Mi idolo [Higuel]

Cap.18.3

Me siento culpable, ocurrió lo que yo no quería, mi relación con Hiro se vio expuesta, tuve que hacer mucho para poder estar junto a él y ahora tenemos que estar alejados hasta el día de la rueda de prensa. Hiro me ha dicho que tiene un mal presentimiento de todo lo que está ocurriendo y me da miedo que quiera terminar nuestra relación por culpa de todo esto.

Ha pasado una semana donde solo hemos podido hablar por teléfono, mañana se llevará acabó la rueda de prensa. Sawako nos ha dicho algunos consejos para conllevar las preguntas de la prensa.

...

La noche pasó muy rápido. Me levanté temprano, desayunamos y nos dirigimos al lugar, todo se llevará acabó al aire libre en un auditorio abierto al público.

Hay mucha seguridad y mucha gente que llega con mil opiniones sobre algo que no entienden, solo espero que esto sea suficiente para liberarnos de problemas.

Llegamos por la parte trasera, Hiro vino en un auto diferente, se veía nervioso pero sonreía. Se acercó a mí con cautela, simplemente nos saludos, nos colocamos las gafas de sol y caminamos juntos al punto donde nos sentaríamos.

Pasamos tras una gran cortina para ser segados al instante por los flashes de las cámaras que destellaban con intensidad aunque fuera de día.

Para eso es que sirven los lentes negros, tomamos asiento mientras la conmoción se calmada.

–Buenas tardes, sean bienvenidos a está rueda de prensa con motivo del ya conocido anuncio sobre la relación de Miguel Rivera y Hiro Hamada.– anunció Sawako –A continuación responderemos sus preguntas así que mantenga el orden, por favor.

Las preguntas comenzaron, en general cosas simples y algunos chismes.

–¿Donde se conocieron?

–Tecnicamente, es el centro de la ciudad, de esta ciudad.

– ¿Desde cuándo son novios?

–Apenas ha pasado un mes.

–¿Por qué un autógrafo?

–Eso es algo que yo también quisiera saber.– comentó Hiro.

–Bueno, la verdad soy  un gran fan del hombre que hoy llamo "mi novio"– respondí.

Hiro me vió sorprendido, incrédulo. La bulla no se hizo esperar.

–Señor Hamada, ¿Que hacía usted en ese lugar, en ese momento?

Hiro miró la turba, tomo el micrófono de su soporte y respondió:

–Yo estaba viendo a Miguel,  él ha sido mi ídolo desde hace años, su música me inspiró en un punto muy bajo de mi vida y yo, no puede hacer más que verlo entre tantas otras personas sin tener idea de lo que iba a ocurrir después.

Me miró directo a los ojos, con la misma intensidad de aquel día. Las voces, los gritos, las cámaras, todo pareció desaparecer de un momento a otro quedando solo él y yo.

–Tu también eres mi idolo, Hiro.

Todo parecía ser tan perfecto en ese momento pero... Se acabó abruptamente.

Gritos de miedo nos sacaron de la atmósfera, una especie de patas de araña gigantes caminaban a nosotros, un hombre al centro de ellas reía a carcajadas.

Los de seguridad intentaban detenerlo pero era inútil, los grandes héroes entraron a escena pero él villano no dejaba de avanzar, los asistentes huían, todo pasaba a gran velocidad frente a mí.

–Que lindos, creen que con algo tanto como el amor verdadero se librarían de los problemas, ¡JA! No me esperaba algo así de ti, Hiro– apuntó una de sus patas a mi amado pero el gran rojo de los héroes se interpuso. –Tranquilo, aún no he terminado de jugar, primero me llevaré a quien él más ama– me tomó con otra de sus patas, ni siquiera lo noté hasta estar en el aire, luche para liberarme pero fue imposible. –Vamos héroe sabes donde buscar.