Capítulo 14: ¿Amigos Con Derechos?

984 86 44
                                    

Narra Lali.

Me desperté entre sus brazos y una sensación de pánico invadió mi cuerpo. Me solté muy despacio y salí sin hacer ruido hacia mi habitación.

—¿Pasaste la noche con Pedro? —me preguntó Euge mientras se estiraba en la cama.
—No dejabas de darme patadas.
—Dale La, te lo hice apropósito para darte un empujoncito ¿Lo aprovechaste?
—No sé Euge —suspiré y me senté en la cama —Conozco a Peter de toda la vida, es una persona buena y maravillosa, a la que adoro con todo mi corazón...
—Pero...
—Pero tengo miedo de que esto que estoy sintiendo en la panza sea porque lo siento un lugar seguro y no sea amor... Después de todo lo que sufrí Peter vendría a ser mi salvavidas y no quiero eso.
—Tenés que dejarte llevar, podés permitirte equivocarte en la vida porque no pasa nada.
—No puedo equivocarme con Peter, eso jamás me lo perdonaría.
—¿Qué sentiste?
—Sentí un cosquilleo en la panza, cuando nos besamos, que hacía mucho no sentía... El mismo cosquilleo que sentí cuando me dio un pico en el aeropuerto antes de irse a España.
—Amiga, esas cosquillas en la panza, son amor del bueno —sonrió.
—¿Y si él no sintió nada?
—¿Y si sintió lo mismo que vos? —me agarró la mano —Te mereces ser feliz y por lo poco que pude ver de tu relación con Peter, entre ustedes, hay magia. Se miran de una manera única... Pase lo que pase siempre van a tener una conexión especial eso se siente.

Salimos para despedir a Euge, que prometió volver pronto, aunque estaba segura de que sería más por Pablo que por verme a mi, pero era lindo verla con esa ilusión y más cuando él se acercó a despedirla y le trajo una cajita de alfajores. Se notaba en sus miradas que se morían por comerse la boca pero optaron por un beso en la mejilla y un hasta pronto. Peter apareció para despedirse pero apenas cruzó su mirada con la mía, la apartó.

—Esta mina me dejó de cabeza... —dijo Pablo cuando se acercó a la puerta.
—Ella también se quedó embobada —le sonrió Cande —¿Te quedás a comer? Tenemos las sobras de ayer.
—Obvio —entró con Cande.

Peter se sentó en las escaleras así que me puse a su lado.

—¿Te arrepentiste? —me miró fijamente —Porque yo no.
—No me arrepiento Peter pero no sé que significa ¿Que se supone que tenemos que hacer ahora?
—Lo que sintamos en cada momento —agarró mi mano y sentí como una electricidad recorría todo mi cuerpo —Nos conocemos de toda la vida, Lali. Sabemos a la perfección lo que el otro siente, piensa... Es imposible que nos hagamos daño porque somos siempre sinceros el uno con el otro y creo que sea lo que sea que esté pasando ahora, va a estar bien. Me refiero a que si estamos unos días juntos y vemos que no funciona, no pasará nada... Porque tenemos confianza y nada va a romper nuestra amistad.
—No estoy tan segura de eso... Estoy mal y no quiero sentir que me refugio en vos.
—Eso tampoco es malo. Soy tu amigo y puedo ser tu refugio siempre que quieras. Podemos reír, llorar, charlar o estar en silencio mirando el cielo. Siempre fuimos un gran equipo y no tenés que sentir miedo de nada mientras estés conmigo —acarició mi mejilla.
—Sentí algo aquel día en el aeropuerto —confesé —Un cosquilleo en la panza muy fuerte.
—¿Sentiste eso anoche?
—Si.

Agarró mi cara entre sus manos y me besó con dulzura mientras acariciaba mi mejilla.

—No sé cómo va a seguir todo esto pero me gustaría que nos dejemos llevar... Somos amigos La, dejemos que fluya.
—Así que ahora somos amigos con derechos —reí —¿Así podés seguir haciendo cochinadas en tu lugar de trabajo? —solté una carcajada.
—¡No! —sonrió —No tengo ganas de volver a acostarme con esa chica...
—¿Desde cuando?
—Desde anoche.
—Prométeme que vamos a ser sinceros en todo momento, tanto con nuestros sentimientos como con las cosas que queremos hacer, si es que por ejemplo volvés a acostarte con esa mina.
—Ya sabés que siempre te voy a decir la verdad.
—Igual, no digamos nada. No quiero mi abuelo se ilusione.
—¿Y vos querés ilusionarte?
—Lo que quiero ahora mismo... —me acerque a su boca y puse mi mano muy cerca de su entrepierna —Es ir a comer —le mordí el labio y me levanté de un salto.
—¡Yo si que te quiero comer! —se puso en pie y me agarró con fuerza para besarme.
—Nos pueden ver...
—No me importa —me levantó y lo rodee su cintura con mis piernas.

