Mi Lugar Favorito En El Mundo ||Laliter||

Epílogo

Año 2030

Narra Lali.

El último cliente se fue, así que di vuelta el cartel y empecé a limpiar las cafeteras. De repente, la campanita de la puerta sonó y las risas rompieron el silencio.

—¡Allegra! —me llevé las manos a la cabeza al verla llena de barro —¿Donde te metiste, hija?
—¡Estábamos grabando con papá! —dijo con un sonrisa —¿Me hacés la leche, ma?
—¡Es casi la hora de cenar! —le dijo Santino y se vino directo a mis brazos —Yo estoy limpio, mami. No me quise meter en el barro.
—¡Dejen a mamá! —les pidió Peter y se acerco a dame un beso —Hola mi amor.
—¡Qué asco! —dijo Allegra.
—Asco no —rió Peter —Es el amor —sonrió y me dio otro beso.
—¿Donde los metiste? —pregunté mientras le quitaba a Santino el cuenco de las golosinas.
—Allegra tiene que grabar un corto para teatro ¿No te acordás?
—Si, Peter pero ya lo hablamos... Tenés que dejar de hacerle vídeos profesionales... Son nenes de ocho años y ya van tres veces que la cambiamos de escuela de teatro porque hacés llorar a los compañeritos cuando ven semejante producción —le recordé.
—¡Pero yo no puedo ser actriz si hago lo mismo que los demás! —se cruzó de brazos Allegra —¡Papá siempre hace que todo quede más lindo!
—La van a invitar a irse a otra escuela —le recriminé a Peter —Controlate.
—¡Nos divertimos! —me dijo él y chocaron los puños con Alle.

Cuando llegamos a casa, hice la cena, mientras Peter los duchaba, después de comer cada uno se fue a su cama y mientras yo le contaba un cuento a Santi, Peter se lo contaba a Allegra.

—Te extrañé —me dijo cuando nos metimos en la cama.
—Yo también —lo besé —El fin de semana que viene los llevamos a casa de mi papá y nos quedamos encerramos acá, no quiero ni salir de esta cama.
—Pelis, comida y mimos.
—¡Si, por favor! —reí.
—¿Que vamos a hacer para el cumple de cinco de Santi?
—Quiere invitar a todos los compañeritos... Veníamos zafando porque Alle no es tan sociable como él y le gusta más hacer planes con la familia e invitar a dos amiguitas pero Santi quiere fiestita y todo lo que ello conlleva —reí.
—¿La vamos a hacer acá?
—¡No! —abrí los ojos como platos —¡Esos indios me destrozarian el jardín! —reímos —Vamos a alquilar el bajo con jardín del muelle, Euge y Delfi me van a ayudar con la decoración y mi mamá y la tuya me dijeron que se encargaban de la comida.
—¿Y yo que hago?
—¡Entretener a los demonios en el cumple!
—¡¿Solo!?
—Con Agus y Pablo, que se ofrecieron.
—Bueno, más que ofrecerse supongo que los obligaron —rió.
—Más o menos —le besé —¿Vamos a seguir hablando o me vas a hacer el amor?
—Puf... No sé, estoy cansado —sonrió —A lo mejor tenés que hacer todo vos.
—No hay problema —me puse encima de él —Me gusta mandar —sonreí y le besé.

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Narra Peter.

Santi ya había soplado las velitas, estaba muy feliz porque se lo había pasado genial y además de tener a sus amiguitos, estaba toda la familia junta. Con los chicos nos habíamos disfrazado de super héroes así que había sido una locura.
Una vez se fueron todos los peques, nos fuimos todos a casa a cenar las sobras y beber vino.

—¡Mamá! —se tiró Allegra encima mio —¡Martín no me hace caso!
—Está jugando con la consola, hija. Déjalo tranquilo.
—¡Se cree muy mayor pero me lleva un año! —se cruzó de brazos.
—Martín es varón —le dijo Peter bajito —y eso hace que sea un poco boludo con las nenas —le di en el hombro pero Alle se rió y se fue corriendo a los brazos de Carol.
—No le digas esas cosas Peter —suspiré —Después lo repite.
—¡Era un chiste! Ella lo entiende.

Los chicos se quedaron dormidos, y los abuelos también, así que el club de los que estábamos por cumplir cuarentena, nos quedamos tomando vino y recordando viejos tiempos.

—Tenemos que hacer un viaje sin hijos —dijo Eugenia.
—¡Si vos no tenés! —le dijo Delfi.
—¡Como si los tuviéramos! —añadió Pablo —Vivimos rodeados de los de ustedes.
—Siempre tíos copados nunca padres —dijo Euge y chocaron los cinco.
—Estaría bueno irnos los seis pero Delfi no se despega de Mia ni para cagar —añadió Agustín y todos nos reímos.
—Lali me entiende, Santi le hace lo mismo —se defendió —Pero puedo intentar dejarla con los abuelos.
—Santi y Mia son igualitos —se rió Lali —El otro día que los tenía a los dos, se quedaron del otro lado de la puerta del baño leyéndome un cuento ¡No recuerdo lo que era cagar en paz!
—Menos mal que yo tengo mejor onda con Allegra —reí y le guiñé un ojo a Lali —Ella es más como yo.
—Envidiable la química que tenés con tu hija —me dijo Agustín —A mi la mía me debe odiar porque cada vez que le hago un chiste o me acerco me mira como si fuera un boludo.
—¡Es le hablás como un boludo! —le dijo Delfi y reímos.

Los chicos se fueron y nos metimos en la cama.

—¿Tenemos otro? —le pregunté mi mujer mientras la veía ponerse crema en las piernas.
—¡¿Qué?! ¡Vos estás loco! —me tiró un cojin en la cara —Ya vamos a cumplir cuarenta, fabricada cerrada.
—Es que a veces te miro y pienso que tenemos veinte —reí.
—¡Ojalá, amor! —se tiró encima mío —¿Sabés que te amo mucho?
—¿Mucho?
—Infinitamente.
—Yo más, mucho, mucho más —la agarré de la cara y la besé —Soy tan afortunado de tenerte conmigo... No podría estar con alguien mejor.
—¡Es nuestro aniversario! —dijo mirando el reloj —Felices nueve años amor mío —me besó —Ojalá sigamos así otros nueve años más.
—Toda la vida, por favor. Te amo —le contesté y la besé con pasión.

Todos estos años juntos me habían demostrado que no nos habíamos equivocado al elegirnos, que éramos perfectos el uno para el otro y que de nuestro amor, inmenso, habíamos creando algo maravilloso que eran nuestros hijos. Y nuestro lugar favorito en el mundo seguía estando en los brazos del otro, eternamente.

FIN

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Ahora si se acabó esta aventura, gracias por acompañarme. NOS LEEMOS EN LA SIGUIENTE 💚
Recuerden seguirme en Twitter para ver los adelantos de la nueva novela. @Niqui_LP
¡GRACIAS!