Capitulo 7

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Park Bo gum seguía sin poder creerlo. Lo habían rechazado. Lo habían rechazado fría, directa y completamente. Sentado en su silla favorita, en su lugar favorito de la taberna del pueblo —Justo bajo el cuadro que exhibía las cornamentas y los trofeos que había ganado—. Park no podía remediar la fea sensación que tenía en la boca del estómago. Ni siquiera LeFou, quien estaba sentado a su lado y le decía lo maravilloso que era, lograba quitarle la tristeza que sentía.

Maurice apareció en la entrada. Sus ojos parecían desorbitados y su ropa estaba rasgada. Se sujeto del marco mientras un ataque de tos le sacudía el cuerpo.

—¡Auxilio! —grito cuando la tos cesó —. ¡Alguien ayúdeme! Tenemos que ir...No hay tiempo que perder...

En tanto hablaba, Maurice se adentró más en la taberna buscando el calor del fuego que rugía en la chimenea. Al ver cuán desaliñado y maltrecho estaba el hombre, el tabernero trató de calmarlo.

—Alto, alto, alto —dijo—. Calma, Maurice.

El inventor agitó la cabeza.

—¡Tiene a Taehyung...encerrado en un calabozo!

Bo gum se irguió en su silla con vivo interés.

—¿Quien lo encerró? —preguntó el tabernero.

—¡Una bestia! —respondió Maurice —. ¡Una horrible y monstruosa bestia!

Sorprendidos con las palabras del hombre, todos se quedaron callados...por unos segundos. Después todos estallaron en risa.

Sentado en su silla, Park permaneció callado. El padre de Taehyung era un hombre extraño. Siempre lo había sido. Pero, mientras el hombre seguía suplicando, una idea tomó forma en la mente de Bo gum. Una idea que lo haría quedar como un héroe...de nuevo.
Rápidamente, el cazador se puso de pie.

—Yo te ayudaré, Maurice—dijo con grandilocuencias

—¿Ah, si? —preguntó LeFou, confundido por la repentina generosidad de su amigo.
Park giró y guiñó un ojo a LeFou, mientras sus labios articulaban sin voz: «observa». Enseguida, se dirigió a todos:

—¡Oigan! ¡Dejen de burlarse de este hombre! —Al instante, cesaron las risas. Park asintió. De verdad era el hombre más respetado del pueblo. Luego de dar unos pasos veloces hacia el, Maurice se arrodilló.

—Gracias, capitán —pronunció dócilmente—. Gracias.

—No me agradezcas, Maurice—repuso Bo gum, levantando al hombre—. Llévanos con esa Bestia.

—Ahora entiendo que estás haciendo. —susurro LeFou sin detenerse.

Park Bo gum asintió. Sabía que LeFou se daría cuenta de su plan; siempre lo hacía. Ahora solo tenía que asegurarse de que Maurice no se percatara de lo mismo antes de tiempo. Si Park estaba en lo correcto, y casi siempre estaba en lo correcto, acababa de encontrar una manera para hacer que Taehyung se casara con él después de todo.

✧ ✧ ✧ ✧

El castillo de la Bestia estaba más calmado que la aldea..., aunque no mucho. Desde que Taehyung había llegado, el personal se encontraba en un grave estado de nerviosismo. No era muy común que tuvieran visitas en el castillo. De hecho, no habían tenido un solo visitante desde aquella fatídica noche. Determinados a hacer que Taehyung se sintiera como en casa y con la esperanza de que algún día también fuera su casa, cada miembro del personal doméstico ponía de su parte para que todo resultara perfecto, empezando por la cena.
Emocionados, los cocineros trabajaban a prisa; bajo el mando de Hoseok —un sensato tetero con un corazón de oro—, preparaban un complejo menú para Taehyung y para el amo.
Desde la cima de su carrito de servicio de té, Hoseok observaba con satisfacción como los platos y todos los recipientes que por mucho tiempo habían permanecido inutilizados salían de sus cajones y alacenas. Junto a él, su acompañante de toda la vida SeokJin daba saltos de alegría.

El Bello y la Bestia ღ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora