17 ♡Fin♡

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Las frías piedras grises se inundaron de oro. La nieve se esfumó del suelo para revelar pastos de un verde brillante. Flores llenas de color aparecieron en todos lados y, en la arcada, las rosas blancas se volvieron rojas.

Y dentro del castillo, la transformación continuó.

- ¡Ay, Jin! -gritó Namjoon con alegría-. ¡Mírate, eres mi hermoso de nuevo! -Estirándose, trató de darle un pellizco en la mejilla. Él la esquivó, como cualquier joven humano enamorado haría, y salió corriendo hacia la puerta principal, seguido de Namjpon. Al abrirla, el sol entró de golpe...y también algunos de los aldeanos.

Acercándose a la puerta, un joven pelinegro, un alfarero, contempló el castillo, que ahora brillaba con alegría y cordialidad . Luego, sus ojos se posaron en Jin, quien estaba cerca de la entrada, y, más allá, en Hoseok. Entonces gritó emocionado.

- ¿Querido?

Hoseok sonrió.

- ¡Hola, Choi, Choi JunHong! -dijo, corriendo hacia él, con el corazón latiendo desenfrenado.

- ¡Hoseok! -exclamó, mientras su esposo se enterraban en sus brazos-. ¡Te encontré!

Las reuniones continuaron. Y en medio de todo, con una expresión benevolente en el rostro, estaba Agathe. Ella también se había transformado, de una vieja pordiosera a una hechicera. Pero no notó o no le importo demasiado su propia transformación. Su misión fue verificar que el príncipe se convirtiera en un hombre digno de ser amado. Tras observar a los felices miembros del personal correr por el castillo, llamándose y abrazándose los unos a los otros, supo que él había encontrado la manera de ser amado. Había encontrado su corazón. Necesitó de mucho y de un jovencito particularmente terco para conseguirlo, pero lo había logrado.

Jimin soltó un grito, y todos voltearon hacia la escalera. En la parte más alta, como si así lo hubiera planeado, estaba JungKook. Taehyung se encontraba a su lado. Se miraban fijamente con los ojos llenos de amor puro. Agathe sonrió y comenzó a alejarse, mientras el personal corría para saludar a su amo y a su amado.

- Hola, viejo amigo - escucho la hechicera.

Fue JungKook quien dijo eso a Yoongi cuando Agathe cruzaba la perita. Ella volteó para echarle un último vistazo a la escena feliz. JungKook, el príncipe, se encontraba rodeado por el personal. Taehyung aguardaba a un lado, dejándolo disfrutar el momento que tanto había ansiado. Agathe asintió para sí misma; si, todo estaba como debía ser. Y sabía que si Taehyung permanecía ahí para recordarle al príncipe quien era realmente, todo estaría así por siempre.



✧ ✧ ✧ ✧


Taehyung no había creído posible tanta felicidad. Pero así de feliz estaba. Loco, maravilloso y dichosamente feliz.
Deslizándose por el salón de baile en los brazos de JungKook, sonrió al encontrarse con los rostros que ahora le eran muy familiares. Vio a su padre, sano y salvo. Alcanzó a ver a Yoongi y Jimin, que bailaban no muy lejos. Vio a Jin, acomodado entre los fuertes brazos de su prometido, fingiendo estar irritado, pero evidentemente disfrutando la atención de el chico moreno. Hoseok se encontraba abrazando fuertemente a su esposo, quien lo miraba desde arriba con una mirada llena de amor, acompañada de una sonrisa. Las parejas de jóvenes estaban enamorados y eso Taehyung lo sabía.

Así como la diva, en quien Taehyung no podía dejar de pensar como la Sra. Armario. Bailaba feliz con su maestro.

<Esta>, pensó Taehyung, mirando alrededor, <es mi familia>.

Levantó la mirada y se encontró con los penetrantes ojos marrones del príncipe. Él le sonrió y el sintió el ahora conocido calor del amor dispararse por todo su cuerpo, desde los dedos de sus pies hasta la punta de sus orejas. Durante las últimas semanas había aprendido a amar al príncipe JungKook con la misma intensidad con la que había amado a la bestia. Y lo amaba más con cada día que pasaban mirándolo abrazar la vida que se le había negado por tanto tiempo.

<Estoy viviendo mi propio cuento de hada>, pensó, mientras él le daba vueltas. <Y no hay nada más que pudiera desear. Excepto...>.

Al sentir que Taehyung se tensaba en sus brazos, JungKook lo miró; los ojos de él se entrecerraron con preocupación.

- Taehyung...-dijo-. ¿Que piensas?

El pequeño chico de piel canela tomó un momento para pensar en su respuesta y trato de no sonreír cuando el rostro de JungKook se mostró más consternado. Luego, levantó una mano y la poso por su suave mejilla.

- ¿No te gustaría dejarte crecer la barba?

Dando un clamor de risas, JungKook se acercó más a Taehyung. Sus ojos se clavaron en los del chico y asintió, con una promesa silenciosa de que siempre trataría de ser la mejor versión de sí mismo, la versión que el creyó posible antes que él. Luego, inclinándose, lo besó. Y mientras él cerraba los ojos y se entregaba a la mágia del beso, el mundo se desvaneció hasta parecer que solo quedaban ellos, atrapados en una leyenda tan vieja como el tiempo. Taehyung pensó en el futuro; en las clases de lectura que daría en la biblioteca del azabache para todos los estudiantes de la aldea; en los viajes que él y JungKook harían de vez en cuando; en la amistad de los habitantes del castillo, que definitivamente sería para siempre.

Una historia que empezó con un «Había una vez» terminaba, como Taehyung sabía, con un «Felices para siempre».





Una historia que empezó con un «Había una vez» terminaba, como Taehyung sabía, con un «Felices para siempre»

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• El final es corto, lo sé. Pero fue escrito lleno de amor para ustedes. Espero y les guste y espero y hayan disfrutado en su totalidad esta pequeña adaptación de la película con el "KookV" de protagonistas.

Los quiero mucho, mucho y gracias por todo el apoyo.❤

El Bello y la Bestia ღ KookVWhere stories live. Discover now