Mi Lugar Favorito En El Mundo ||Laliter||

Capítulo 18: Conversaciones Con El Abuelo

Narra Lali

Iba enganchada del brazo de mi abuelo, caminando despacito por el muelle, después de haber estado comprando algunas cosas en la feria.

—Me acuerdo tanto de tu abuela cuando estoy acá... Es muy doloroso no tenerla a mi lado cada día.
—Yo también la extraño —suspiré —A veces le hablo a sus rosales, la siento más cerquita de mi...
—La vida sin amor no es vida... —se quedó mirando hacia el agua.
—Vos estás rodeado de amor, abuelo.
—Pero hablo de mi amor... Los hijos crecen, los nietos también... Todos acaban haciendo su vida porque es lo lógico, y a quien tenía en cada momento, era a tu abuela. A veces deseo irme con ella rápido.
—¡No digas eso!
—Espero aguantar para conocer a mi primer bisnieto. A ver si Cande y Andrés me dan esa alegría rápido —sonrió.
—Estoy enamorada.
—Espero que sea de quien yo creo.
—Tardé mucho tiempo negando que podía sentir algo por él pero si... Amo a Peter.
—Llegó cuando tenía que llegar, corazón. Ustedes tenían que aprender otras cosas antes de empezar... Sino habría salido mal.
—¿Crees que saldrá bien?
—Por supuesto. Tienen una amistad muy fuerte y eso ayuda a que crezca el amor.
—Me da un poco de miedo acabar mal...
—No sientas miedo de amar. Miedo hay que sentir cuando no tenés el valorar de arriesgarte a hacer lo que sentís.
—Me da pena que la situación familiar haga que no podamos compartir cenas juntos, fiestas, cumpleaños... Pienso en si tengo hijos con Peter y lo triste que sería que no vivan la infancia que vivimos él y yo.
—Eso es egoísta. Ustedes vivieron una vida pero sus hijos aprenderán a vivir otra. No se puede obligar a la familia a hacer cosas por otros... Tu padre tiene una nueva mujer, a la que ama y él lo ama, tu madre intenta rehacer su vida y Carlos y Carol pudieron recuperar su familia. Todos se van a alegrar de que estén juntos pero no pueden pretender que hagan algo por ustedes cuando ellos son adultos y saben que no quieren fingir. Sería peor.
—Si... Tenés razón. Igual no sé, me va a costar tener buena relación con Carlos... Con Carol es muy fácil y sé que se pondrá muy feliz pero con el padre de Peter me va a costar.
—A pesar de que sufriste los errores de él y tú mamá, eso tiene que ser ajeno a vos y Peter. Ustedes pueden hacer las cosas mejor.
—Eso espero, pondré todo de mi parte para que así sea.

Mi abuelo compró todo lo necesario para hacer unas pizzas caseras, antes, las hacía mi abuela, pero él insistió en que quería hacerlas para invitar a Peter, oficialmente, como mi novio.

—Es una pena que no esté mi amigo vivo para vivir este momento conmigo —dijo mientras le servía una cerveza a Peter.
—Estaría tan feliz como vos —sonrió y dio un trago —Siempre nos quisieron juntos y en algún momento iba a pasar —me miró y sonrió —Era inevitable.
—Eso parece —sonreí mientras le miraba a los ojos.
—¿Tienen algún plan?
—¿De qué, abuelo?
—De futuro.
—No sé, por ahora vamos despacio... No tenemos apuro.
—Ya fueron muy despacio, Lali, ahora tienen que ir con todo. La vida es muy corta como para estar yendo despacio en el amor.

Narra Peter.

Mientras Lali recogía la mesa, José me pidió de salir fuera y nos sentamos en la entrada.

—Le voy a pedir que se venga a vivir conmigo —le confesé —Tenés razón, no tenemos que ir despacio. La casa está terminada y mis hermanos no tienen pensando venir acá... Este es nuestro lugar en el mundo y creo que sería bonito formar una familia en el mismo lugar en el que crecimos.
—Me alegra que me digas eso, Peter. Tienen que ser felices, disfrutar de la vida... Darme bisnietos también —sonrió —Eso me gustaría.
—Quiero cuatro hijos pero Lali no está tan segura —sonreí.
—No sé que le habrá hecho ese malnacido con el que estaba antes... Recuperó su luz y en parte es por vos. Cuidala y no le mientas jamás. Ni aunque creas que es mejor una mentira piadosa... Siempre andá con la verdad por delante y el respeto.
—Te prometo que haré todo por ella.
—Lo sé
—¿Listos para el postre? —preguntó Lali, se sentó en medio de los dos y nos dio las cucharas para comer el helado de dulce de leche.

José nos abrazó con fuerza y se fue a dormir.

—Está triste —me dijo Lali mientras estirabámos la cama —Extraña a mi abuela...
—Es normal Lali igual ahora te tiene a vos, estoy yo... Cande viene más seguido y además, cuando le demos un bisnieto, se va a poner feliz —me acerqué a ella, la agarré por la cintura y la besé.
—Deberíamos empezar a practicar todos los días y a todas horas.
—Ahora mismo podemos empezar —la tumbé en la cama y nos empezamos a quitar la ropa desesperadamente.

Narra Lali.

Cuando me desperté, fui directa a la cocina, estaba muerta de hambre. El desayuno estaba servido y con una nota de mi abuelo.

"Que lo disfruten, los quiero. El Abuelo"

Tomé un poco del jugo de naranja y miré por la ventana en la mesedora de la entrada, junto a las cenizas de mi abuela, estaba mi abuelo, con los ojos cerrados. Me acerqué muy despacio para despertarle.

—Abu... —toqué su mano y estaba helada —Abuelo —empecé a moverlo —Abuelo, por favor.

Empecé a gritar pidiendo ayuda, Peter apareció como un rayo a nuestro lado e intentó reanimarle mientras yo llamaba a la ambulancia.

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Peter me puso su chaqueta por encima y se sentó a mi lado.

—¿Querés que lo llame yo?
—No... Tengo que hacerlo yo.

Me temblaban las manos pero conseguí marcar el número de casa.

—Papá, tenés que venir...
—¿Vos estas bien?
—Si...
—¿Es mi viejo?
—Si, papi... El abuelo acaba de morir —le conté y rompí a llorar.

Mis recuerdos de la infancia se resumen en recuerdos de mi abuelo, él yendo a buscarme al cole, llevándome a merendar al muelle, enseñándome a andar en bicicleta, curando mis heridas por las caídas... Construyendo una casita de madera para que me meta a leer ahí. Llevándome al supermercado metida en el carrito de la compra y comprando mis postresitos favoritos a escondidas de mamá y papá.
Mi abuelo me contuvo cuando me rompieron el corazón por primera vez, me ayudó a dejarle caca de perro, en la taquilla, a un compañero que se metía conmigo... Y cuando crecí, me dio los mejores consejos, compartió conmigo mi primera cerveza, nos llevó a Peter y a mi a nuestro primer concierto y siempre me apoyó, me entendió y me animó a probar cosas nuevas.
Mi corazón estaba roto en un millón de pedazos, era demasiado injusto que se vaya de este mundo...

—Llorá tranquila, amor —me dijo Peter mientras acariciaba mi pelo y me aferraba a su cuerpo.

Sentía mucha angustia, mucho dolor y no podía dejar de llorar.

—Es muy injusto...
—Lo sé, amor. Lo sé... Lo siento tanto.
—Ojalá fueran eternos los abuelos...
—Ojalá...

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Esta semana se acaba #MLF 😭
Gracias por leerme 💚