Epílogo

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Si echamos la vista atrás unos quince años nos encontraríamos con el reencuentro e nuestros protagonistas en Italia, lugar que siguieron visitando año tras año con el fin de recordar esos momentos.

Ninguno de los dos podría describir su relación con el adjetivo fácil, pero de lo que estaban seguros es que valió la pena todos y cada uno de los baches que se encontraron por el camino.

Ya no había anillos de compromiso en sus dedos como aquella noche en Marbella.

Ni tampoco malas caras.

Ni silencios.

Ni llantos.

Ni problemas.

Tan solo eran una pareja que había perdurado quince años juntos sin necesidad de una boda de por medio. Durante la infancia de Zaid se la pasaron más juntos que nunca, incluso el magnate priorizó pasar tiempo con su familia antes que trabajar. Ahora, en plena adolescencia, las cosas empezaban a cambiar un poco.

Zaid era la copia de su padre, tanto física como personalmente.

—Papá, ¿por qué no te has casado con mamá?— cuestionó mientras metía sus manos dentro de la sudadera de color rosa que llevaba puesta.

—No veo el matrimonio como algo tan importante.— se limitó a responder.

—¿Y no te gustaría?— cuestionó ladeando su cabeza—. Ya sabes, esperarla en el altar con los ojos llorosos mientras la ves caminar hacia ti con un vestido blanco, luciendo con un ángel... Y poder decirle una y mil cosas bonitas frente a todos mientras que os juráis amor eterno.

Christopher sonrió sin poder evitarlo, por supuesto que le gustaría. La simple imagen mental era condenadamente maravillosa.

De lo que estaba seguro era de que no pasaría, sabía que la palabra matrimonio en su relación nunca había sonado por cosas buenas. Y tampoco estaba seguro de si Cyara quería pasar el resto de su vida con él, lo que menos quería era llegar a incomodarla con el tema o que incluso se viera presionada a hacerlo si él llega a mencionarlo.

—Me has salido un romántico, Zaid.— se burló su padre sin poder evitarlo—. Creo que tu novia estará encantada contigo.

—Papá, no quiero tener novia.— murmuró con las mejillas sonrojadas.

Él se encogió de hombros, le encantaba molestar a su hijo con pequeños comentarios que lo hicieran ponerse rojo en cuestión de segundos.

Algo que venía de familia.

—Cambiando de tema... He quedado con Killian.— murmuró, las comisuras de sus labios se alzaron de forma involuntaria y ese gesto no pasó desapercibido para su padre.

—Sabes que no hay problema con eso, recuerda que todavía sois menores de edad y que hay ciertas cosas que no deberíais hacer.

—¡Papá!— dijo antes de rodar los ojos—. No tienes que recordármelo todo el tiempo... Solo vamos a salir a dar una vuelta, ya sabes, lo que hacen los amigos.

Él chasqueó su lengua mientras asentía con la cabeza.

—Yo me quedaré en casa, probablemente haga el amor con tu madre.— informó con una sonrisa divertida en sus labios.

—¡Papá!— exclamó por segunda vez con las mejillas más enrojecidas que antes—. Soy tu hijo, no me deberías de decir ese tipo de información...

Christopher se rió sin poder evitarlo y cuando Zaid pasó por su lado no dudó en despeinarlo.

Minutos más tarde Cyara entró en la habitación, sus brazos rodearon la cintura de Chris y alzó la cabeza para poder mirarlo a los ojos.

—¿Qué le has dicho a Zaid?— preguntó alzando una de sus cejas—. Salió de casa más rojo que un tomate... Sé que tú eres el causante.

—Tal vez lo sea Killian.— murmuró únicamente por molestar.

La cara de Cyara fue un poema nada más escucharlo, se aclaró la garganta y desvió la mirada.

—Así que ya lo sabes...

Christopher palideció al instante.

—¿Saber qué? — preguntó frunciendo ligeramente el ceño.

—Oh joder, acabas de hacer un comentario sobre ellos y... ¿No lo sabías?— atrapó su labio inferior con sus dientes antes de negar con la cabeza—. Esto es algo que deberías de hablar con Zaid y no conmigo.

—¿Están saliendo?— cuestionó, Cyara se mantuvo en silencio por lo que dejó escapar un suspiro—. Tiene diecisiete años... ¿No es muy joven?

—¿Cuando tuviste tú a tu primera novia?— contraatacó ella—. Te recuerdo que es hijo tuyo.

Touché...

"Papá, no quiero tener novia."

Ahora todo cuadraba, sus respuestas, sus acciones, el nerviosismo y la vergüenza ante el tema...

—El hijo de Pimentel es un buen chico.— dijo dando un ligero asentimiento—. Tal vez en el futuro lleguen a hacer grandes negocios como Joel y yo.

—¿Puedes dejar tu lado de magnate un rato?— cuestionó Cyara—. No creo que a Zaid vaya a interesarle hacer negocios con él...

—No, seguramente le apetece hacer otro tipo de cosas... — dijo sacudiendo su cabeza.

Ella rió sin poder evitarlo, conocía a Chris pero también conocía a su hijo... Y es que ambos tenían una forma de pensar muy similar.

Eso solo quería decir que...

Alzó una vez más la mirada para encontrarse la de Christopher a tan solo centímetros de su rostro, sus ojos ya habían oscurecido y su lengua estaba siendo la encargada de remojar sus labios.

—Y a mi también me apetece hacer otro tipo de cosas.— confesó antes de besarla.

Y es tal vez, solo tal vez, un beso muy similar a ese se estaba dando en la otra punta de la ciudad en donde dos bocas ansiaban por conocerse.

// F i n a l //

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