Capítulo 6

11.4K 808 131
                                    

Y otra semana más empezaba, mi día de descanso había terminado, la fiebre no existía ya para mi desgracia.

Aún así mi cabeza no mejoró demasiado, iba al supermercado tranquilamente paseando, mi madre me había mandado a por unos huevos para la comida antes de que empezara mi turno de reparto, cuando sentí el peso de un bolso caer sobre mi cabeza.

-NORMANI, QUÉ HACES. -oí una voz familiar.

-NOS SIGUE, TE JURO QUE NOS SIGUE. -froté mi cabeza y al elevar la vista me encontré a Lauren sujetando a la chica negra con la que suele volver de clase.

-¿Estás bien, Camila? -se arrodilló junto a mi. -Esta escena me resulta familiar jajajaja.

-Sólo que ahora creo que sí tengo una brecha en mi cabeza. -sonreí. La otra chica seguía mirándome desconfiadamente.

-Si no nos acosaras no te habría pasado nada.

-No acoso a nadie. -me puse en pie. 

-¿Ah, no? Pues te veo cada día al salir de clase aminorar la marcha cuando estás cerca de nosotras.

-Creéme, nunca seguiría a alguien tan ególatra como tú. -le respondí.

-Entonces acosas a Lauren. -se cruzó de brazos. 

-Yo... eh... mira, sólo iba a por un recado, paso de este rollo. -traté de irme pero Lauren sujetó mi brazo.

-No le hagas caso, por favor, está peleada con su novio. 

-ELLA NO NECESITABA SABER ESO. Y NO RETIRARÉ NADA DE LO QUE HE DICHO.

-¿No? Márchate entonces. -Lauren parecía estar enfadada.

-¿En serio? ¿Me vas a cambiar por el Inspector Gadget? -no pude contener la risa. -Si le caigo hasta bien, en realidad.

-De acuerdo, pero un solo ataque más y te cambio.

-Te estaré vigilando. -me dijo Normani, entrecerrando los ojos, ¿ese era su nombre, no?

-Me preguntaba si... -comenzó Lauren. -verás, tengo una audición para el club de canto mañana y precisamente me he ido antes de clase porque estoy muy nerviosa y necesito ensayar, Normani venía a ayudarme a corregir posibles fallos... ¿quieres acompañarnos? en mi casa.

-Oh... -mierda, el trabajo, no tengo tiempo. -no puedo, tengo trabajo en aproximádamente una hora. -hice una mueca de disgusto, ir a su casa era algo bastante más apetecible.

-No sabía que trabajabas... es una pena. -sus ojos de verdad transmitían decepción.

-Mira, déjame hacer un par de preguntas a mis padres, o lo que es lo mismo, mis jefes, y si puedo estaré en media hora en tu casa, ¿trato? -le extendí mi mano.

-Trato. -sonrientemente apretó mi mano. Sentí mil calambres de la cabeza a los pies.

-Soy Camila. -tendí mano a Normani, a continuación de Lauren. Ella la miró durante unos segundos, hasta que finalmente la estrechó.

-Supongo que eres buena tía... soy Normani. -esta vez sí, sonrió.

Después de eso salí corriendo, tras asegurarme de que ninguna me veía por supuesto. Llegué tan rápido a la tienda que mi único modo de frenar fue la puerta. Mi madre casi muere del susto.

-PERO DÓNDE VAS. -gritó con una mano en el corazón. -CRÍA HIJOS PARA QUE LUEGO INTENTEN MATARTE. -gritó en español. Solía pasar cuando dramatizaba, sería por las telenovelas, supongo.

-Casa ensayo luego juro reparto Lauren amiga y otra. -solté aún sin recuperar el oxígeno por mi carrera al supermercado y de allí a la tienda.

-¿Qué?

-Algo de un ensayo en casa de Lauren y que luego hará los repartos. -respondió mi padre desde el mostrador. Asentí.

-De eso nada, y si luego se te acumulan.

-Venga, Sinuhé, déjala ir. -mi padre se había acercado y la rodeó con el brazo. Guiñándome un ojo a escondidas.

-Bueno, -suspiró- pero hoy empiezas a las seis. -asentí deprisa. -Y, -me señaló amenazadoramente con el dedo. -disfruta. -calmó la expresión de su cara y me abrazó. -Es tuya. -dijo. Sonreí y la abracé.

Gracias a mi "Harley" estaba frente a la puerta de Lauren diez minutos después. El timbre sonó varias veces pero nadie abría. Justo cuando comenzaba a pensar que tal vez habían cambiado sus planes y mi humor empezaba a decaer la puerta se abrió, dando paso a una mirada dulce, proveniente de esos ojos tan impresionantes.

-Hola. -me sonrojé como un termómetro. 

-Creí que no vendrías, han pasado veintisiete minutos. -rió. No pude evitar sonreír como una tonta al verla.

-A la jefa le gusta hacerse la dura. -contesté.

-Pasa. 

Se apartó para darme espacio, aunque eso era precisamente lo que yo no deseaba. Su casa era muy bonita, decorada con bastantes obras de arte y algunos objetos que parecían ser bastante antiguos.

-Me gusta tu casa. -ella cerró y se colocó frente a mí. -Es... -mis pensamientos eran decir elegante, pero entonces me concentré por un instante en su boca y... -cuadrada. Empezó a reír a carcajadas. Joder, Camila, Shakespeare a tu lado es un novato, guapa.

-Había oído muchos comentarios respecto a mi casa, pero admito que ese ha sido el que más me ha sorprendido. -jugaba con mis manos, estaba nerviosa, ella paró ese juego sujetando una de ellas.

-Ven, ensayo en mi habitación. -me guió por las escaleras. Al llegar busqué a Normani pero ni rastro de ella.

-¿Y tu amiga?

-Oh, se ha tenido que ir urgentemente, supongo que sólo cuento con tu ayuda...

--------------------------

Sólo pasaba por aquí... y bueno... @cubanassonpoint

La repartidora (Camren)Where stories live. Discover now