ME PERTENECES

11-CELOS

—Un momento—pidió Wang Yibo terminando de vestirse y abrió la puerta—. Hola mamá... ¿Qué sucede? ¿Por qué no estás en la fiesta?

—Tenemos que hablar—instó Wang Ling entrando a la habitación y notando el desorden y la ropa en el suelo

—Dime

—Los vi

— ¿Qué... Qué viste?—tartamudeo el castaño nervioso

—Los vi en la piscina. Hijo solo diré esto una vez...Zhan es un buen muchacho. Tan solo te vio caer y no dudó en saltar para cuidar de ti. Pero...tu reacción de acosarlo... ¡Está mal! ¡No puedes aprovecharte de su nobleza!—le reprochó su madre

—No es acoso...—murmuro el menor tomado valor—. A mí... realmente me gusta Zhan-ge...y no puedo controlarme cuando está cerca. Con sólo verlo, quiero... devorarlo

— ¡Yibo!—salto Wang Ling

—Perdón. Solo soy sincero—alzo los hombros restándole importancia al descaro de sus palabras

—No quiero que Zhan se vaya o este incómodo por qué le estás haciendo cosas indebidas...—señalo con seriedad—. Si te vuelvo a ver molestándolo te prometo que te cancelo las tarjetas

—Está bien mamá—asintió bajando la mirada

—Ahora me voy...Dile que no estoy molesta con él y terminen de cambiarse. Préstale un traje ¡Y no le hagas nada!

—Sí mamá...—sonrió Wang Yibo con naturalidad

La señora Wang Ling se retiró intentando cambiar su rostro a uno un poco más calmado ya alegre, no podía permitirse que sus invitados vieran sus emociones tan a la ligera. En cuanto la puerta se cerró, Xiao Zhan salió del baño aún sonrojado, y suspiro aliviado al saber que su jefa no lo culpaba de las travesuras de su hijo.

—Por poco nos descubre—le guiño el ojo el castaño de forma coqueta

— ¡Eres un idiota! ¡Te dije que me soltaras y continuaste! ¿Qué pensabas hacer si tú mamá llegaba y nos encontraba así? ¡Desvergonzado!— gruño el azabache enojado

— ¿Cómo me pides que me controle si te quitas la ropa delante de mí! ¡Sabes que me gustas y me retas!—se defendió el menor

— ¡¿Qué carajos?! ¿Cuál es tu problema? ¿Ahora me hechas la culpa? ¡El hecho de que te quieras coger a alguien no es culpa mía! ¡Busca a otro! Ya te lo dije, ¡A mí no me gustan los chicos!

— ¡Eres un mentiroso! De ser así no temblarías cada vez que te toco ni harías esos ruidos eróticos

— ¡Olvídalo! ¡Piensa lo que quieras pervertido!—grito Xiao Zhan caminando a la puerta decidido

—Zhan-ge—lo llamo Wang Yibo

— ¡¿Qué?!

—Estas desnudo aún—bufo aguantando la risa

— ¡Mierda!—dijo cubriéndose la entrepierna con sus propias manos—. Vete al baño para que termine de cambiarme

—Este es mi cuarto y si vas a cambiarte tendrás que hacerlo delante de mí...Igual ya te vi bien desnudo ¿Por qué la vergüenza?

—Pervertido—susurro Zhan fulminándolo con los ojos

Xiao Zhan se cambió tan rápido como pudo, evitando cruzar miradas con el castaño, que no dejaba de verlo descaradamente a detalle. No podía creer que realmente le estuviera pasando algo así, por alguna razón era excitante que Wang Yibo estuviera sobre él.

¿Pero por qué? A él nunca le llamaron la atención los hombres...

Ambos muchachos salieron de la habitación y bajaron nuevamente a la fiesta para acompañar a los señores Wang.