21🍼

10K 1.1K 71
                                    

Jungkook

El Alfa se paró frente al espejo observando su recién abotonada camisa negra. Aquella noche no llevaría saco así que busco una buena camisa que pudiera lucir.

Yeonsang ya se había arreglado unos minutos antes, todo con ayuda de su padre, ya que Jimin ese día no había podido cuidar de él debido a sus practicas, que lastimosamente habían sido cambiadas de horario.

El Alfa no sé opuso cuando el rubio le pidió permiso para faltar, al contrario le deseo suerte y también pidió al aire que no estuviera tan cansado como para acompañarlos en la cena.

Cómo había dicho antes, le parecía rara la forma en la que su madre se refería a Jimin o como era tan directa con sus palabras cuando el Omega se encontraba frente a ella.

Quizás solo era su imaginación pero algo raro estaba ocurriendo y no tenía idea de que podría ser.

Cuando oyó pasos apresurados resonar en el pasillo, supo que Yeonsang estaba listo para salir.

—¿Papi ya nos vamos?

Él pequeño preguntó entrando a la habitación.

Jungkook volteó, su mirada cayó en su pequeño, quien vestía un lindo conjunto de pantalones negros y su camiseta roja con unos dibujos, todo combinaba ya que en ambas prendas se encontraba un pequeño osito bordado. En la camiseta sé lo podía ver cerca del hombro izquierdo, y en el pantalón justo al lado de el bolsillo derecho.

—En unos minutos salimos cachorro—Sonrió colocando un poco de loción en su cuello—¿Tienes todo listo?

—Si! El regalo del tío está en el sofá y mí abrigo también.

—Bien, vé a abajo en un momento te acompaño.

Yeonsang asintió retirándose de la habitación, Jungkook se colocó un reloj de los últimos que había comprado en el mismo lugar que el presente que le llevaba a su hermano.

Una vez listo, salió de la habitación, bajó las escaleras y llegó hasta la sala.

—¿Listo cachorro?

—Listo!

Jungkook sonrió antes de tomar su pequeña mano y caminar hacia afuera.

El Alfa le ayudó a Yeonsang a subir al auto, colocó su seguro y dejó un casto beso en su cabellera antes de cerrar la puerta, rodeó el auto y subió a su puesto, encendió el vehículo y condujo hacia el centro de Seúl.

Las calles lucían muy lindas, Jungkook amaba Seúl pero también amaba salir del lugar en dónde creció, le gustaba recorrer diferentes sitios, que no todo fuera solo Seúl.

Hacía un par de años ya que no salía de vacaciones, no podía echarle la culpa a su trabajo, era importante, demasiado a decir verdad pero quizás si tuviera un poco más de tiempo no habría desaprovechado nunca la oportunidad de salir de la ciudad por unos días.

Saldría a recorrer diferentes lugares, le encantaba el bosque así que seguramente ese habría sido el primer sitio al que hubiera visitado.

Volviendo al tiempo real, Jungkook se detuvo delante del semáforo en rojo, justo a un par de cuadras del departamento dónde vivía el Omega.

Desde su lugar, podía observar las calles repletas de jóvenes y adultos, llendo y viendo quien sabe de qué lugares, quizás de sus empleos o de alguna casa de videojuegos, algo normal que visitaría los adolescentes hoy en día.

Y pensar que Yeonsang en algunos años más, también pediría permiso para salir a divertirse con amigos.

Sacudió su cabeza en cuanto claxon de un auto se escuchó detrás del suyo, disculpándose internamente con el otro conductor comenzó a conducir nuevamente hacia la dirección que había quedado grabada en su memoria.

[En busca de una Niñera]_KOOKMIN_Where stories live. Discover now