ME PERTENECES

31-PUNTO DÉBIL

Wang Jackson sintió el calor surgiendo de su vientre, y el dolor esparcirse en todo su cuerpo. El pequeño sr levantó del suelo y golpeó la puerta repetidas veces hasta que le ardieron las manos.

Ya habían pasado largas horas desde que no lo alimentaban, y la oscuridad de la habitación en la que lo mantenían encerrado, mezclada con el frío que entraba por la ventana de vidrio roto y el olor a cigarrillo lo estaban volviendo más inquieto.

Jackson ya no tenía miedo, solo quería buscar la forma de escapar y volver con su familia. Necesitaba el calor del abrazo de sus padres, y eso le daba la fuerza de no caer al suelo desmayado.

Aún recordaba como lo había engañado Xiao Lu diciéndole que saldrían y que él podía aprovechar en escaparse para ver a sus amigos, pero en cuanto dio un paso fiero fue arrastrado lejos de la Mansión Wang y secuestrado en un auto negro, donde unos hombres lo dejaron inconsciente.

Sus ropas ya estaban sucias del polvo perteneciente al lugar donde estaba. Y su cabello despeinado. Tardó mucho tiempo en despertar y verse completamente solo. Pero, sus abuelos, en repetidas ocasiones, le dijeron que si en llegado el momento, alguien quería lastimarlo, debía ser valiente...y ellos lo protegerían.

— ¡Déjenme salir! ¡Tengo hambre!—pidió el niño

— ¡Cállate mocoso estúpido!—instó un hombre abriendo la puerta de golpe—. ¡Me tienes harto con tus gritos!

Wang Jackson cayó al suelo por un fuerte empujón, pero se levantó automáticamente ante la mirada de desprecio de los tres hombres que pasaron a la habitación parándose frente a él.

—No he comido más que dos panes y un vaso de agua. Si continúo así, me enfermare y no les serviré de nada si me muero—insistió el menor

—Niño idiota, a nosotros nos importa si te mueres—bufo otro de los hombres

—Eso es mentira. De ser así, yo ya estaría muerto—replico Wang Jackson

— ¿Quieres que te mate?—amenazo uno dando un paso hacia adelante y tomándolo de los cabellos para alzarlo del suelo

— ¡Suéltame!—exigió el menor retorciéndose

Wang Jackson comenzó a golpearlo con sus pequeñas manos, en un intento de soltarse del agarre. Ante este acto, el hombre le dio un puñetazo en el rostro que lo tumbó haciendo que le sangra la nariz y llorara.

— ¿Por qué no nos divertimos un rato con él?—cuestionó el más ancho de los tres jugando con su cinturón

—Está bien...hace mucho que no me relajo... ¿Tú que dices Lee?

—Hagan lo que quieran, pero no lo maten. El jefe seguro lo necesitará aún—se burló Lee

Los otros dos caminaron en dirección a la criatura que se ocultaba en una esquina de la habitación, hasta que de pronto, un sonido estruendoso interrumpió sus intenciones.

Wang Jackson se quedó sorprendido, no podía ver bien dada la oscuridad, pero escucho en silencio como los dos sujetos eran golpeados brutalmente por uno más ágil.

— ¡¿Qué mierda creen que hacen?!—bramó una voz desbordando desdén

Un muchacho de mirada asesina descargo su ira sobre los atacantes del niño, y los sacó de la habitación a empujones.

—Tranquilo Yue Yang...—rogó uno de ellos limpiándose la sangre del rostro

— ¡Cállate imbécil! ¿Qué pensaban hacerle al niño?—salto enfurecido

— ¡¿A ti que te importa?!

—Escúchenme bien pedazos de basura. ¡Este niño es el nieto del Jefe!—grito separándose de ellos con asco