La hija del Faraón |XXVI|

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El aire en Múnich era increíblemente limpio. Era una de las cosas que Rusia más disfrutaba de visitar la ciudad en verano. En sí, según Rusia, Alemania, Canadá, Finlandia y compañía, Portugal y Australia eran algunos de los lugares donde respirar ya no era una necesidad sino un placer. Mientras caminaba dirección del Teatro Nacional, el peliplata no podía evitar pensar en USA. Se preguntaba si estaba bien, si le extrañaba, si pensaba en él. El joven se sentó en una banqueta del Hofgarten y suspiró mientras miraba al cielo. No vería al estadounidense hasta dentro de dos días. Si alguien le hubiese dicho hace 80 años que hoy en día estaría suspirando por el hijo de del Imperio Británico, esa persona probablemente hubiese sido demolida por su Mágica Tubería de Metal. El de ojos amatista sonrió divertido por sus pensamientos. El cielo azul se parece a sus ojos. "Tengo que dejar esto," se regañó el eslavo, "Si sigo así voy a terminar siendo dependiente de Alfred. Fufu, Alfredfilia se llamaría. ¡Ese no es el punto! Esto es tan complicado. Odiarlo era mucho más fácil, pero amarlo me hace tan feliz. Ahhh quiero bailar, o tocar el piano, el bajo también. Extraño a Tchaikovski, ese viejo si sabía ponerle magia a todo lo que tocaba. ¡Era músico y hasta al ballet llegó a cambiar! Y qué decir de Pedro y mi Caterina, Rachmaninov también era otro que bien cantaba, jé. Dios, estoy tan viejo que me vuelvo nostálgico de solo pensar en ese grupo de idiotas," concluyó Rusia su monologo interno. Desde que había partido de gira se sentía tan relajado, pero sabía que apenas se acabara tendría que regresar al parlamento. La verdad, él no pintaba mucho allí y lo que mayormente hacia eran misiones con la seguridad del estado, o participaba en algunas investigaciones científicas y demás. La parte de ingeniería y de ciencia en sí, era todo un placer para el eslavo que empezó su industrialización mucho más tarde que el resto de los grandes imperios. Por otro lado las misiones le permitían descargar su estrés en actividades más...físicas. Le costaba mares entender como Suiza podía estar día y noche sentado haciendo cuentas, regulando impuestos y llenando papeleo. Incluso Japón, que no saldría de su cuarto hasta haber terminado de escribir dios sabe qué. Al igual que un niño Rusia encontraba tediosas las reuniones y prefería más los trabajos que le permitieran pensar o crear por encima de las cosas repetitivas. Mientras pensaba en eso, una sigilosa sombra se acercaba a su persona. De repente algo cubrió la vista del eslavo.

- Buon pomeriggio amico mio! – exclamó el noritaliano sorprendiendo al ruso. Quien por reflejo tomo la mano del pobre italiano y le lanzó hacia el suelo inmovilizándolo antes de percatarse de quien era.

- Oh Dio, jajajajaja – se reía a carcajadas el suritaliano mientras se acercaba a la escena. – ¡Te lo mereces, nadie te manda a sorprender al ruso, fratello bruto!

- Veeee, ya estuvo Lovi, nuestro Señor dijo que uno no se debe reír de las miserias de otros.

- Es que esto no es tu miseria, jeje, es tu castigo por idiota – prosiguió su burla el siciliano.

- ¿Veneciano? – preguntó el ruso sorprendido y al mismo tiempo asustado de haberle hecho daño a su amigo. – ¡Perdón! ¿Te encuentras bien? ¿Quieres que vallamos al hospital? – preguntó el de hebras plateadas mientras ayudaba al más bajo a levantarse.

- Non preoccuparti, estoy bien el impacto dolió un poco pero nada roto.

- Créeme Rusia, este chico tiene practica con las caídas. Es increíblemente torpe a veces. Me acuerdo que una vez se subió a un árbol pero el muy idiota no sabía cómo bajar así que se tiró, se estrelló contra el suelo y al final quedo intacto. Es muy resistente para ser tan llorón.

- ¡Oye! Esa vez tú habías prometido atraparme.

- Regla número uno fratello, nunca confíes en nadie. – se burló el menor mientras el mayor se quejaba y le proporcionaba pequeños golpes. Rusia mientras tanto sonreía de forma infantil. Esos dos tenían mucha energía y aunque se pelearan parecían divertirse. Le recordaba a esos tiempos cuando Prusia y él luchaban en la frontera.

Tansty with the snow King |RusAme|Where stories live. Discover now