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Yan Han no estaba bromeando. Realmente sentía que Wen Qing quería dejarlo.

Parecía que, poco a poco, Wen Qing se retiraría de esta relación que tenían.

Sin embargo, cada vez que se sentía inquieto ante tales pensamientos, miraba a Wen Qing y sentía como si la otra persona no hubiera cambiado en absoluto.

Wen Qing todavía lo miraba a los ojos con la misma gentileza que antes. Sus ojos estarían llenos de amor, e incluso mimos. Le gustaba mirar a Wen Qing a los ojos porque no necesitaban expresar sus sentimientos con palabras la mayor parte del tiempo. Fueron capaces de descifrar las emociones de los demás a través de un vistazo de sus ojos. También fue más porque podía ver el amor de Wen Qing por él en su mirada.

Wen Qing no era alguien a quien le gustara mucho decir "te amo". Aparte de los pocos casos en que estuvieron juntos por primera vez, las únicas otras veces que le dijo eso fue cuando Yan Han lo obligaba en la cama.

Le gustaba ver a Wen Qing decir que lo amaba. Eso hacía que su corazón se hinchara, y a veces le provocaba un poco de amargura, pero sobre todo se sentía feliz y contento. También le gustaba cuando otras personas además de Wen Qing decían que lo amaban, al igual que esos chicos jóvenes, incluso si no se podían comparar con Wen Qing.

Al igual que la vanidad de una mujer, el deseo de dominación de un hombre también debe satisfacerse.

A veces, mientras miraba a Wen Qing, Yan Han incluso pensaba en lo agradable que sería si el otro pudiera decir que lo amaba unas cuantas veces más. Quizás de esa manera, él no follaría con esos chicos jóvenes.

El hombre que acompañó a Wen Qing a la reunión de esta noche parecía ser el hijo del Presidente Wen. Le pareció un poco familiar, lo había visto en una reunión antes. A Yan Han no le agradaba. Era demasiado similar a su yo más joven. Podía sentir el corazón vigorosamente salvaje del otro. Como los que siempre se repelían. Sin embargo, a Wen Qing le gustaban esas cualidades. Él era el único decidido a quedarse con él en ese entonces. La forma en que Wen Qing miró a la otra persona ciertamente lo asustó un poco.

Lo que vio en los ojos de Wen Qing mientras miraba a Wen Bai era una emoción con la que estaba familiarizado: una sensación de cariño.

Yan Han abrazó a Wen Qing con fuerza.

Quizás fue su alucinación, tal vez Wen Qing realmente solo veía a Wen Bai como un niño.

Sin embargo, incluso si ese no fuera el caso, no importaría. El contrato que firmó con Wen Bai esta noche... le permitía recuperar a Wen Qing cuando quisiera. La única salida era si Wen Bai descartaba su compañía, pero la Empresa Wen no pertenecía únicamente a Wen Bai, puesto a que también estaba el Presidente Wen.

Yan Han levantó las comisuras de sus labios y se rio. Suerte. Tuvo suerte de ser lo suficientemente poderoso. Nadie más debería pensar en tener a Wen Qing.

Mientras Yan Han pensaba en esto, una sensación de satisfacción y seguridad se elevó en su corazón. Su mano acarició sentimentalmente el abdomen tonificado de Wen Qing. Mientras su respiración fluctuaba, su mano se deslizó lentamente hacia abajo. Yan Han mordisqueó el cuello de Wen Qing, dejando muy en claro que quería hacerlo.

El ritmo de respiración de Wen Qing cambió ligeramente cuando suprimió el sonido de sus respiraciones que eran ligeramente apresuradas y acaloradas.





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Contemplando las escenas de infidelidad [BL]Where stories live. Discover now