ME PERTENECES

29-REENCUENTRO

Tal y como lo había prometido Yue Yang, Ayanga se reencontró con su madre a la mañana siguiente, dándole un abrazo delicado por su miedo a lastimarla.

Liu Tingyu se veía pálida y muy delgada, su cuerpo mostraba signos de haber sido golpeada repetidas veces durante meses anteriores, y su mirada era triste. Los ojos de la mujer se veían apagados, pero aun así le dedicó una amplia sonrisa a su hijo que lloraba frente a ella al tenerla nuevamente a su lado.

Lo primero que hizo, fue llamar al médico personal para que la atendiera, y para su buena suerte el diagnóstico fue desnutrición, más ningún otro problema con pulmones u otro órgano, solo debería guardar reposo y recuperar sus fuerzas, con una dieta alta en proteínas y otras dosis más de suero.

Ayanga dejo salir un suspiro, y llamo a su hermano para contarle la buena noticia para poder al fin presentarle a su madre.

Su cuerpo aún tenía los recuerdos de la noche en la que tomo al muchacho de mirada traviesa, manteniéndose en su memoria el sabor de sus labios.
La idea de ignorarlo mientras éste obtenía lo que quería, se fue a la mierda en cuanto lo tuvo enfrente. La sensación era tan exquisita, que se volvió la bestia que hace mucho no dejaba ver.

Pero al despertar, Yue Yang ya no estaba.

No había dejado ni una nota, ni un número de teléfono.

¿Eso sería todo?

¿Por qué seguía pensando en él?

Por otro lado, Wang Yifei demostró una vez más que su mente calculadora y estratega tenía el control sobre todo lo demás. Con ayuda de Ayanga, usaron la información del cuaderno para destruir a Xiao He Peng.

Intervinieron las salidas de su exportación de armas y droga al extranjero, ya que conocían quienes trabajaban para él y los compraron con dinero o mandaron a desaparecer. Sus aliados fueron cayendo de a pocos con el uso de aquellos que se mantenían en las sombras bajo nombres importantes del gobierno.

Todo estaba saliendo tal cual el plan.

De haber tenido desde antes el dichoso cuaderno, habría acabado con el otro clan sin perder el tiempo en ataques recurrentes. Sin embargo, varios habían sido ya alertados sobre la desaparición de la información cuando Xiao Qing robo el cuaderno, y se apartaron para evitar ser descubiertos.

Xiao He Peng estaba entre la espada y la pared, con nuevos enemigos que se generaban debido a la desconfianza y aliados cayendo bajo las redes de la anciana y su hijo.

Era el momento de darles una probada de su propia medicina. Era un hombre cruel y despreciable, que no sentía remordimiento alguno por matar hasta a sus propios hijos.

Años atrás solo bastó con que la mayor se enfrentara a él, para matarla ocasionando el accidente, y ahora ya estaba al borde de un colapso nervioso.

Una mente perversa es capaz de mucho daño si se lo requiere. Su objetivo sería esos mocosos y la mujer que algún día amo.
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Xiao Zhan abrazo a su hermano y se presentó con la madre de éste.

Los días en la Mansión Wang lo estaban matando. Estar encerrado para evitar ser atacados los desesperaba, pero el que peor estaba era Wang Jackson. El pobre niño quería salir como antes y hacia rabietas por qué no se lo permitían los mayores.

Wang Yibo se presentó sin decir quién era su familia. Prefería que la mujer no pensara que estaba en frente de otro heredero más de un Clan de la Mafia China.

La señora Xiao Lu también los acompañó para conocerla, y una vez juntos sugirió ir a un restaurante a comer y que ambos jóvenes pasarán más tiempo juntos.