La situación se estaba yendo de las manos, tanto que cuándo me apoyó contra la columna mientras me comía el cuello, caí en que estábamos en la entrada de casa y lo frené.

—Será mejor que vayamos a antes de que vengan a buscarnos.
—Voy a darme una ducha fría antes —me dio un beso fugaz y entró rápidamente.

Narra Peter.

Después de comer, José se fue a dormir la siesta así que Pablo, Cande, Lali y yo nos quedamos tomando el sol y en la pileta. Hacia mucho calor y para nada ayudaba verla en bikini, poniéndose crema y moviendo las tiras para que no le quede marca.

—La estas comiendo con la mirada —me dijo Pablo cuando se acercó nadando y me rei.

A la noche, me fui a la cama temprano, aunque no era capaz de dormir, me levanté para abrir la ventana y escuché como abrían mi puerta. Cuando me di la vuelta estaba Lali, llevaba una camiseta gris que le llegaba hasta las rodillas y para mí era lo más sexy del mundo.

—Veo que tenés calor —dijo bajando la mirada hasta mi entrepierna y ahí recordé que no llevaba nada.
—Ahora tengo más —le contesté y se dio la vuelta para poner la traba en la puerta.
—¿Y ahora? —sonrió y se sacó la camiseta, no llevaba nada debajo —Creí que querrías ahorrarte quitarme la ropa, al menos, la primera vez.
—Que buena estás —me lancé a besarla.

Nos tumbamos en la cama y me puse encima de ella, empecé a besar su cuello, sus hombros, su pecho, su panza... Mientras sujetaba sus piernas con fuerza y le daba pequeños mordiscos que la estaban haciéndose retorcer de placer.

—Peter... —susurró mientras me agarraba del pelo —no hace falta tanta previa estoy muy caliente ya —se mordió el labio y agarré un condón de la mesita de luz (NOTA DE AUTORA: POR MÁS QUE ESTÉN CALIENTES, COMO EL SOL, SIEMPRE CON PROTECCIÓN)

Lali no sabia a que agarrarse ya, si a las sábanas, a mi pelo, a mi cuello... Mordió mi brazo con fuerza para no hacer ruido cuando la empecé a penetrar con más fuerza y yo sentía que no iba a poder aguantar demasiado porque aquella imagen de ella, jadeando, mirándome a los ojos y susurrando que no pare, estaba siendo demasiado excitante.

—No voy a aguantar mucho más La... Estoy que exploto.
—Yo también —tapó mi boca con su mano y yo hice lo mismo.

Aceleré el ritmo mientras la veía cerrar los ojos y aguantar los gritos. A los pocos segundos, sentí como su cuerpo se relajaba y acabé.
Nos quedamos mirándonos a los ojos, me sonrió y acarició mi cabeza.

—Mañana tengo que ir a trabajar por la mañana.
—Yo también —me tumbé a su lado —pero no quiero dormir prefiero quedarme despierto y mirarte todo el tiempo.
—¡Tonto! —me dio en el hombro y la besé —Me voy a ir a mi cama.
—¡No, quédate acá!
—No quiero que me van saliendo de acá por la mañana y así descansas mejor vos también que mañana será uno día duro... Y más con el calor de estos días —se levantó y se puso su camiseta —Mañana cuando salga del trabajo voy hasta tu casa y ya la seguimos ahí mientras te ayudo a pintar el garaje.
—Si vas voy a hacer de todo menos pintar —tiré de su camiseta hacia mi y le di otro beso.
—Buenas noches, pela —sonrió y abrió la puerta.
—Buenas noches, chiquita.

♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡

Comenten mucho, den RT en mi Twitter al cap, voten, compartan!
Gracias por leerme y esperar cada capítulo. Quedan pocos capítulos 😉

💚💚

Mi Lugar Favorito En El Mundo ||Laliter||Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt