EPISODE 2

11.1K 1.4K 2K
                                    


Jin corría por el jardín, tenía una tarea en la que debía seleccionar hojas de plantas para clasificarlas por sus tipos. Pero estaba lejos de concentrarse, quería jugar un poco así que se adentraba por en medio de las flores.

—No creo que sea buena idea caminar por ahí —dijo Xiao Zhan algo agitado después de haberle seguido el paso.

—¡A quién le importa! Nadie nos ve, si quiero puedo destrozar el jardín, además es mío.

—No, no seas necio y veamos más bien las plantas que hay aquí, algunas de las hojas servirán para tu tarea.

—No me gustan, no quiero nada.

—Jin, no empieces con eso, ya hablamos. —El niño se sentó sobre las flores y se cruzó de brazos.

—Estoy aburrido, además es siempre lo mismo: hacer las tareas, luego cenar y ver tele. Papá no me saca al parque, ya no vienen a casa como antes y no le importo a nadie. —Xiao Zhan trató de entenderlo, y era cierto lo que el niño decía. Años atrás su papá tenía turnos de noche y todas las tardes lo sacaba al parque o a comer alguna cosa, ahora solo le ponían cuidadores.

—Bueno, te entiendo. ¿Sabes? Hubiese querido tener un hermano mayor, siempre de niño estuve solo, aunque mis padres eran buenos conmigo, de todas formas no tener con quien jugar no se lo deseo a nadie y a pesar de no ser un niño puedo jugar contigo, solo que primero debemos hacer las tareas.

—Disculpe —se les acercó Arthur—. No deben maltratar el jardín.

—Vamos Jin —animó el pelinegro y el pequeño se puso de pie—señor, solo sacaremos algunas hojas, es para una tarea.

—No hay problema con eso, solo que vi al niño maltratando las flores.

—Son mis flores, Arthur —dijo Jin algo ofuscado.

—No volverá a pasar —se excusó Xiao Zhan.

Luego de tomar algunas hojas, Xiao Zhan jaló fuera del jardín al niño, pero cuando estuvo por entrar a la casa escucho la voz ronca de Arthur subir el volumen sin duda se podía percibir una voz de angustia.

—¿Cómo dice? ¡No puede ser! Voy en un momento. —Arthur fue donde Xiao Zhan y le miró desesperado. —Escúcheme joven, tenemos un grave problema.

—¿Qué pasó? —preguntó Jin y Arthur trató de guardar compostura.

—Jin, cosas de mayores —dijo al pequeño y enseguida miró a Xiao Zhan—. Joven, me ausentaré un momento, la señora me necesita, es su otro hijo.

—¿Qué pasó con mi hermanito?

—Nada, Jin, luego te cuento.

Por la forma en cómo lo miraba, Xiao Zhan pudo darse cuenta que eran malas noticias. Vio a Arthur salir rápido y prefirió llevar a Jin adentro.

—Algo malo paso, pero no me quieren decir...

—Descuida, todo estará bien. Debemos terminar la tarea, si terminamos rápido entonces podemos jugar, ¿te parece?

—¡Sí!

Jin dejó de pensar en que algo malo pasaba, pero Xiao Zhan no, se quedó con la curiosidad de saber porque Arthur había salido tan rápido, que había pasado con el tonto hermano mayor de Jin.

Una hora más tarde y Jin había terminado sus deberes, ahora Xiao Zhan estaba en la cocina, le preparaba una ensalada de frutas y yogurt con cereales, se tomó el atrevimiento de prepararse uno también. Jin corría por todo el comedor, estaba ansioso y no sabía qué otra cosa hacer que dar vueltas simulando ser un avión humano.

BABYSITTERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora