AMORES EXTRAÑOS, CAPITULO 24, Yo soy Betty la fea

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Inusualmente la tarde estaba silenciosa, el sol estaba radiante en Bogotá, ni una sola nube gris, el cielo azulado y brillante, Armando había fallecido en un día hermoso, el silencio en la sala de espera de UCI por el contrario era escalofriante, tétrico, Betty estaba sentada entre Marcela y Nicolás, ambos lloraban junto con ella, pero era en silencio, los lamentos de hace unos minutos habían mermado, el dolor ahora se llevaba adentro, Tico aún estaba despidiéndose de su papá, sus abuelos lo esperaban a fuera y desde lejos lo vigilaban por si necesitaban entrar, el niño le hablaba a su padre, pero su voz era casi inaudible, sus pequeños quejidos eran lo único que se podía escuchar con mucha claridad.

La puerta de la sala se abre entrando Daniel tras ella, ansioso buscaba a Betty, al verla tan destrozada confirmo la noticia que hace unos segundos había recibido. Se acercó a ella con sutil movimiento apartando a Marcela de su lado y sentándose, Betty alzo la mirada y le sonrió tristemente, Daniel seguía incondicional a ella como desde el primer día de novios, le paso una mano por la espalda a la altura de la cintura, la otra por el frente a la altura de sus hombros y la volteo, quedando sus rostros frente a frente.

La llenaba de besos, no decía nada, no habría nada que pudiese decir en ese momento para evitar su dolor, ella se sentía reconfortaba pero el pecho le dolía igual, nada podría cambiarlo, su Armando estaba muerto, su alma había desaparecido y ahora solo quedaba un cuerpo vacío y el corazón de Betty quebrado en mil pedazos, aunque Daniel le hubiese llenado de mil besos jamás podría volver a pegarlo, nada podría armar el rompecabezas en el que se había convertido, ya recordaba todo, su vida se había quebrado en mil pedazos, al igual que su corazón y en que cada uno era una Betty diferente.

Tico miraba a su padre, parecía dormido, además de los moretones y de lo flaco que se veía seguía siendo él.

Tic. Papi, sé que ahora estas en un lugar mejor, al menos eso me dijo mi abuelita, pero no lo creo, de ser así nadie estaría tan triste, ahora si me siento solo, ahora si me siento huérfano, en el colegio me molestaban por no tener mamá, no quiero volver allá y menos cuando se enteran que tampoco tengo papá, no entiendo porque me pasa esto papi, yo siempre me he portado bien, hago mis tareas, arreglo a mis juguetes y respeto a mis abuelos, siempre te respeto a ti, y ya no vas a estar papi, ya no tendré papás, ya me dejaste solo, porque aunque me dejes con mis abuelos, hoy entendí que ellos también morirán y también me van a dejar, como me dejas hoy tu a mí. No es justo papi.

Tico empezó a llorar cada vez más fuerte, estaba lleno de rabia, no entendía de que servía ser bueno si igual te pasan cosas malas, empezó a apretar cada vez más fuerte la mano de su padre, quería recordar sentir su piel, lloraba a mares, pero no cerraba los ojos, quería verlo todo el tiempo que fuese posible, temía olvidar su rostro.

Mar. Margarita, estas segura que fue buena idea dejar al niño solo

Marg. No creo que haya sido buena idea, pero precisamente fue él quien insistió, nos dijo que quería hablar a solas con su papá, no quiere que nadie escuchará lo que tenía para decirle, mi pobre niño... desde pequeño ha sufrido tanto, esa mujer que nunca lo amo y ahora... - Margarita se tapó la boca en busca de ahogar sus lamentos, Marcela la abrazo y así se quedaron un largo tiempo –

Roberto seguía con Camila ambos aferrados él uno al otro, se tomaban fuertes de las manos, no se miraban, pero se sentían, ninguna era capaz de pedir perdón, no era el momento, pero se habían decido a hacerlo, ya nada los alejaría, Armando siempre buscaba reconciliarlos y al parecer tuvo que morir para lograrlo, ninguno se perdonaría no escucharlo.

El médico llego justo en ese momento, quería avisarles a los familiares que era momento de llevar el cuerpo a la morgue, era el procedimiento, y había pedido a Margarita ir por el niño, Betty se ofreció. Mientras caminaba sentía temblar todo su cuerpo, el amor de su vida, estaba frente a ella, bueno al en cuerpo, su hijo, quien ahora también era el de ella, así lo sintió siempre lloraba en su pecho, justo como ella lo lloraba hace solo un momento, la escena le dolió.

AMORES EXTRAÑOS "Yo Soy Betty, La Fea"Where stories live. Discover now