ME PERTENECES

16-CLANES ENEMIGOS

—Asquerosa escoria—bramó Wang Yifei— ¿Qué te trae por mi territorio?

Wang Yifei arqueo su espalda estirándose y devolvió la mirada al hombre tirado en el suelo frente a ella. Sus piernas estaban sangrantes y su brazo herido de bala. El rostro mostraba signos de haber sido golpeado con entusiasmo, dados los moretones y cortes sobre la piel. Su respiración agitada por la falta de oxígeno, producto de patadas en el pulmón y el miedo en sus ojos.

La anciana suspiro al no tener respuesta a su pregunta, y volvió a acercarse a Wen Han de forma amenazante—Te hice una pregunta...Si no vas a responder les daré la orden de partirte en pedacitos ¿Eso quieres?

—No...Yo, yo hablaré—tartamudeo ahogándose con su sangre

—Empieza entonces

—El señor Xiao me mandó por su hijo... esto no tiene nada que ver con el clan Wang

Su voz apenas era audible debido al dolor, pero aun así la mujer le prestó atención indignada— ¡¿Qué no tiene que ver con los Wang?!-—se exaltó Wang Yifei—. Sé perfectamente que apuntaste tu arma contra mi nieto... ¿Sabes lo que le pasa a quienes intentan atacar a mí familia?

—La Víbora se los traga...—susurro apretando los ojos

—Exacto... ¿Qué debería hacer contigo?—paso el filo de su arma al rededor del cuello dejando una marca roja por la presión—. ¿Tú qué dices Jun?

—Lo que usted ordene mi señora

—No era...no era mi intención—tartamudeo Wen Han—. Las órdenes son llevarme a Xiao Zhan...Le juro que no pensaba dispararle a su nieto. Él se cruzó, yo solo lo asustaría...

— ¿Para qué quieren al muchacho?

Wen Han dejo su vista en el suelo asustado. Más que el miedo a Xiao He Peng, la mujer frente a él era peor. Si tenía suerte o "piedad", le daría un disparo terminando con su vida rápidamente. De lo contrario, lo torturaría y hasta le cortaría algún miembro para saciar su enojo.

Wang Yifei era una leyenda escalofriante, con la que nadie se quería topar. Sus historias sobre asesinatos a sangre fría y el poder que tenía, sobre representantes del gobierno y figuras adineradas, la convertían en una enemiga que nadie podía enfrentar. Su mente calculadora estaba constantemente al tanto de los movimientos de otros clanes, y si te atrevidas a intentar mentirle, terminabas peor que muerto.

—No puedo brindar información del señor Xiao...

—Que perro más fiel!—soltó una carcajada—Pero tu dueño no podrá más que recibir tu cabeza dentro de una caja...si no hablas...

La anciana retrocedió y con solo darle una mirada a Jun, éste se aproximó al contrario tomándolo del brazo y doblándolo hacia atrás en un intento de romperlo.

—Ah!!...¡El cuaderno! ¡Quiere el cuaderno!

— ¿Qué cuaderno?—insistió Wang Yifei

—La señora Xiao tiene el cuaderno con los nombres de los clientes y asesinos que trabajan para el Jefe... Si tenemos al hijo cómo rehén ella lo entregará

El clan de Xiao He Peng era importante en el mundo de la mafia y asesinatos. Los clientes permanecían escondidos bajo la sombras, al igual de aquellos que terminaban con la vida de otros por mero placer y dinero.

Tener esa información significaba...más poder

—Suéltalo—exclamó jugando con el seguro de la pistola

—Sí señora—respondió Jun retrocediendo

Wang Yifei mostró una sonrisa ladina, sabía la importancia que tenía el cuaderno de Xiao He Peng, pero también sabía que la madre de Xiao Zhan no lo tenía.