ME PERTENECES

37-EN PAZ

— ¡Zhan Zhan!

Yubin corrió para recibir al azabache que recién bajaba del auto. Habían pasado ya más de una semana, desde que despertó en aquel hospital, y por fin podía regresar a la Mansión Wang para encontrase con los demás.

Con solo poner un pie fuera del edificio, Xiao Zhan pudo suspirar más tranquilo. Las calles y paisajes que pudo observar durante el camino le traían de nuevo a la normalidad. Cómo extrañaba el estar a fuera. Parecía eterno el mantenerse recostado en esa cama sin poder salir. Claro, que tenía visitas de su novio, hermano y amigos. Pero no era lo mismo a que saliera por sí solo.

Yubin y Mianmian permanecían en la entrada de la Mansión Wang, esperando su regreso para recibirlo con los brazos abiertos.

— ¡Nos alegra que estés bien Zhan!—dijo Mianmian acercándose

— ¡Mianmian! ¡Yubin!—abrazo a ambos con emoción—. ¡Gracias por venir a verme al hospital! Ahora qué ya salí, podremos vernos más seguido

—Eso ni lo menciones. Seguro pronto empezarás a estudiar y trabajar, y eso te tendrá ocupado. Pero mi Zhan Zhan tiene que salir conmigo entre sus tiempos ¿De acuerdo?—salto Yubin entusiasmado

— ¿Tú Zhan Zhan?—interrumpió Wang Yibo colocando su mano en la cintura del mayor—. Es mi Zhan-ge

—Hola Yibo—se alejó un poco Yubin con una sonrisa burlona por los celos del contrario

—No nos conocemos, soy Mianmian mucho gusto. ¿Eres el novio de Zhan?

—Ese mismo—asintió dándole un beso en la mejilla al azabache

— ¡¿Por qué no nos dijiste Zhan?!—cuestiono Yubin en tono juguetón, podía sentir como el castaño lo aniquilada con la mirada, y apretaba a su amigo marcando territorio.

—No tuve tiempo de avisarles...Pasaron muchas cosas

—Entendemos...Bueno, ya sabemos que estás bien y que volviste. Nosotros tenemos que ir a la Universidad, pero vendremos después. Fue un gusto Yibo— se despidió Mianmian y tomo de la mano a Yubin para que se fueran.

— ¿Podrías ser un poco más amable?

— ¡Te dijo que eras su Zhan! Tenía que aclarar que eres mío y solo mío—instó dándole un beso en los labios

—Celoso...—sonrió Xiao Zhan dándole otro

—Ya debemos entrar—dijo Liu Haikuan

Ambos muchachos pasaron por el jardín de los Wang, y Xiao Zhan pudo percibir nuevamente el olor de las flores y la decoración. Y es que no se daba cuenta antes, pero le encantaba la sensación que le brindaba pasar por allí. Llegaron a la puerta principal, y antes de que pudieran tocar, Yu Ziyuan la abrió y sorprendió con un abrazo al azabache.

—Me alegra que esté bien joven Zhan—sonrió la mujer

—Muchas gracias. La extrañe señora Yu

—Yo también. Pasen, pasen...

Dentro de la Mansión Wang, se mantenían a la espera Ayanga con sus muletas y su madre en la sala.

La señora Wang Ling y su esposo Wang Hao ordenaban un almuerzo especial para los recién llegados. Mientras que Wang Yifei y Wang Qiren bajaban las escaleras para verlo.

Xiao Zhan dejo salir una sonrisa al saber que estaban todos presentes para su regreso a la Mansión Wang. Antes era su madre y tía su única familia, pero ahora podía tener la seguridad que todos ellos eran su hogar.

De entre los ancianos, un niño salió corriendo a toda prisa, y salto sobre el mayor dándole un beso en la mejilla.

— ¡Zhan-ge!