Capítulo 18

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Tardamos unos diez minutos a pie. El bar estaba atestado de gente.

-Pensé que esto era un lugar tranquilo.

-Muchos viajeros paran a tomar algo aquí, te dije que tienen unos creeps increíbles.

-Pues quiero probarlos YA.

Escogimos una mesa de esquina alejada. Cogí la carta pero Lauren me la quitó de las manos cuando llegó la camarera.

-Lo de siempre, Tiara, pero doble y con helado.

-¡Marchando! ¿Las queréis con forma de corazón? -y tras soltar ese boom la tía se marchó riéndose por lo bajo.

-Se nota la confianza. -traté de ignorar lo último que dijo.

-Y tanto jajajajaja. -estaba algo colorada.

En la vuelta a casa casi tenemos que llamar a una grúa. Maldita sea, esos creeps eran como el doble de gordos de lo normal.

-¡Ya estamos de regreso, familia! -cerré la puerta mientras Lauren daba el aviso.

-Tengo una sorpresa, cariño. -Clara vino rápidamente. -Alguien especial pasará estos días con nosotros.

-¿Y ese alguien es...?

-Lolooo. -una mujer anciana venía desde el salón con los brazos en alto. ¿Lolo?

-NO, ¿ABUELA? -gritó emocionada corriendo hasta ella y abrazándola.

-Lo sabíamos hace unos días pero queríamos que fuese sorpresa, la ha traído tu primo John.

-¡Genial! Oh, abuela, ella es Camila. Camz, te presento a mi abuela Nuria.

-¿Mi nieta al fin ha encontrado a su media naranja? -me tiró de la mejilla. Haciéndome reír, aunque al mismo tiempo me sonrojé por la pregunta. ¿Por qué todos nos emparejaban?

-Sí. -exacto, no somos parej... ¿QUÉEE? -Mis ojos se abrieron enormemente buscando a la emisora de esas palabras: Clara. Ella y Lauren intercambiaban miradas que yo no podía entender. Por otra parte grité de alegría en mi interior, mis sospechas sobre la homosexualidad de Lauren acababan de confirmarse.

-Síiiii, sí, sí, qué gran noticia. Me alegro muchísimo de que seas la primera, luces realmente encantadora espero no llevarme una decepción.

-No lo hará, señora jaja. -reí nerviosamente.

-Ahora me pillas cansada pero tú y yo nos conoceremos a fondo poco a poco, Camila.

Ella y Clara se marcharon a la cocina, dejándonos solas de nuevo. Las preguntas subían por mi garganta empujando pero Lauren tiró de mí para llevarnos a la habitación.

-¿Se puede saber qué haces? Mejor dicho, ¿qué hace tu madre? -me llevé las manos a la cabeza.

-Escucha, mi abuela no vivirá demasiado, ¿ok? Y siempre ha tenido mucha ilusión en verme enamorada... y... lo siento, ha sido un impulso de mi madre. -agachó la cabeza.

-Lauren, no sé actuar, se me nota todo. Tampoco me gusta. Una vez robé un rotulador y lo grité en medio de una fiesta de cumpleaños.

-Sólo debemos fingir un par de días, ¿síii? -juntó las manos rogando con cara de niña pequeña.

-Espero que haya recompensa.

-¿Qué mejor recompensa que ser mi novia durante un fin de semana completo con alojamiento y comida incluidos? -mi novia... esas palabras provocaron que un escalofrío sin control recorriese mi cuerpo. Si supiera que de verdad es para mí una re compensa...

-Jugar al baloncesto.

-¿Qué?

-He visto la canasta que tenéis detrás. Quiero jugar. Esa es mi única petición.

-Claro, los deportes se me dan genial, seguramente te humille, pero trataré de portarme lo mejor posible. 

-Ya lo veremos. -fruncí el ceño. La verdad es que los deportes no son lo mío, pero me pico fácilmente y puedo sacar habilidades que no tengo de la nada con tal de ganar.

-¿INTERRUMPO? -la abuela entró en la habitación tapándose ambos ojos con las manos. -Lauren se pegó a mí rápidamente.

-Pareces el mono de WhatsApp, abuela.

-Da el mismo mal rollo. -se me escapó. Lauren golpeó mi brazo.

-Venía a avisaros de que ya está la cena.

-Puede mirar ya, Nuria, simplemente hablábamos.

-Ahora se le llama "hablar". -susurró saliendo de la habitación, aún tapando su vista. Mi boca se abrió sorprendida.

-¿Has escuchado eso?

-Camila, su grupo favorito es Paramore, su película Resident Evil, trabajó como bailarina exótica o stripper y la poli tiene sus huellas dactilares desde hace tiempo. Si esperabas a la típica abuela de cotilleos, mantita y Miguel Bosé, estás muy equivocada.

-Pero... qué... si ella... qué...

-Exacto.

Minutos después bajamos y ya todos estaban sentados en la mesa esperando.

-¿Terminando de "hablar"? -preguntó Nuria. TIERRA TRÁGAME.

Nos sentamos sonrientes tratando de evitar la incómoda e irónica pregunta.

La cena transcurrió de manera agradable, Michael encabezaba la conversación contando historias de su trabajo. Era obrero.

-¿Tenéis pensado salir? -la cena había terminado y Chris, Lauren, Clara y yo nos encargábamos de fregar todo. Michael, Taylor y Nuria veían rugby en el salón. Sorprendentemente la que más gritaba era la última.

-¿Qué te apetece a ti, Camz? -mi humor cambió repentinamente cuando la voz de la abuela de Lauren me hizo recordar a Ellen. Las cosas eran muy recientes aún.

-Eh...

-Creo que por hoy mejor veremos pelis y comeremos helado de chocolate hasta caer rendidas. -contestó Lauren, interpretando mi gesto a la perfección.

-Sí. -sonreí aún triste.

-Váyanse, nosotros terminamos esto. -añadió Chris.

Lauren abrió la nevera, cogió un bote grande de helado y dos cucharas de un cajón, sujetó mi mano y abandonamos la planta baja silenciosamente. No cruzamos palabra ni siquiera mientras ella escogía una película después de ponernos el pijama. "Date Movie" fue la primera elección, de una larga lista que vino después casi hasta el amanecer.

No conseguía expulsar ninguna palabra, pero eso parecía no incomodarla. Cada cierto tiempo giraba la cabeza para comprobar que estaba bien y volvía a mirar la pantalla. Entonces yo me quedaba observándola a ella. Nuestras manos seguían unidas.

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Aquíiiiiii tenéis :)

Y pasáos a leer la otra anda sed fieles.

¡¡FELIZ VIERNES!!

La repartidora (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora