AMORES EXTRAÑOS, CAPITULO 7, Yo soy Betty la fea.

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Las semanas pasaron Armando y Betty seguían con su juego, uno que otro día se enojaban, se celaban pero en conjunto todo iba bien, Nicolás no había vuelto a Ecomoda, estaba muy ocupado con Terramoda, se robaba la mayoría de su tiempo, lo que más cólera le daba era trabajar para Armando consiguiéndole millones mientras él no hacía nada - Bueno, eso era lo que él suponía- pero había alguien que persistía aún más que Armando, y esa era Marcela, luchaba por no pensarla, porque estaba seguro que quería algo bueno con Betty, pero sentía las cosa diferentes con ella, es como si fuesen amigos y de vez en cuando se dieran besos, esa sensación no lo abandonaba, pensó que las cosas serían diferentes, pero no era ni asomo de lo que él había imaginado, no sentía ansias locas por Betty y ella tampoco es que fuese muy apasionada, pero se obligaba a intentarlo, quizás era mientras se acostumbraban.

En Ecomoda Marcela pensaba de vez en vez en Nicolás, pero nada más. Él no había movido gran cosa en Marcela, siempre tenía ojos para Armando, a pesar de estar segura que tenía una amante y que él nunca estaba dispuesto solo para ella, él era el hombre de su vida y eso nadie lo cambiaría.

Pronto llego la celebración de Amor y Amistad a Ecomoda, Armando quería darle un gran regalo a Betty, pero no sabía que darle, la conocía bien, pero era un torpe cuando de detalles y cosas románticas se trataba, al fin de cuentas él nunca había utilizado esas artimañas, él siempre le bastaba a las mujeres sin regalos, sin flores, sin peluches, él y ya, pero Betty no era la típica modelo (Sí que no lo era), por esa razón debía buscar algo lindo y sabía quién lo podía ayudar, Mario estaba enterado de la aventura de Armando, este le había contado con lujo de detalles la noche que había tenido con Betty y lo excepcional que era en el sexo, siempre omitía la parte de los sentimientos, no necesitaba las burlas de Mario.

MC. ¿Y si le regala una máscara? Así la puede sacar a sol jajajaja

Ar. No sea idiota Mario, esto es serio, ¡ayúdeme hombre!

MC. Jajajaja ay perdón es que todavía me cuesta aceptar que ud. Se enciende con el monstrete, tigre como han bajado sus estándares, pero bueno ese es su problema, ¿si le manda flores? Eso siempre funciona

Ar. Las flores son comunes Mario, además se marchitan y ya, necesito que sea algo que ella siempre lleve, algo que al verlo solo piense en mí, ¿me entiende?

MC. Pues fácil imprima una foto suya y ya jajajaja ¿que más?

Ar. Mire Mario, si no piensas ayudarme, ¡mejor lárguese!

MC. Bueno ya... ya, me pongo serio, es que inspirarse con el monstrete es difícil – Armando le dio una mirada de odio – Mario disimulo una risa, en ese momento Betty entra a la oficina venía de sacar unas copias, Mario nota algo diferente en ella, no comenta nada hasta verla desaparecer en su hueco.

Ar. ¿Que la mira? ¿Se le perdió algo o qué?

MC. Oiga, ¿esa mujer que se hizo? Se ve diferente pero ni idea que es, incluso se ve menos fea.

Ar. Fea su abuela, ya le dije que deje llamarla así Mario. No le veo nada diferente, de la bobada y mejor vayamos a su oficina para hablar mejor.

Ciertamente Betty si se veía diferente le había comentado a las del cuartel que quería lucir diferente, razón por la que Aura María la llevo a su peluquero, al fin de todo lo que le ofrecieron solo acepto depilarse y pasar de tener una a dos cejas, además del quitarse el boso, eso era un progreso para ella, con todo lo demás aún no se sentía cómoda.

El teléfono de Betty sonó.

Be. Presidencia Ecomoda, Buenas tardes

Ni. Hola mi Betty, ¿como estas?

AMORES EXTRAÑOS "Yo Soy Betty, La Fea"Where stories live. Discover now