~▸ ִֶ֪ׅ֢ 𝗲𝗽𝗶́𝗹𝗼𝗴𝗼.

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Sólo dos horas habían pasado y MinHo sentía que no podía esperar más. La sangre se le helaba y sus manos temblaban de los nervios, no podía dejar de pensar en que, estaba a punto de ser oficialmente padre.

Él, al igual que los dos niños, estaban que se morían de los nervios. Mordían sus uñas y caminaban de un lado al otro, ¿cómo era posible que justo el día de su boda se adelantara el nacimiento de los bebés?

Hace sólo unas horas estaban reunidos en un pequeño lugar, donde sólo estaba la familia de JiSung y la de MinHo, con un fiscal a cargo de casarlos. No era algo tan grande, ni tan llamativo, de hecho, JiSung quiso casarse con MinHo en el gran patio de la empresa de protección. El lugar fue estrictamente elegido por su JiSung y él no pudo oponerse.

Ambos sabían que aquellos bebés nacerían pronto, pero llegaron un mes antes de lo acordado y eso los sorprendió a todos.

Justo cuando JiSung se encontraba en el altar a lado de MinHo, fue cuando quiso pasar desapercibido los pequeños dolores que comenzaba a sentir, creía que era normal como cualquier algún otro dolor. Pero no, fue cuando antes de que MinHo y él dieran el “sí, aceptó”, ya no pudo disfrzar su dolor y comenzó a tocar su vientre, sintiendo mucho más dolor.

Lo único que recuerda fue sentir algo chorrear entre sus piernas, y bueno, después se desmayó, cosa que hizo alarmarse mucho más a MinHo.

La familia de JiSung estaba en la sala principal de aquel hospital, esperando alguna notica. Sólo habían dejado que MinHo y los otros dos niños entraran, puesto que fueron las tres personas que llegaron con el paciente a punto de dar a luz.

Su cabeza dolía de la frustración por no saber nada acerca del estado en el que se encontraba JiSung, ni tampoco de si sus bebés ya habían nacido, o algo había salido mal.

Cuando se dió cuenta de que ya tenía suficiente, pegó un salto de aquel asiento y trató de buscar al doctor que supuestamente atendía a JiSung, y cuando sintió que ya no podía más, aquel doctor salió.

MinHo sonrió feliz y dejó expulsar todo el aire de angustia en cuanto el doctor le dijo que ya era padre de dos hermosos bebés.

Y eso no fue todo.

Lo mejor de todo fue cuando le dijo que, era una niña y un niño.

¿Tengo una princesa y un príncipe? fue en todo lo que pensó cuando recibió esa noticia.

Ambos decidieron no saber cuál sería el sexo de los bebés hasta que llegase el parto, puesto a que querían que fuera sorpresa.

Sólo tuvo que esperar diez minutos más cuando aquellos cirujanos le dijeron que podía pasar a ver a sus bebés.

Sin esperar más tiempo, y poniéndose rápidamente una bata del hospital, entró en aquel lugar en donde JiSung lo estaba esperando junto a sus nuevos hijos.

Sus ojitos no pudieron resistir aquella emoción, y en cuestión de segundos, expulsó todas esas lágrimas acumuladas de felicidad y emoción. Lo primero que hizo cuando lo vió, fue besarlo, besarlo como si nunca en su vida lo haya hecho, como si fuera la primera vez que probaba sus labios.

JiSung, al igual que él, dejó salir todas y cada una de sus lágrimas. Estaba feliz de que por fin, después de una mala experiencia, tenía en sus brazos a dos lindos bebés que crecerían en un hogar con dos padres que los llenarían de amor todo el tiempo.

Los brazos de MinHo tomaron en ellos a uno de los bebés, que al parecer era el niño, mientras JiSung tenía con él a la niña.

MinHo lo abrazó con una delicadeza impecable, temiendo de que si lo hacía mal este se quebraría. Con una de sus largas manos, comenzó a delinear con la yema de sus dedos cuidadosamente todo el pequeño rostro del bebé. Acarició su pequeña y linda nariz, dando suaves toques, sus cejitas que se veían levemente y sus mejillas tan esponjositas. MinHo soltó un suspiro, su vista se dirigió hasta la pequeña niña que tenía JiSung.
Se recargó levemente en el respaldo de la camilla justo a lado de su amado, mientras ambos adoraban a sus hijos.

— Creo que me he vuelto a enamorar. — dijo MinHo mientras apreciaba a ambos bebés frente a ellos. JiSung soltó una risita.

— Creo que yo también. — respondió JiSung, recargando su cabeza en el hombro de MinHo

— Ahora tengo tres amores en mi vida. — susurró mientras dejaba un suave beso en la frente de JiSung.

— Gracias, Min, gracias por todo, y lo siento... Lo siento por haberte hecho sufrir por ocho años. — exclamó mientras las lágrimas bajaban lentamente por sus mejillas.

— No tienes que disculparte. Tal vez no estuvimos ocho años juntos, pero ahora lo estaremos toda la vida. — MinHo sonrió dulcemente y lo miró con mucho cuidado de no lastimar a los dos bebés.

Después de varios segundos de estarse mirando como lo más preciado que tenían en el mundo, MinHo dijo: — Han JiSung, ¿aceptas a este joven y hermoso hombre como tu esposo, para amarlo y protegerlo durante toda la eternidad?

JiSung soltó una risita.

— Sí, acepto. — respondió mientras le sonreía, aún con los ojos llenos de lágrimas. — Y tú, Lee MinHo, ¿aceptas a este noble hombre como tu esposo, para cuidarlo y amarlo por toda la eternidad?

— Ni toda la eternidad sería suficiente. Sí, acepto.

Y entre risas, ambos unieron sus labios para sellar aquella promesa que los uniría para toda la vida. Dos lindos bebés que llenarían por completo su vida, ahora eran una familia.

en un rato más subiré el extra <3

946 palabras.
Nanay.

𝐄𝐓𝐄𝐑𝐍𝐀𝐋 𝐋𝐎𝐕𝐄 ー minsung.Where stories live. Discover now