recién comenzábamos el camino a la tienda.

-Ella piensa que mi familia tiene una heladería, sería demasiado evidente si supiera que se trata de una floristería.

-Pero... ¿nunca te ha visto repartiendo?

-Llevo las flores cubiertas, ¿recuerdas?

-Realmente veo bastante estúpido que le ocultes que eres la de los regalos anónimos. Simplemente podrías dárselos y punto.

-Me da vergüenza... -agaché la cabeza.

-Quizás te llevarías una sorpresa.

-¿Cómo?

-Llegamos, vamos, vamos, al lío, dónde están esos padres latinos. -entró rápidamente en la tienda. La seguí. Para mí sorpresa ya mantenía conversación con mi padre. Quien la apartó para venir a abrazarme.

-Lo siento. -me susurró.

-Ya estoy mucho mejor. -lo achuché.

-Entiendo si no quieres trabajar hoy...

-Sí lo haré. Pero quería comentaros algo sobre este fin de semana. ¿Y mamá?

-¡Cariño, Camila ha llegado!

Mi madre apareció rápidamente realizando la misma acción que mi padre minutos antes.

-¿Bien? -preguntó mirando fijamente mis ojos y sujetando mis hombros.

-Bien. -afirmé. Regalándole una pequeña sonrisa. -Pero quería pediros algo. Bueno, eh... La... Lauren me ha invitado a pasar el fin de semana en el campo con su familia, hasta el domingo, para evadirme de todo unos días. Lo necesito realmente. Y como no me gustaría que tuviérais que cargar con mi trabajo o que éste se acumulase le he pedido a Dinah que me sustituya. Oh, Dinah, Sinuhé. -las presenté.

-Mucho gusto, corazón.

-¿Me harás algún día arroz a la cubana?

-Jajajajaja por supuesto. Ven cualquier domingo y tendrás un plato sobre la mesa. Me cae bien. -dijo guiñándome un ojo. -Y respecto a lo del campo... me parece una excelente idea. ¿Alejandro?

-Totalmente de acuerdo.

-Esto me vendrá bien para mi triste currículo. -anunció Dinah. Todos reímos. -Porque poner desatascadora de tuberías cuando mis primos meten el chupete por el desagüe del lavabo no es válido, ¿no?

-Aún no. -rió mi padre.

-Y con el dinero podrás comprar cactus. -la golpeé con el codo. -Le encantan.

-Oh, no, ni hablar. No pienso aceptar dinero. Es un gesto amistoso.

-No harás esto por la gracia divina. -mi madre puso ambos brazos en forma de jarra.

-No puede obligarme a aceptar dinero. -imitó su postura.

-¿Y si te pago con cactus? Uno por cada día de trabajo.

-¿VES? ESO YA ES OTRA COSA.

Todo marchaba de maravilla, pero lo mejor estaba aún por llegar.

----------------
Estoy feliz porque dos exámenes esta semana = dos sobresalientes, además mañana no tengo clases.
Y como me gusta que vosotros también estéis felices... :)

La repartidora (Camren)Where stories live. Discover now