⌗𝗰𝗮𝗽𝗶́𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟵 ❜

2.6K 377 239
                                    

Habían pasado dos semanas, dos dolorosas semanas para JiSung. No había día en el que el mayor no fuera al hospital para visitar a MinHo, quien aún seguía en coma y estaba conectado con un montón de cables adheridos al cuerpo.

Los ojos de JiSung picaban cada vez que lo veía recostado ahí, sin abrir los ojos, sin saber si iba a despertar.

Sentía que se estaba volviendo loco, llevaba dos semanas sin dormir, ni comer bien. Su cuerpo comenzaba debilitarse poco a poco, a pesar de tenía unas fuertes ganas de comer, no lo hacía, su mente y su alma parecían estar en otro lugar.

Lo bueno de todo eso era que ya no había visto a Song Ji Yang de nuevo, porque estaba seguro de que si lo veía, él mismo lo golpearía con sus propias manos por atentar contra la vida de MinHo. JiSung había investigado tan bien junto con los otros agentes de la empresa de MinHo, lograron apresar a Ji yang, pero claro que eso no dudaría mucho, puesto que Ji Yang tenía suficiente dinero como para salir libre de cualquier cosa.

Sin embargo, a JiSung no le preocupaba eso ahora. En lo único que podía pensar y preocuparse ahora era en MinHo, quien había estado en coma por dos semanas, las peores semanas en la vida de JiSung.

Y como todos los días, ahí estaba, sentado a un lado de la camilla de MinHo, tomaba con una de sus manos la de el menor, está se encontraba algo fría, mientras con la otra acariciaba sus castaños cabellos que caían por su frente.

El mayor suspiró, sintiéndose perdido de nuevo. Últimamente no se sentía para nada bien, Changbin se lo había dicho muchas veces, que se cuidara de él también, pero nunca hizo caso. Estaba más concentrado en la persona que ahora estaba a su lado.

— ¿Sabes?... Te extraño mucho. — habló JiSung, estando completamente solo en aquella habitación junto con MinHo.

Claramente, no obtuvo respuesta.

— Ya has dormido mucho, ¿no lo crees? No sólo yo te extraño, también los niños. — soltó una risita al decir eso. — Seung extraña mucho a su hermano mayor. Le haces mucha falta.

Sus ojos comenzaron a cristalizarse.

— Y-yo... también me haces mucha falta. — dijo con un hilo de voz. Con una de sus manos cubrió su boca, la cual falló al momento de querer sollozar. De pronto, dos pequeñas lágrimas rodaron por su mejilla.

Pasó la otra mano por su rostro, despejando las lágrimas traviesas que bajaban sin permiso. No quería llorar ya, sentía que cada día más se debilitaba por seguir llorando. Quería mantenerse fuerte, tanto por él mismo como por los dos niños que esperaban noticias sobre MinHo.

— T-te amo... Por favor, d-despierta, mi amor... — tartamudeó con la voz quebrada.

Sin soportarlo más, se levantó de aquella silla para salir de la habitación, su corazón dolía de sólo ver a MinHo acostado en aquella camilla sin recibir respuestas de él.

Cuando su cuerpo cruzó la puerta de la habitación, expulsó todo el aire contenido, su respiración tardó en controlarse. Sus brazos comenzaron a temblar solo un poco. Intentó calmarse, y en diez minutos pudo lograrlo.

— ¡JiSung! — escuchó que lo llamaban, volteando rápidamente pudo ver a Changbin, quien venía junto con los dos niños y Felix. Vió cómo los dos niños lo saludaban alzando su brazo el aire.

JiSung sonrió al verlos, traían cajas de lo que parecía ser comida. Su estómago gruñó, hizo un pequeño puchero llevando sus manos a su estómago. Sin embargo, cuando dió solo unos pasos para acercarse a ellos, sintió cómo perdía el equilibrio y caía al suelo. Y de nuevo, todo se volvió negro para él.

◞♡°

Abrió los ojos lentamente, escuchando voces a su alrededor. Poco a poco fue acostumbrándose a la luz de la habitación, y entonces vió todo con claridad.

— ¡Sunggie hyung! — chilló Jeongin cuando vió a su mayor despertar. — ¡Estás bien! Creí que tú también te ibas a dormir sin despertar.

Pronto, vió los ojitos de su hermano menor cristalizarse. JiSung sonrió levemente mientras con una de sus manos acariciaba los cabellos del menor, Seungmin estaba abrazado de uno de los brazos de Jeongin. Sonrió de nuevo viendo a los dos niños.

— E-estoy bien, nada pasó...

— Casi muero del susto. — se quejó Changbin, tocando su corazón exageradamente. Felix rodó los ojos.

— Llamaré al doctor. — avisó Felix mientras salía de la pequeña cortina que los encerraba.

— ¿Cuánto tiempo pasó?

— Dos horas. Te lo juro que creí que tú también ibas a caer en coma. — dijo Changbin mientras hacía un puchero.

JiSung le sonrió débilmente, intentando hacer que no se preocuparan mucho. Al cabo de unos minutos, Felix había regresado con aquel doctor que había atendido a JiSung.

— Muy bien, señor Han. Veamos... — dijo mientras revisaba unos papeles en sus manos. — Usted no se está alimentando muy bien, sus nervios estan muy bajos, está frustrado y lo entiendo. Pero no puede ponerse en peligro sin alimentarse bien, no es bueno para usted... Y tampoco es bueno para su bebé.

— ¡¿Qué?! — el grito de los cinco chicos en la habitación sonó por todo el lugar.

— ¿B-b-bebé? — tartamudeó Jeongin, sin entender.

JiSung sentía que su alma estaba en los cielos, ¿había escuchado bien? ¿El doctor le estaba jugando alguna broma? Negó seguidamente, sin poder creerlo.

— Sí, como escucharon... Señor Han, usted esta esperando un bebé. — volvió a decir el doctor, regalándole una sonrisa. — Felicidades.

Sin nada más que decir, salió de ahí, dejando a los cinco chicos solos. JiSung abrió la boca lentamente, sus mejillas se tiñeron de rojo al sentir la fuerte mirada de todos en la habitación.

— O sea, que... ¿MinHo y tú...? — dijo Jeongin, volteando a ver a Seungmin.

— ¡Ewww! — gritaron los dos niños al saber lo que había pasado. Changbin soltó en carcajadas al ver la reacción de los dos niños.

— ¡C-cállense! — regañó JiSung, algo apenado. — Y-yo...

No tenía cómo defenderse, y realmente no sabía qué decir. Estaba feliz, sorprendido por la idea de que tendría un bebé con MinHo. Entonces, lo recordó, aquella vez no habían tenido tiempo de prepararse. JiSung estaba tan ocupado en disfrutar un momento placentero con MinHo, que ninguno de los dos se percató de lo que hacía falta.

Sin embargo, la idea de esperar un bebé de MinHo, lo llenaba de ilusión.

— ¿Por qué ellos pueden tener un bebé y nosotros no? — preguntó Changbin, fingiendo tristeza a Felix.

— No voy a responder eso. — habló Felix, sin mirarlo, porque si lo hacía sus mejillas lo delatarían rápidamente.

— ¡Cómo sea! ¡Vamos a ser tíos! — chillaron los dos niños.

JiSung soltó en carcajadas, algo feliz y un poco triste. Llevó una de sus manos debajo de la tela de su palyera, sintiendo su vientre, y de nuevo, la ilusión de poder volver a ser padre lo llenó completamente.

Queriendo soltar lágrimas de felicidad, decidió guardarlas para otra ocasión.

De pronto, entre todo el desorden de la pequeña habitación, la cortina se abrió rápidamente y vieron a la enfermera. Todos dirigieron su mirada a ella, creyendo que tal vez los iban a regañar por hacer mucho ruido.

Sin embargo, no fue para eso.

La enfermera -que estaba a cargo de MinHo- los miró a todos rápidamente, mientras asentía una y otra vez dibujando una sonrisa en sus labios. JiSung sintió su corazón acelerarse.

— Despertó el señor Lee.

Y JiSung sintió que su alma volvía a su cuerpo después de mucho tiempo.

1245 palabras.
Nanay.

𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐀𝐋 𝐋𝐎𝐕𝐄 ー minsung.Where stories live. Discover now