El fruto del trabajo de Psique |XXII|

144 25 5
                                    

Habían pasado ya cuatro días desde que USA declaró por "arreglada" su situación con Rusia. Se podría decir que el eslavo y la antigua colonia eran lo que uno podría definir como amigos. Obviamente USA pasaba una infinidad de tiempo con Rusia en su cruzada por el amor del mayor. Parecía chicle pegado a cabello de rubia oxigenada. Esa cercanía sin embargo le permitió al norteamericano percatarse de las facetas de ruso que aún no conocía o que por odio había decidido ignorar. Era curioso puesto que para Estados Unidos esta experiencia era como conocer a Rusia desde cero, no como la persona de quien gusta o como aquel a quien despreciaba sino como ser humano. Ivan era definitivamente Rusia, sin embargo uno puede encontrar al bailarín en el país, pero no al país en el bailarín. Eso fue lo que más le llamó la atención del joven blondo, puesto que claramente Rusia guardaba en si algo de la dulce y apacible presencia de Ivan, cuya personalidad era más simple que la de la nación. Según USA, Rusia era algo así como Batman, Bruce Wayne era una faceta del súper héroe que se intensificaba delante de las cámaras y se atenuaba delante de los villanos. Era entonces difícil discernir quien era el real y quién no. Más para Alfred esa no fue la cuestión. Por otro lado, el joven estaba seguro que algo dentro de los gélidos orbes del eslavo, algo mucho más allá de Ivan, le llamaba. Era una curiosidad que también había sentido cuando se encontraron por primera vez. Estados Unidos no tenía muchos recuerdos de ello, ya que era joven. Pero recordaba que cuando vio al Rey del Invierno sentado frente a él, tuvo un impulso de querer tomar al chico y mostrarle el mundo, a ver si así la misteriosa figura le revelaba aunque sea una milésima de su ser. USA así se percató también de que el Rusia que veía en las reuniones tampoco era la completa realidad. La versión de Rusia con la que USA estaba conviviendo en el presente parecía un tanto más serio y relajado que en las juntas donde era difícil saber si estaba fingiendo la sonrisa o si de verdad sonreía. Ahora bien, la sonrisa burlona nunca se alejaría del gato del Cheshire, pero parecía más real. Como si viniese de verdeara diversión y no de la tensión en el ambiente. USA quien habitualmente era denso parecía haber activado un ultra instinto cuando de Rusia se trataba, se estaba esforzando para aprender lo más posible del chico. Por medio de su hermano, el rubio se enteró que Rusia conocía sus gustos como si fueran los propios y eso definitivamente era algo que el joven no podía permitir. "El hero siempre es un gran amante. Pensaba en darnos tiempos para conocernos y así demostrarle que puedo ser realmente detallista. ¡Sin embargo él ya estaba metros delante mío! No, no y no. ¡El hero no perderá! ¡Vas a ver Rusia! Te voy a demostrar tanto cuanto te amo que no podrás evitar sonrojarte al pensar en mí. Ahora que lo pienso...Nunca eh visto a Rusia sonrojarse, incluso cuando Ivan... Siempre era yo el que terminaba todo avergonzado," refunfuñaba para sus adentros el rubio aproximándose a la sala de operaciones.

En si la susodicha sala no era más que el estudio de la casa de México. El cual a regañadientes y más por compromiso que por gusto, propuso que el plan se desenvolviera en su casa ya que era él quien mejor conocía el cartel y a su propia ciudad. Fue cuando la operación se trasladó a la residencia del chaparro que USA descubrió la, según él, más genial faceta del ruso. El joven estadounidense solía ver muchas series de criminales o de abogados y en todas esas series siempre estaba él. Ese personaje serio, elegante y relativamente mandón que vislumbraba a todos no solo con su buena apariencia pero con su forma de mantener la calma y su sangre fría. Había visto a personajes así hasta en el anime, entre otros Roy Mustang y Levi Ackerman pero nunca en vida real, hasta ahora. Ese día USA se quedó atentamente viendo cuando Rusia discutía con Dinamarca y cuatro de sus hombres. Sus ojos miraban fijamente al quinteto mientras daba las órdenes, cortante y directo, definitivamente USA nunca le había visto así. Al retirarse el grupo, Rusia colocó sus manos entre cruzadas bajo su barbilla y miro intensamente al vacío como si tuviera miles de cosas que decir. Se lo veía tan concentrado que a USA le hubiera dolido interrumpir dado a lo cool que se veía. Más fue el mismísimo eslavo quien el verle cambió su preocupada expresión. Su ceño fruncido se relajó, sus ojos parecieron iluminarse y sus labios mostraron la sombra de una sonrisa. USA sonrió de vuelta y ambos salieron.

Tansty with the snow King |RusAme|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora