EPISODE 25

5K 762 558
                                    




—Calma, hijo —pedía Liu Ting quien lo acompañaba en el auto, mientras el pelinegro manejaba estresado y rápido, hasta los nudillos de sus manos estaban blancos por falta de circulación y su respiración agitada llamaba la atención de su mamá—. Xiao Zhan...

—Te dejaré en casa, esto es algo que debo solucionar ahora mismo.

—Puedo interceder por ti si quieres, la señora Carman sabrá de mi boca la clase de hijo eres.

—No mamá, eso sería si fuera un niño, pero no lo soy, ella me va a escuchar y... —"Y Yibo también" pensó.

Liu Ting se quedó en casa muy preocupada y mientras veía a su hijo partir otra vez rumbo a su trabajo, se quedó con una mano en el pecho, angustiada, pensando que quizá perdería el trabajo y eso implicaría tener que mudarse, dejarla e irse con su padre.

Xiao Zhan no sabía qué hacer para dejar de estar molesto, por más que suspiraba hondamente las fosas nasales se dilataban tanto de pura cólera.

—¡Yibo, eres un maldito desgraciado! —hablo al vacío.

—&—


Yibo se miro al espejo y se asustó de su imagen, tenía un poco de barba ya crecida y su cabello estaba alborotado y demasiado largo, pensó en la idea de teñírselo de negro, quizá un cambio de look, algo que le hiciera sentirse renovado, diferente, como un nuevo Yibo y sonrió ante esa idea.

Salió del baño de su habitación cuando escuchó las pataditas típicas de su hermanito en la puerta de su cuarto.

—¡Abre! —pidió con altanería y Yibo decidió hacerle caso, de todas formas sabía que en casa sus padres siempre lo dejaban a un lado.

Abrió su puerta dejándolo pasar. Jin lucía molesto y con el ceño fruncido, entró directo a su cama y ahí se sentó.

—Quiero hablar contigo de hombre a hombre —dijo haciendo su voz más grave y cruzándose de brazos lo que causó risa en Yibo.

—Aún no eres hombre, apenas eres un niño.

—¡No me importa! Quiero hablar. —Yibo suspiró resignado y se sentó a su lado.

—Bien dime.

—Es de Zhan Zhan —dijo serio y Yibo se llevó una mano al rostro.

—Jin...

—¡No! Deja que termine, no interrumpas, es de mala educación. —Yibo miró a su hermanito con curiosidad, parecía un adulto hablando así.

—Habla de una vez —dijo con voz pesada.

—Bueno... —comenzó a titubear ya que no sabía cómo ordenar sus ideas, todo lo tenía en sentimientos más que en frases en su mente y no sabía cómo empezarlo—. Bueno... yo lo quiero. —Yibo lo miró serio, queriendo entender eso, el niño lucía nervioso como si hubiera dicho algo vergonzoso y es que expresar los sentimientos en esa familia era algo muy extraño y poco común—. ¡Pero! O sea, lo quiero, no como tú, no, no, no, eso no, yo quería a mi novia de esa forma, es solo que... —Yibo rio ante su nerviosismo, Jin nunca se había expresado así—. ¡No te rías o te pateo!

—Ya, calma... no entiendo por qué me dices que quieres a Xiao Zhan.

—Es que no quiero perderlo como perdí a todas las demás y por tu culpa. Nunca había tenido un niñero hombre, por eso lo quiero, además de que él se porta muy bien conmigo. —Yibo bajó la cabeza, lo que decía su hermanito era cierto, Xiao Zhan era un buen niñero, difícilmente encontrarían alguien tan responsable como él, él sabía eso, pero también sabía que debía alejar al pelinegro de todo y eso incluía Jin, lamentablemente.

BABYSITTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora