EPISODE 28

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—Xiao Zhan... —Yino no sabía qué decirle, solo no quería perderlo, pero sabía que Xiao Zhan estaba dolido, podía percibirlo, tenía que decir algo, contarle toda la verdad detalladamente y también sabía que la peor parte era la del chico prostituto—. Xiao Zhan, Wen Han solo...

—Wen Han, así que tiene ese nombre, hasta suena perfecto.

—Xiao Zhan...

—Y mi nombre es solo Xiao Zhan, y no suena genial la abreviatura de mi nombre, suena muy mal. —Yibo rio por su comentario estúpido.

—Eres el chico más extraño que he conocido, ¿Cómo puedes sentirte menos o tan siquiera compararte? Escúchate, Xiao Zhan, crees que eres menos que Wen Han, por favor. —Xiao Zhan pensó en eso por un momento y sí, se sentía menos, es más, se sentía tan menos que no podía mirar a los ojos a Yibo por lo feo que se sentía.

—Soy horrible, mis labios no son como los de él, los mío tiene pellejitos. —Yibo rio, Xiao Zhan era tan infantil, pero aun así le emocionaba escucharlo hablar sin ser tan agresivo para con él como otras veces—. Mi cabello es negro, no dorados como los suyos y... todo yo soy...

—Precioso y único —susurró Yibo callando a Xiao Zhan quien se puso nervioso.

—No lo soy, el chico que estuvo contigo lo era.

—No, Wen Han es solo un puto de un bar quien no tiene dinero ni para comprarse zapatillas buenas, además masca chicle como un caballo, no cierra la boca y ¿viste sus dientes? No son blancos como los tuyos, son medios amarillos. Y el rubio le cae a él por su piel insana como la de un pollo, pero tú...

—Yibo.

—Déjame terminar. Tú Xiao Zhan, eres el único que me importa, así la loca de mi ex jefa se haya desnudado y mostrado todo su gimnástico cuerpo, así Wen Han haya querido cobrarme nada por tenerlo, así la enfermera con la que me acostaba en mi adolescencia hubiera deseado recordar los viejos tiempos, mi pene nunca se hubiera puesto duro porque ninguno eras tú. —Xiao Zhan quedo perturbado, era la primera vez que escuchaba a Yibo hablar de esa manera. Él tenía un concepto tan malo de su propio novio que le impedía pensar de otra forma, pero no quería discutir.

Frunció el ceño percatándose de la información y se mordió la lengua, pero no pudo reprimir su curiosidad.

—¿Viste a la loca desnuda? ¿El rubio es prostituto? ¿Qué enfermera? —Se removió de los brazos de Yibo, pero éste lo mantuvo contra su pecho para que Xiao Zhan no saliera de la cama.

—Sí, sí y me encontré con una enfermera.

—¡Yiboo!

—¿Qué quieres que te diga? ¿Quieres explicaciones? Pues te las daré. —Abrazó a Xiao Zhan evitando que se moviera, para Yibo era la mejor posición para hablar, sin contacto visual que lo intimidara, sin Xiao Zhan queriendo pegar una cachetada o querer escapar.

—Solo no seas malo... —dijo ya débil.

—Está bien —contestó no entendiendo ese punto de "no ser malo", solo quería decirle la verdad y ya—. Zhan Tian'ai, ella estaba loca, me bañó con vela una vez, quería violarme literalmente. —Xiao Zhan se estremeció e intentó mirarlo a los ojos, pero Yibo tomó su cabeza y lo puso contra su pecho otra vez—. Era muy rara y supe que no era el único enfermo sobre la tierra que pensaba perversiones sexuales, creí que las mujeres no tenían ese deseo sádico, pero ella lo tenía. Tuve que soportar dolores extraños, azotes y más...

—¡Qué! —Se removió, pero Yibo no le permitió moverse más—. Yibo, esa mujer estaba enferma...porque no me lo dijiste, podría haber entendió la situación y ayudarte.

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