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Recientemente, Wen Qing parecía estar constantemente cansado. Le gustaba estar solo y se sentaba en el balcón y fumaba cigarrillo tras cigarrillo.

Yan Han pensó que tenía que hacer algo y por eso le entregó a Wen Qing un fotolibro hoy.

Wen Qing tomó el libro. Era "Nueva York" de Klein.

Wen Qing miró hacia Yan Han y arqueó la ceja.

—¿Te gusta?—. Yan Han preguntó con voz suave.

Wen Qing asintió y permaneció en silencio.

—No pareces muy feliz en estos días.

Wen Qing sostuvo el cigarrillo que estuvo su boca entre sus dos dedos y respondió: —Estoy bien.

—¿Qué quieres comer?

—Cualquier cosa está bien—. Wen Qing tomó el fotolibro y caminó hacia la sala de estudio.

Yan Han miró la parte posterior de la figura de Wen Qing y entrecerró sus ojos.

Lo estaba haciendo a propósito. ¿Por qué las cosas no pueden ser iguales a como eran antes? ¿Era porque el otro aún no lo había perdonado?

¿Acaso no había ya accedido a volver?


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—Yan Zichen está de visita mañana—. Anunció de repente Yan Han en la mesa.

El cuerpo de Wen Qing se puso rígido antes de decir de manera serena: —¿Por qué?

—No estaré en casa mañana. Pensé que podrías aburrirte solo, así que le pedí que viniera a hacer postres contigo.

Wen Qing levantó las comisuras de sus labios. —Está bien.


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Cuando Yan Han se acostó con Wen Qing por la noche, Wen Qing se mordió el labio inferior hasta que un riachuelo de un oscuro color rojo goteó gradualmente.

Yan Han relajó sus acciones y movió lentamente sus caderas.

Se inclinó y lamió suavemente los labios de Wen Qing mientras rozaba los dientes de Wen Qing. —Estás sangrando. Sé bueno ahora y suéltalo.

Wen Qing cerró los ojos con fuerza como si no escuchara al otro.

Yan Han frunció el ceño y empujó con dureza el dulce punto de Wen Qing.

—Ugh—. Wen Qing no pudo evitar gemir.

—Sé bueno. Deja de morder.

Wen Qing apretó las sábanas antes de dejar de morderse el labio inferior.

Yan Han colocó las manos de Wen Qing en su espalda. —Abrázame.

Los ojos de Wen Qing estaban ligeramente desenfocados.

Se sentía como si se estuviera hundiendo en el mar, enterrado en un tramo de azul celeste, solo e indefenso.





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Contemplando las escenas de infidelidad [BL]Onde as histórias ganham vida. Descobre agora