Capítulo 25 (FINAL)

3.8K 274 116
                                    



Christopher Vélez

Mi pecho arde, no era lo mismo pensarlo que decirlo. De algún modo tenía que saberlo, no era justo que yo siguiera tirando mis cartas y que ella no supiera el juego.

Estaba enamorado de Cyara Ross.

Y si ahora era muy temprano para ella, no tendría problema en esperarla.

Siempre dije que estas mierdas no eran para mi, en el instituto me burlaba de los amigos que eran cursis con sus novias, hasta hace no demasiado hacía lo mismo con Joel y Erick, pues de los cinco eran los únicos que se habían comprometido con una mujer por amor. Si, había tenido ligues antes, ninguno podría llamarse amor. Las chicas eran guapas y despertaban deseo sexual en mi, pero nada más. Me borré de la mente la idea de enamorarme cuando me casé con una mujer que claramente no amaba.

Que equivocado estaba.

El amor es un sentimiento increíble, aborda sensaciones maravillosas que te hacen sentir vivo. Y no estoy hablando del amor que uno le tiene a la familia, a los amigos, a los animales, a la música, o a cualquier cosa relacionada.

Estoy hablando del amor que tengo por Cyara.

—Señor Vélez, lamento la molestia pero acaba de llegar Zabdiel.— dijo Celia llegando hasta nosotros.

—Dile que está en su casa, no es necesario que avise.— murmuré sin romper el contacto visual con Cyara.

—Es que... Señor, creo que es algo de lo que quiere hablar en privado.

Frunzo ligeramente el ceño, obligándome a apartar la mirada para llevar mis ojos a ella.

—No tengo privacidad con Cyara, ella puede estar presente sin ningún problema.

—Christopher, no insistas.— dijo la suave voz de Cyara—. Tal vez podemos vernos más tarde o...

—No. — la interrumpo—. Prometo que no me tardaré demasiado...

Mi mirada va hasta Zaid, quien se encuentra mirándome mientras agita el peluche en el aire.

—¿Puedo llevármelo?— pregunto haciendo un puchero, Cyara asiente con una sonrisa en los labios así que no me tardo en cargarlo en brazos.

Escucho a Celia hablar con Cyara a mis espaldas pero no le tomo demasiada importancia a sus palabras, bajo las escaleras con Zaid en brazos para encontrarme con Zabdiel dando pasos por la sala.

—¡Christopher!— exclama sonriente al verme acareándome—. Te traigo buenas noticias... Oh, por Dios, que cosa más adorable.

—Zabdiel, continúa...— digo al ver que se ha distraído con solo ver a mi hijo.

—Oh si, disculpa... Me encontré a tu abogado cuando salía de tu empresa, iba a entregarte unos documentos importantes así que le dije que yo podría entregártelos sin ningún problema.— murmura extendiéndome una carpeta de color negro—. ¿Puedo cargar al Vélez menor mientras mirar de que se trata?

—¿Ya te has enamorado de mi hijo?— cuestiono divertido.

—Ugh, si... Sería imposible no hacerlo.

Reí mientras dejaba a Zaid en sus brazos, él no dudó en mostrarle el peluche de Spiderman como si fuera lo más importante en esos momentos, Zabdiel sonrió mientras le decía que era muy bonito.

No estaba seguro de si el bonito era el peluche o mi hijo.

Abrí la carpeta para ver los papeles que había dentro, mis sentidos se detienen por varios segundos con solo leer la primera hoja.

Magnate VélezWhere stories live. Discover now