Capítulo 2: ¿Podemos Seguir Siendo Amigos?

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Narra Lali.

Papá estaba haciendo el desayuno, mientras Cande leía el periódico y le comentaba las noticias más relevantes. Siempre tenían grandes debates sobre la situación del país y sobre el fútbol. Ella era su compañera para ir a ver los partidos del "Rojo" y yo compartía con papá la pasión por leer novelas policiales.
La abuela estaba tejiendo en el sofá y el abuelo estaba fuera regando las plantas.

—¿Y mamá? —pregunté después de darle un beso a cada uno y me senté en la barra de la cocina.
—Se fue a la feria, iba a comprar verduras y no sé que más para llevar a casa de los Lanzani —Me contestó mi hermana y terminó de tomarse su café.
—Voy a ir a comprar unos lápices para clase de dibujo —Le avisé a papá y me pasó un bol con cereales.
—Trame un poco más de lana roja, corazón —me pidió mi abuela sin quitar la mirada de la bufanda que estaba tejiendo.

La feria era todos los domingos y me encantaba tirarme el día paseando a orilla del río, recorriendo todos los puestos de comida, de cosas para el colegio, cuadros, ropa, cositas de decoración, juegos...
Candela en cambio se pasaba el día ordenando sus cosas para irse a la residencia de la Universidad, en la que vivía durante la semana. Estaba estudiado trabajo social y le apasionaba. Aunque creo que le apasionaba más pasar tiempo con su nuevo novio, Andrés. Antes salía con Victorio, el hermano de el medio de Peter, pero él se había ido a estudiar a España con Gastón, el más grande de los Lanzani, lo que había provocado que dejaran la relación porque tenían claro que, algo a distancia, no iba a funcionar. A Andrés todavía no lo conocíamos y Cande no estaba muy por la labor de presentarlo aún porque, según ella, solo eran amigos íntimos.

Mi hermana llegó a nuestras vidas con diez años, había estado en un orfanato desde que era recién nacida y nunca había encontrado un hogar, hasta que mi mamá, que había empezado a trabajar ahí como cocinera, quiso adoptarla.
Yo tenía siete años y la volví loca, había pasado de estar solita a tener una hermana para jugar. Tenía a Peter, pero con él eran todos juegos brutos en los que siempre salía lastimada y más cuando Vico y Gas, también se sumaban. Así que cuándo llegó Cande, era súper feliz... Ella jugaba conmigo a disfrazarse, a las muñecas, a tomar el té, al escondite... También me leía cuentos y con los años fuimos creando un vínculo maravilloso, no hay nada que ella no sepa de mi, y aunque creo que ahora con dieciocho y siendo universitaria, está un poco más en la suya, sé que puedo contar con ella si lo necesito.

—Cámbiate rápido que voy con vos a la feria —Me dijo cuándo entró en mi habitación.
—¿No vas a la residencia?
—Si pero dejé todo listo anoche y además hoy papá me lleva más tarde, así que dale, apurate.

Agarramos las bicis y fuimos hasta el muelle, las dejamos apartadas en la entrada de la feria y empezamos a recorrer los puestos hasta encontrar a mamá que estaba comprando pan mientras hablaba con los padres de Agustín. Enseguida me saludaron y Agus al verme me sonrió, se acercó y me dio un ligero beso delante de todos, lo que me hizo que me muera de la vergüenza. Candela se fue con mamá y a mi me dejaron quedarme un rato con él, así que nos fuimos de la mano a pasear. Después de comprar mis lápices para el cole y la lana para mi abu, nos fuimos a sentar cerca del río. Vimos a Natalie y Peter a lo lejos pero tan solo nos saludamos con la mano.

—Hay algo que me preocupa un poco de nuestra relación...
—¿El qué?
—Tu amistad rara con Peter.
—¿Rara?
—Si, ya sabés, eso de dormir juntos y que estén casi siempre quedando, no sé... Muchas veces parecen novios, siempre lo vi eso. La forma en la que te lleva colgada tipo koala muchas veces, cuando se preocupa por cargar con tus cosas, o te lleva algo a media mañana para que desayunes cuando estás leyendo en el parque durante el recreo... Que se yo, ahora soy tu novio y yo debería hacer esas cosas.
—Peter es como mi hermano, ya sabés la relación que tiene nuestra familia, no pienso cambiar mi forma de ser con él pero no te preocupes porque pasaremos tiempo juntos y me encantaría que cargues con mi mochila —sonreí y le di un beso.
—¿Te crees que él va a seguir teniendo la misma relación con vos ahora que está con ella?

Mi Lugar Favorito En El Mundo ||Laliter||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora